En Marruecos, como en todo el mundo, están aprendiendo a vivir confinados a consecuencia de la epidemia mundial derivada por el coronavirus. Muchos españoles se encontraban de vacaciones en el país vecino cuando Marruecos decretó el cierre de fronteras. Pero la gran mayoría ha podido regresar. Sin embargo, Marruecos no se lo está poniendo nada fácil a sus propios compatriotas residentes desde hace años en España.
Este es el caso de Malika Laaraj, una española de origen marroquí de 28 años que lleva más de 20 afincada como residente en España, concretamente en Alicante.
A pesar de tener un niño de cinco meses, Malika viajó el pasado 9 de marzo junto a su marido y a su hijo en barco desde Algeciras hasta Tánger. “Íbamos a Marruecos para conocer a mis suegros que viven cerca de Casablanca y presentarle a su nieto, mi hijo”.
Su idea era volver a España el día 31 de marzo “aunque no habíamos cerrado la vuelta sino que era abierta para cuando nosotros quisiéramos”, pero el cierre de las fronteras les pilló allí, en su país. Desde entonces, Malika y su familia “por lo menos” están en casa de sus suegros en Tánger.
No obstante, la mujer reconoció que estos viven del dinero que ellos les mandan desde España, osea, que “no sabemos qué va a ser de nosotros y de ellos en este tiempo” puesto que ella y su marido iban a comenzar a trabajar ahora en abril y al quedarse atrapados en Marruecos “seguramente perdamos el trabajo”. “Tenía que volver el 3 porque mi marido empezaba a trabajar ese día y yo iba a empezar también en un almacén de frutas y verduras”, relató.
“Aquí no tengo nada, mi familia, mi casa y todo lo tengo en España. No tenemos dinero, ni recursos, ni nada, necesitamos ayuda, pero nadie nos da una solución” , continuó.
Además, Malika está preocupada por el estado de salud de su bebé pues nació con una infección de toxoplasmosis y antes de los seis meses tienen que hacerle pruebas para ver cómo sigue y si tiene que volver al tratamiento o no.
Por eso Malika espera que “esto termine cuanto antes” y puedan regresar a España. Por ello llama todos los días al Consulado español en Casablanca. “Al principio me dijeron que ellos no tienen nada con nosotros, pero que los únicos que podían volver era la gente que volvía por Ceuta y mi billete era de Tánger a Algeciras”, pero no lo intentaron “porque Marruecos entró también en estado de alarma”. Incansablemente sigue llamando, aunque “ya nadie responde”.
“Para Marruecos, aunque tenga nacionalidad española y lleve 20 años en España, mi casa y mi familia allí, como nací en Marruecos para soy de aquí. Esto es una pesadilla. Todo el mundo dice que hay que esperar, pero vale, solo quiero saber: ¿hasta cuándo?”, concluyó en su entrevista.
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