Esta vez, en el Almina

Parece el cuento de nunca acabar. Lo que pasa es que no estamos hablando de cuento alguno, sino de hechos que afectan directamente al ámbito educativo. El pasado fin de semana fue el instituto Almina el afectado por el robo de casi una veintena de ordenadores, los que utilizaban los estudiantes en el aula de informática. Atrás quedan más centros saqueados: el Abyla, el Clara Campoamor, los colegios Reina Sofía o Santa Amelia...La seguridad, estarán conmigo, se ha puesto más que en evidencia. Ya lo escribí en su día: las víctimas de toda esta situación son nuestros hijos, a los que se les merma los recursos de que disponen en su educación. Por un lado están siendo atracados por los chorizos reconocidos, que desvalijan los centros, y por otro lado por las políticas de nula inversión y más recorte que han definido las gestiones actuales y anteriores y que han llevado a que los niños pierdan cada vez más espacio en sus centros lo que convierte su educación en una auténtica odisea.
Algo está fallando en las políticas de seguridad para que se esté repitiendo el mismo modus operandi en distintos centros. Los cacos tampoco es que se ‘coman’ mucho la cabeza. Actúan siempre los fines de semana y, curiosamente, disponen de información del interior del centro. Su actuación está dejando en evidencia las palabras de esos jefazos policiales que nos quieren hacer entender que los fines de semana es cuando menos delincuencia hay, por eso distribuyen menos coches en la calle. Pues fíjense que curioso, que todos los robos en los centros de nuestros hijos se han perpetrado en fin de semana, a plena luz del día y sin contar con obstáculo alguno.
Si lo que está sucediendo en Ceuta, con episodios como éste y otros más sangrantes, no es merecedor de una junta local de seguridad... entonces es que nos hemos vuelto locos. Don Juan, el alcalde, es quien debe convocarla, aunque no parece tener anotado entre sus quehaceres el reunir a todos los jefazos para hacer la debida reflexión en torno a una seguridad que se está yendo de las manos. Y aseverar esto no es llevar el tema a extremo alguno, ¿o es que ustedes ven normal que se hayan saqueado las aulas informáticas de más de cinco centros educativos en la ciudad en los últimos meses?, ¿cómo están distribuidas las fuerzas de seguridad para que barriadas completas estén sin una patrulla en sus calles mientras tenemos, por ejemplo, la estación marítima llena de agentes para el ‘paloteo’? Igual estoy equivocada y todo funciona correctamente, siendo así como todo debe funcionar. A estas alturas de la película, una ya no sabe ni que pensar.