La Escuela Oficial de Idiomas de Ceuta (EOI) prosigue su periplo europeo gracias a la financiación de la Unión Europea.
El proyecto de Erasmus+ 'Emo-Teaching: Emotions as a Tool for Adult Language Teaching', que el curso pasado llevó a dos profesoras a visitar la ciudad eslovena de Rogaška Slatina, va a permitir a otros dos docentes viajar a la ciudad de Roma y realizar una estancia de observación profesional en una de las academias de idiomas de referencia de la capital italiana.
Durante dicha estancia está prevista la observación y participación de los docentes ceutíes en diversas actividades educativas y una sesión de análisis y puesta en común de buenas prácticas profesionales con sus homólogos romanos.
Cabe destacar que entre los objetivos que se persigue con estas movilidades se incluye la mejor comprensión del papel que el componente emocional juega en el proceso de enseñanza-aprendizaje de una lengua extranjera así como el fomento del diálogo y la reflexión con equipos profesionales de entidades europeas homólogas, logrando profesionales activos y comprometidos.
A lo largo del presente curso académico está previsto que se lleven a cabo otras tres movilidades, tres cursos de formación con los que se dará por concluido el proyecto. Uno de ellos tendrá lugar en enero y otro en marzo, en Dublín y Ámsterdam respectivamente; el tercer curso está pendiente de confirmación.
Entre los objetivos europeos en materia lingüística está formar ciudadanos plurilingües , objetivo que exige disponer de profesionales de la enseñanza de idiomas con una formación adecuada para hacer frente a los retos del aula y que garantice una enseñanza de calidad para todos. Uno de esos retos es adaptar la práctica docente a la diversidad del aula (de edades, de intereses, de experiencias, de estilos de aprendizaje, etcétera).
Creemos que la clave de ello pasa por incluir en el proceso las propias emociones del alumno, sus rasgos de personalidad y sus habilidades sociales. Ahora bien, ¿cómo? Esperamos que este proyecto nos dé las claves para conseguirlo, a través de conocimientos sobre el componente emocional y las técnicas de aprendizaje intergeneracional, y su aplicación práctica en el aula. Asimismo, participar de un proyecto europeo amplía nuestros horizontes y nos permite ser un elemento activo en la reflexión conjunta sobre el desarrollo de la enseñanza en Europa.
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