En trajes de neopreno, en kayak o, los que pueden, en embarcaciones algo más preparadas. Es la escapada de jóvenes marroquíes que dejan atrás un país en el que ni la propaganda institucional sobre el alistamiento a la tradicional ‘mili’ consigue frenar los deseos por llegar a España. Son muchos los jóvenes que no quieren ese servicio militar, son muchos los que buscan oportunidades y creen que las pueden obtener en España. Salen de sus países y se arrojan a un Estrecho grabando incluso sus salidas en vídeos que difunden a sus amigos y que terminan siendo publicitados en medios marroquíes como Radio Martil.
Vídeos como el trasladado por una persona que ha autorizado su difusión y en donde se puede apreciar a varios jóvenes sonrientes y felices que emprenden rumbo a las costas peninsulares sobre kayaks y que gritan orgullosos: “¡España, España!, ¡el Estrecho!”, mientras siguen navegando. Algunos llegan al otro lado y eso no hace sino animar a que más jóvenes sigan arriesgando sus vidas.
Pero de otros nunca nada se sabe. Salen de las costas marroquíes o de Ceuta y nunca más se sabe de su paradero. Son marroquíes o argelinos que entregan sus vidas al mar, que se arriesgan sin valorar las consecuencias y cuyos destinos son sometidos a lo que considere la que, sin duda, es la mayor fosa mortuoria que nunca ha sido medida: el Estrecho.
Los rostros de felicidad, los gritos y las grabaciones acompañan la difusión de una huida de marroquíes que dejan un país porque en él no encuentran perspectivas de futuro, tampoco libertades ni derechos. Por eso escapan creyendo que todas sus aspiraciones las van a hallar en España.
Este verano se ha vuelto a repetir lo del pasado: la inmigración ha sido magrebí y ha habido un repunte de salida de embarcaciones cargadas con jóvenes pero también de naufragios. Son las sombras de una inmigración que no cesa a pesar de que en las reuniones institucionales entre España y Marruecos se dé a conocer que todo funciona adecuadamente, que cada vez hay más colaboración y que se trabaja porque ningún joven quiera escapar de su tierra.
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