La realidad es tozuda y las estadísticas que engordan las bases de Policía Nacional y Guardia Civil ayudan a definir un delincuente tipo en Ceuta. En los últimos meses ese delincuente tipo es marroquí, con antecedentes y que, en buena parte de los casos, tienen órdenes de expulsión que burlan aprovechándose de un filtro, el del Tarajal, imposible de controlar al cien por cien. Ya ‘El Faro’, en su edición de ayer, reunía a los voces policiales y judiciales que, en este caso concreto, coinciden: está aumentando ese número de detenidos y la suspensión de la pena carcelaria por una expulsión termina siendo un regalo para el autor del delito.
Ayer, el delegado del Gobierno, Francisco Antonio González Pérez, apuntó a lo que, sobre este asunto, se está estudiando ya a altos niveles. Confirmó que tanto España como Marruecos “estamos trabajando en esto”, en colaborar para buscar la forma de que la frontera no funcione como lo hace en la actualidad, apostando por una reestructuración que permita que puedan imponerse mayores controles para evitar situaciones como las que hoy se están topando jueces y agentes de la autoridad.
Sin querer ir más allá de lo debido, a la espera de que el acuerdo sea de más peso y Marruecos cobre su protagonismo en el anuncio debido, el delegado del Gobierno sí que confirmó el trabajo que se está desarrollando para permitir que el tránsito de los miles de marroquíes que cruzan la frontera sea ágil pero ganando en seguridad. Se pone sobre la mesa el famoso binomio economía-seguridad, y la necesidad de ejercer un mayor control para que esa aglomeración que se produce todas las mañanas en un paso que es cruzado por más de 30.000 personas diarias, no sea aprovechada para que quienes tienen por objetivo delinquir lo tengan más fácil.
La idea que ayer deslizó González Pérez pasa por implantar, por ejemplo, un código en los pasaportes para conseguir que la revisión que de los documentos hace la Policía Nacional sea mejor.
“Con esta y otras medidas esperamos que los delincuentes, incluso aquellos con órdenes de expulsión de nuestro país en vigor, tengan más difícil atravesar la frontera”, dijo, asegurando, como ya ha repetido en otras ocasiones, que “la mayor parte” de los delitos que se registran en la ciudad autónoma son protagonizados por ciudadanos que “no son de Ceuta”.
“Es más barato delinquir en Ceuta, en España, que en Marruecos”, asintió poco después de que la propia clase judicial haya recalcado que se están topando, cada vez más, con acusados que buscan la reincidencia en los delitos para evitar ser expulsados a su país, buscando de esta manera poder cumplir pena en cárceles españolas. Los hay quienes, órdenes de expulsión en mano, usan distintas identidades y se hacen con pasaportes falsificados para seguir delinquiendo burlando los pasos fronterizos entre la masa de porteadores.
Sobre la mesa dejó este asunto sobre el que ya se han puesto a trabajar desde la Delegación del Gobierno pero que, necesariamente, requiere de la implicación del vecino país para poder obtener resultados que impidan que el norte de Marruecos inmediato a Ceuta se esté convirtiendo en un oasis de delincuentes con capacidad de pase.
Por cierto que González Pérez no dejó pasar por alto una reflexión sobre la que caben mil y una interpretaciones: “Es más barato delinquir en Ceuta, en España, que en Marruecos”, aunque “a alguien que atropella a un guardia civil con una moto robada le caigan 3 meses y 240 euros de multa”.
Disciplina Urbanistica
Siguen los controles sobre las obras
Sobre el tema de las obras ilegales mucho se ha escrito. Ayer se hizo mención a esta problemática para confirmar que las dos áreas de Fomento están trabajando, con una unidad específica, en la labor preventiva y en la agilización de la toma de decisiones para evitar que las construcciones sigan avanzando y aparezcan las oportunas consecuencias sociales. No se ofrecieron datos por prudencia pero advirtieron de que es mucho lo que se está haciendo.