Los camiones que este sábado por la noche se disponían a embarcar en Ceuta rumbo a la Península portaban, sin el conocimiento de sus conductores, algo más que la carga. Los guardias civiles del control del puerto interceptaron a ocho polizones que, ocultos en estos vehículos, pretendían cruzar el Estrecho de Gibraltar de forma irregular y aprovechándose del tráfico constante entre ambas orillas.
Los transportistas colaboraron en todo momento con las autoridades hasta que los magrebíes, con toda probabilidad súbditos marroquíes, pudieron salir de los engranajes de los camiones no sin dificultad. Como contorsionistas, estos extranjeros tratan de viajar escondidos en los camiones. Aprovechan cualquier despiste del conductor, ya sea al repostar combustible, esperar la carga, maniobrar o detenerse durante la circulación para, acechando en cualquier esquina, correr hasta colarse con sigilo y sin que el propio conductor se percate de que están entrando en su vehículo sin consentimiento.
El riesgo de esta práctica es para ambos protagonistas, el voluntario y el fortuito: el inmigrante puede caer y morir atropellado por el propio vehículo o sufrir otro tipo de daños si encuentra su escondrijo donde no debería; y para el transportista, que puede verse implicado en un accidente de gravedad sin comerlo ni beberlo.
La presión migratoria en el puerto de Ceuta, no solo sobre los camiones, sino también sobre los barcos o cualquier oportunidad que les suponga un ‘billete’ a la Península, se ha intensificado desde la entrada masiva de personas procedentes de Marruecos a mediados de mayo. El blindaje de las zonas restringidas, un esfuerzo ingente por parte de la Autoridad Portuaria, no obstaculiza las incursiones de estos extranjeros, muchos de ellos menores no acompañados (MENA), que solo buscan su pase a la Península.
Su presencia en estas instalaciones viene acompañada de reyertas, incendios, molestias a los profesionales que operan en el sector portuario y preocupación no solo a quienes afecta directamente, sino al conjunto de la población.
El Instituto Nacional de Gestión Sanitaria el Ceuta informa de que, desde ayer hasta este domingo, 20 de junio, se han atendido a 38 personas que han llegado a la ciudad autónoma desde Marruecos. Del total de atendidos, 25 han sido en el Hospital Universitario (HUCE) y 13 han sido en Atención Primaria (8 por el SUAP, 5 por el 061).
En cuanto la situación hospitalaria, en el clínico de Loma Colmenar, hay 9 personas que se encuentran ingresadas. El total de asistencias atendidas por Ingesa es de 1.769.
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