“Quien no tenga espíritu de sacrificio, que no haga medicina”

Nacido en Tetuán en 1943, actualmente con 78 años, Mustafa Daoud vive en Ceuta desde 2006 y aunque antes del cierre de la frontera compartía su tiempo entre Tetuán y la ciudad, actualmente permanece en Ceuta, donde reside desde hace 15 años.

En la ciudad adquirió reconocimiento como miembro del Servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital, pero su alto sentido de humanidad y solidaridad le ha hecho ganar el aprecio de quienes junto a él han laborado tanto como médico como voluntario de causas sociales.

Daoud conversó con FaroTV y compartió un poco de su historia personal y convicciones, expresando profundo agradecimiento por todo lo que ha obtenido de Ceuta. El Rotary Club le ha concedido su máximo reconocimiento, el ‘Paul Harris’.

–Recientemente usted ha recibido un galardón, el más importante que entrega el Rotary Club en el mundo, por su labor en pro de los demás. ¿Qué ha significado para usted este reconocimiento?

-Un honor muy grande, no me lo esperaba, francamente, y es gracias a los compañeros del club que han valorado mi trabajo en Ceuta y antes de venir acá en el Rotary y por eso, probablemente, es la razón por las que han pedido este galardón para mi.

–Usted es médico y ha ejercido su profesión en Ceuta durante largo tiempo, ¿cómo describiría esa experiencia?

-Ha sido una experiencia muy buena, porque francamente el trabajo en el Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitario de Ceuta para mí ha sido revulsivo, el trabajar con un equipo excelente bajo condiciones buenas y sobre todo con la apertura del nuevo hospital que ha sido equipado con muy buenos aparatos y con un equipo de profesionales muy bueno. Para mí ha sido una experiencia maravillosa.

"La gente de Ceuta es acogedora, es honrada, honesta, agradecida. Es maravillosa"

–¿Cuál es el aprendizaje o el recuerdo más valioso que conserva de la ciudad?

-La gente es maravillosa. La gente de Ceuta es acogedora, es honrada, honesta, agradecida. Me encanta.

–¿Cómo influyó el pertenecer al Rotary Club en su visión del ejercicio profesional y del voluntariado?

-El ejercicio de la medicina es un sacerdocio, quien no tenga ese espíritu de sacrificio que no haga medicina, porque la medicina es entregarse a los demás y este espíritu del Rotary Internacional, está hecho para servir.

–Su familia ha estado ligada al Rotary Club por más de 90 años, ¿cómo influyó esto en usted?

-Mi abuelo materno, que en paz descanse, ha sido uno de los fundadores del Rotary Club de Tetuán en 1933, además de muchas otras cosas que ha hecho allí. Cuando fui a trabajar en Marrakech en el año 1970 me encontré con el Club Rotary de Marrakech e ingresé en él ¿por qué? Pues por lo que te he dicho, porque el Rotary es un club para el servicio de los demás. Entonces yo ingresé en ese club y luego hemos hecho muchas cosas ahí. Luego, cuando me desplacé a Tetuán creé el Club Rotary de Tetuán en el año 1983 y luego, cuando vine a Ceuta, era lógico seguir la trayectoria rotaria de mi familia. Entonces he contactado con el Club Rotary de Ceuta y, muy agradecido a ellos, me dieron la posibilidad de estar con ellos.

–Usted ha iniciado una oenegé que se encarga de dar alimento a los menos favorecidos ¿Cómo surge la iniciativa de crear esa entidad que provee de alimentos a los más necesitados?

-Ha sido una cosa curiosa. Mi madre, que en paz descanse, me habló de la obra de su padre que fue el fundador de un asilo de mayores, entonces me habló de unas familias que no tenían de qué sostenerse, me habló de una mujer que ella conocía que compraba un kilo de patatas, lo dividía en cuatro, cocía las patatas en agua y se comía un cuarto de kilo cada día.

Entonces yo dije, “sí así vive esa gente a ver cómo podemos ayudarla ¿Dándole dinero? No, no va a servir porque a lo mejor paga la luz y se queda sin comer”. Entonces pensé en crear un restaurante del pobre que es donde puede comer una comida al día, y así fue la idea. Con unos amigos hemos creado la asociación y hemos equipado una cocina y hemos empezado con 60 familias que venían a recoger la comida en el sitio donde la hacíamos, y ahora hay 600. Esto desde el año 1988 y ahora hay 600 familias que llevan una comida a su casa durante los 365 días del año. Tenemos dos restaurantes del pobre en Tetuán, uno en la ciudad antigua y el otro en la moderna.

"Hay 600 familias a las que le entregamos una comida para llevar a su casa durante los 365 días del año"

–¿Medicina o voluntariado? ¿Cuál de estas actividades le ha proporcionado mayor satisfacción?

-Las dos, la medicina es esa profesión de la que he querido ser desde pequeñito. Teníamos en Tetuán un doctor español, el doctor Duaso, que en paz descanse, este señor era el director del hospital militar español, era el médico de mi familia yo he ido una vez a su consulta por un problema con una muchacha que teníamos en casa, entonces cuando la operó yo estaba presente, tenía 10 años. Cuando le cortó el dedo y tal, yo ni me inmuté, entonces me dice: “¿Te has mareado?” y le digo “no”, y me dice “tú serás buen médico” y me hizo entrar la idea de serlo. Desde entonces yo quise.

"La medicina es entregarse a los demás y el espíritu del Rotary Internacional, está hecho para servir"

Mustafa Daoud agradeció no solo que se le haya otorgado del galardón Paul Harris, el más importante que entrega el Club Rotary, sino que extendió su agradecimiento por la difusión de la noticia y el interés despertado hacia su persona. “Quiero agradecer mucho a los compañeros del Rotary Club que me han dado esta insignia y también a todo el personal directivo, trabajadores, médicos, celadores y todo el mundo que ha trabajado conmigo porque no he visto nada más que amor y agradecimiento de esta gente que ha estado conmigo. También quiero agradecer a la población de Ceuta que me ha acogido tan amorosamente”, finalizó.