La periodista llega a Ceuta de mano de la Fundación Gallardo para abrir su lado más íntimo, su experiencia con la demencia. Será a las 20.00 horas en la Biblioteca Pública
sabel San Sebastián es una conocida periodista todo terreno, ha hecho incursiones en numerosos medios tanto de prensa escrita, radio y televisión y aunque todavía sigue fiel a su profesión le roba tiempo para dedicarse a su pasión, escribir donde dice “que se desahoga” y “refleja” todo aquello más personal que no puede expresar en público.
Es autora de novelas históricas como ‘La visigoda’ (2006), ‘La mujer del diplomático’ (2014) o su último libro ‘Lo último que verán tus ojos’, un thriller histórico, repleto de acción, intriga, romance e historia. Dicen que es su novela más vibrante y para la que se ha organizado un acto de firma de libros, en la que estará presente la autora, mañana a las 12.00 horas en la librería Totem. Pero San Sebastián se personaliza en Ceuta por algo “más íntimo” hablar de su experiencia con la demencia.
Será una conferencia organizada por la Fundación Eduardo Gallardo que se celebrará a las 20.00 horas de esta tarde en la Biblioteca. Donde San Sebastián adelanta que aprovechará para hacer “un llamamiento” a los poderes públicos para que se “pongan las pilas” con este problema que cada vez asola a un número más elevado de la población de nuestro país.
–¿Cuál ha sido su experiencia con la demencia?
–Mi padre estuvo enfermo y murió de esta enfermedad hace 17 años, fue una de las situaciones más duras que he afrontado y que superé escribiendo. Fue lo que me llevó a escribir como forma de expresarme y volcar mis sentimientos. Y ello dio fruto a una de mis novelas más desconocidas, pero creo que es la más íntima, porque habla de algo real que me ocurrió y con lo que muchos podrían sentirse identificados.
–La obra en cuestión de la que habla es ‘Un vasecito peruano’
–Sí, se trata de una obra autobiográfica de la que esta tarde leeré algunos pasajes, si puedo, porque durante los últimos días he estado ensayando en casa y rompo siempre a llorar.
–Llega de mano de la Fundación Gallardo para poner voz a los otros afectados por este tipo de enfermedades, los familiares.
–Yo no soy ninguna experta y no sé cómo se debe abordar porque cada persona es un mundo y cada caso es diferente a otro , pero basándome en mi experiencia existe un puente a través del amor y poder superarlo a través de ello. Mucha gente se esconde y lo vive con vergüenza, al final termina siendo un problema que se vive y crece dentro del hogar, pero hay que coger al toro por los cuernos y exigir que se tomen medidas. Hace 17 años cuando me tocó padecerlo no había ningún tipo de ayudas, fuimos nosotros, los familiares, quien tuvimos que enfrentarnos y sufragarlo todo. Es necesario hacerlo visible y exigir a los poderes públicos que se pongan las pilas.
–¿Por qué no se aborda desde la administración?
–Por que no se hace ruido, les da igual hasta que se convierta en una problemática social como el tema de los desahucios. Por ello hay que visibilizarlo, hay que dar ayudas y abrir centros, porque no es una tragedia emocional es un problema social y su labor es poner medios.
–Hablando de política, finalmente tenemos gobierno ¿tenemos lo que debemos o lo que nos merecemos?
–Bueno cada uno lo verá de una forma en función de a quién haya votado. Tenemos un gobierno muy necesitado de pactos y se abre un período en el que Partido Popular y PSOE deben trabajar conjuntamente. Aunque el gran desafío que se le abre ahora a España es su propia supervivencia, ya que atravesamos un momento de gran tensión territorial. Y lo anecdótico dentro de ese contexto es que, cuando en algunas comunidades se fomenta esa división, son Ceuta y Melilla los territorios donde está más arraigado ese sentimiento de españolidad que tanto echo en falta en el resto del territorio nacional.
–¿A qué cree que se debe que sólo afloren aquí esos sentimientos que en otras comunidades están desapareciendo?
–Creo que se quieren hacer oír que son tan españolas como el resto, porque lo son e incluso más, ya que Marruecos siempre seguirá con sus amenazas reivindicativas de estos territorios para seguir promoviendo esa tensión internacional. El problema de todo ello radica es que esto es un anacronismo histórico, existe un gran desconocimiento e ignorancia de nuestra propia historia, y se desconoce que tanto Ceuta como Melilla nunca han sido territorios marroquíes.
–¿Qué espera llevarse de Ceuta y qué desea que se llevan los ceutíes?
– Llego a Ceuta con mucha ilusión porque nunca he estado y espero llevarme un baño de patriotismo, de sentirme en mí país y vivir ese orgullo de ser español que sé, tanto se respira en esta tierra. Por otra parte voy a hacer algo que no he hecho nunca antes, será la primera vez, y es abrir mi faceta más íntima, por lo que voy a dejar una parte de mi lado más profundo y personal.