La inmigración a
la zona del puerto llegó nada más decaer el estado de alarma, una vez que las medidas de libertad de movimiento en Ceuta se aplicaron también para aquellos que estaban acogidos en diferentes pabellones deportivos o centros. Era -y lo es también ahora- habitual la presencia de inmigrantes por ese lugar, pero en los últimos días llama la atención la presencia de auténticos niños. Comerciantes de la zona, así como vecinos de la ciudad, denuncian la presencia de estos menores. Son prácticamente niños, menores que no están cerca de cumplir la mayoría de edad -todo lo contrario, apenas cumplen unos 10 años-, pero deambulan por el puerto tras llegar a Ceuta hace unas semanas. De ellos se sabe que se escapan de los centros en los que están acogidos, ya sea
‘La Esperanza’ o el ubicado en Piniers, en donde en algunos casos han provocado incidentes y altercados. Y es que en estas últimas semanas algunos de los acogidos han llegado a agredir a la vigilancia privada. Todo a pesar del arduo trabajo que llevan a cabo los equipos educativos.
La Policía les traslada de vuelta a los centros pero una vez allí, se ducha, comen y se fugan. Y regresan a la calle, atrapados en la inseguridad constante. Las escenas se repiten y la Policía lo único que puede hacer es interceptarles. Acaban durmiendo en la calle, buscándose la vida como pueden en la zona del puerto, sin ningún tipo tampoco de control sanitario.
Con el fin del estado de alarma, decretado ya hace varios meses, tanto a inmigrantes menores como a adultos no se les puede obligar a estar confinados en un lugar. Y esta situación da a pie a escenas de total falta de control. La ley impide que puedan estar en un centro controlados. Aunque se intente llevar a cabo cualquier actividad, hay menores que solo quieren permanecer en el puerto o en las inmediaciones de las naves buscando la manera de marchar a la Península.