Amante y devorador de poesía, Francisco Romero se sumergió hace años en un universo que le apasiona desde que tiene uso de razón. Fue el inicio de una aventura paralela a su vida, que “no me da de comer” pero le proporciona un gran placer. Fue así como nació ‘Refugio en las palabras’, su primer libro de poesía, con el que se desvirgó en este discreto, acotado y difícil universo, pero del que los buenos y satisfactorios resultados le llevarían, nuevamente, a plasmar sobre el papel sus inquietudes, esperanzas, anhelos y recuerdos, cuyo resultado fue ‘La voz arrojada’, también de poesía, y ‘La mala fortuna’, su primera y única obra de teatro. Ahora ha vuelto nuevamente a los orígenes y presenta ‘Las rimas y el mar’.
Una muestra más de esta gran afición, que llega sin ninguna perspectiva y “mucha ilusión”. Un poemario que cualquier interesado puede adquirir poniéndose en contacto con el autor en fromero@ceuta.
–Se vuelve a dejar llevar por la poesía. ¿En qué se ha centrado en este poemario?
–Se trata de un libro corto de poesías cuyos temas principales son el amor, pero no como algo carnal y tangible, sino como sentimiento universal y atemporal. También sobre los recuerdos vividos y anhelados y las alegría, y sinsabores que te regala la vida misma.
–¿Qué relación tienen las rimas y el mar a lo largo del libro?
–Utilizo el mar como nexo entre la realidad y el mundo poético. Del mar me ayudo para hacer metáforas y conectar mis pensamientos con los versos a través de palabras relacionadas con él como las olas, las espumas, orillas, arenas, etc.
–¿Por qué decidió ilustrar la portada con la playa de Juan XXIII?
–Yo siempre la he llamado ‘la fábrica’ porque antes había una fábrica de conservas de pescado al lado. Desde que le puse el título al libro tuve muy claro que la portada sería mi playa de la infancia y juventud con la ‘Piedra Gorda’ y la ‘Piedra del Pineo’ al fondo. ¡Qué alegres recuerdos aquellos!
–¿Qué le ha incitado a regresar a la poesía?
–Cuando publiqué ‘La voz arrojada’ me dije que quizás sería el último libro que escribiese. Sin embargo, tras releer el libro de Gabriel Celaya, ‘Cantos Iberos’, sentí nuevamente ganas de coger lápiz y papel y así surgió este libro. Lo escribí en dos semanas.
–Nombra a Gabriel Celaya como escritor de cabecera. ¿Qué otros le inspiran?
–Siempre suelo decir lo mismo, los poetas que más admiro son Antonio Machado, Mario Benedetti, Pablo Neruda, Miguel Hernández, Luis Cernuda, Blas de Otero, Gabriel Celaya, Alberti…, poetas comprometidos con su tiempo y la sociedad, y Vicente Aleixandre al que nombro al principio del libro, y a modo de homenaje utilizo constantemente en mis nuevos poemas la conjunción disyuntiva ‘o’ que tan magistralmente utilizaba este gran poeta.
–¿Qué espera de este nuevo libro?
– Escribo por placer, no para lucrarme, es más, siempre los regalo a mis familiares, amigos y compañeros. Lo que sí me gusta es que me hagan algún tipo de comentario (si les ha gustado, si no les ha gustado y el porqué). Me duele cuando los regalo y no me dicen absolutamente nada.
Sus arrugas son el escaparate del paso del tiempo y de las dificultades que las…
Como casi todos los sábados, el precio del tabaco para los fumadores de Ceuta y…
Los detenidos en la operación antiterrorista llevada a cabo este viernes en Ceuta serán puestos…
No es difícil entender al ciudadano cuando manifiesta sin cortapisa alguna la incredulidad y desconfianza…
Generalmente, sobre todo cuando somos jóvenes, no reflexionamos sobre el porqué de nuestras motivaciones y…
A veces me gustaría tener una mente plana, sin atajos ni desvaríos. Mente que calmar…