Esperpento y carnaval en el congreso de diputados, sede de la soberanía popular. Sí; así de contundente fue la jornada en el parlamento español en la votación de la nueva «Reforma Laboral».
Aconteció que la presidenta del congreso -Meritxell Batet- derogó la reforma laboral pendiente, porque en su recuento contabilizaban más los votos en contra que a favor; de tal suerte, que pasados 40 segundo, contradijo lo anterior apuntando: «los servicios técnicos del congreso me informan que se han votado 175 síes, y 174 noes, por tanto, queda convalidado el Real Decreto Ley de la Reforma Laboral*».
Y, queda para la historia parlamentaria en atención a este embrollo mayúsculo, la mala cabeza del diputado del Partido Popular, Alberto Casero, que bien podría dedicarse a destripar terrones en su tierra natal de Trujillo, que a ejercer de acompañante meritorio del azogado y siempre nervioso secretario general del partido Popular, Sr. Teodoro García Egea…
Sin embargo, la opereta bufa de aire trasalpino que se desarrolló en la cámara de diputados este jueves pasado, no debería tener mayor trascendencia si no aconteciese que lo que en verdad se estaba jugando en dicha secesión era la llegada de los “fondos europeos”; que, de haberse conjugado la fatalidad y haber salido un “NO”, estaríamos en ciernes de verlas venir y desaprovechando la mejora en las condiciones laborales para millones de trabajadores de este país…
Resulta inverosímil que un partido como el Popular vote en contra de los evidentes beneficios de este decreto-ley, máxime cuando dicha reforma ha sido consensuada y aprobada por los empresarios. No cabe mayor ignominia para este partido que ha gobernado España en diversas legislaturas, que proponer y velar por sus propios intereses torticeros, que por los intereses de España decaídos en cerca de 20.000000 millones de trabajadores y empresarios que conforman el tejido productivo de la economía española.
Y, si los partidos conservadores han perdido el buen hacer y el sentido común; no menos pueriles han sido el PNV y Esquerra Republicana de Catalunya, que han actuado de igual manera que el PP y su partido hermano de ultraderecha, premiando sus intereses partidistas al bien común de todos los españoles. Un verdadero fraude el cometido por el PNV y la izquierda independentista catalana; que como apuntamos, no han estado ni de lejos, velando en este caso por los intereses ni de vascos ni de catalanes y de sus propios empresarios. Y, finalmente, como colofón a esta comedia de enredo y galanteo propia de las obras que escribiera Lope de Vega, no nos creemos para nada, la versión que nos cuenta la dirección del partido Popular de que el torpe diputado de Trujillo fuera tan torpe al pulsar un botón verde u otro rojo, y allegarse al Congreso para ahora de manera presencial -decía estar enfermo-pulsar el botón rojo del no a la reforma laboral. No; de ninguna de las maneras este diputado pepero ha sido tan torpe fuera de lo que normalmente pudiera serlo; sino que ha sido una operación bien orquestada para que los populares tengan carnaza y argumentos para marchar contra el Gobierno y continuar defendiendo lo indefendible.
Y, de paso que el Pisuerga pasa por Valladolid, atraer a su causa a los tránsfugas de UPN -Sergio Sayas y Carlos García Adanero-, que acogiéndose al «mandato imperativo», se invisten de una bochornosa sobreactuación de dignidad y de honorabilidad para sus votantes, y rompen la disciplina de voto que su propio partido les indica.
Ver para creer, que en el caso que nos ocupa, terminamos esta redacción como dijera el poeta universal nacido en Granada; “Aquí paso lo de siempre, murieron tres romanos y cuatro cartagineses…”.
(*) El Congreso ha aprobado por la mínima la reforma laboral. La votación ha sido tan ajustada, 175 votos a favor y 174 en contra, que ha salido adelante gracias a un diputado del Partido Popular que, por error, ha dado al botón de 'sí'.
Su equivocación ha sido clave, ya que finalmente los dos diputados de UPN con los que se contaba para la aprobación de la reforma se han saltado la disciplina de la dirección de su partido, que había acordado apoyar la norma, y han votado en contra.
Fuentes del PP han reconocido a Público el error de uno de sus parlamentarios que ha participado en la votación de forma telemática. "Me he equivocado", ha trasladado a la dirección del partido, informa Miguel Muñoz. Según ha informado tras el Pleno la portavoz del PP, Cuca Gamarra, se trata del diputado extremeño Alberto Casero.
En público, los populares niegan la equivocación de su diputado y lo achacan a un error informático. Según su versión, Casero ha acudido al hemiciclo para votar de nuevo, esta vez de forma presencial, algo que el reglamento impide, informa Europa Press. El PP ha pedido una convocatoria urgente de la Mesa del Congreso para analizar este suceso.
"Me he equivocado", ha trasladado el diputado Alberto Casero a la dirección del PP tras su fallo al votar de forma telemática.
Los informáticos de la Cámara Baja han asegurado que no se ha producido ningún fallo técnico y han comprobado que, efectivamente, Casero ha votado 'sí'. "El sistema es totalmente fiable. No ha podido haber un error técnico. Se ha equivocado el diputado", han declarado fuentes de la presidencia de la Mesa del Congreso citadas por el El Plural.
Los últimos instantes de la sesión han sido de confusión total. La presidenta del Congreso, Meritxel Batet, ha llegado a anunciar el rechazo a la reforma, lo que ha provocado que tanto los parlamentarios del PP como los de Vox se levantaran de sus escaños para jalear y aplaudir. Lo que no sabían entonces los representantes de la derecha es que la norma sí tenía los síes necesarios y que era por uno de los suyos.
(**) Alberto Casero se ha convertido en el protagonista inesperado, y sin querer, de este jueves. El nombre del diputado y secretario de Organización del PP, muy a su pesar, ha aparecido en todos los medios de comunicación después de su error en la votación en el Pleno del Congreso de los Diputados que ha provocado que la reforma laboral saliera adelante por 175 votos a favor frente a 174 en contra.
El PP alega que Casero, que votó de forma telemática, dio al botón de 'no', pero que se convirtió en 'sí' por un "error informático". Antes, fuentes del partido habían reconocido a Público que su diputado "se había equivocado". Pero no fue el único error. Según las actas de la tarde del pasado jueves, de las 28 votaciones que tuvieron lugar en el Congreso, Casero se equivocó en tres ocasiones.
La más resonante fue, sin duda, la que correspondía a la reforma laboral. Pero a la hora de decidir si el decreto se tramitaba como proyecto de ley, el diputado votó también 'no', en contra de las indicaciones de su partido. En esta línea, en una moción presentada por el PP que contaba con cinco puntos, votó igualmente ‘no’ al primero de ellos. Un error del PP salva la reforma laboral de Yolanda Díaz y la derecha intenta impugnar el resultado de la votación.
Casero (Trujillo, 1978) ha desarrollado gran parte de su carrera política en Extremadura. Se afilió a las juventudes del PP de su municipio en 1997. En 2001 fue elegido presidente provincial y seis años más tarde, secretario general del partido en Cáceres. En 2011 ganó las elecciones en su localidad, donde fue alcalde durante dos legislaturas, entre 2011 y 2019.
Es diputado en el Congreso de los Diputados por Cáceres desde abril de 2019, el mismo año que fue nombrado secretario de Organización del PP a nivel nacional. Antes fue senador, entre diciembre de 2011 y octubre de 2015.
Pero con el salto a la política nacional le llegaron las malas noticias desde su localidad natal. Tras la llegada de un nuevo Gobierno a Trujillo se inició una investigación contra Casero por un posible delito de prevaricación continuada. Está imputado en una investigación que se mantiene abierta en el juzgado de instrucción número 2 del municipio.
A Casero se le acusa de haberse saltado la Ley de Contratación del Sector Público. De acuerdo a la denuncia formulada por la fiscal jefe de Cáceres, Marta Abellá-García Macho, “durante los años 2017 y 2018 llegó a acuerdos, contratos o convenios con terceros, para que prestaran servicios para el ayuntamiento, sin que se siguiera el procedimiento administrativo legalmente establecido, sin informar a los órganos competentes del ayuntamiento, en el que no había constancia de los mismos o, en algún caso, con advertencia del interventor”, informa El Plural.
El citado medio destaca entre esos contratos a dedo el de un psicólogo que debía atender a víctimas de violencia de género. Según El Plural, este psicólogo no atendió a ninguna mujer el tiempo que estuvo contratado. La denuncia destaca, además, contratos con otras empresas para una gala de premios o una feria de queso.
Casero, como diputado, es aforado y el juzgado aún está estudiando si llevar la causa ante el Tribunal Supremo mientras continúa las pesquisas y sigue recopilando información (Público).
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