“Es difícil que Ceuta se aproveche de los programas de vecindad”

El parlamentario europeo del PP Salvador Garriga llega hoy a la ciudad autónoma para participar en el Foro Ciudadano. Antes de su llegada a Ceuta concedió una entrevista a este medio para hablar de los temas que afectan a Europa, España y, sobre todo, Ceuta.
–¿Cómo puede ayudar Europa a solucionar los problemas de los ceutíes?
–A través de las políticas comunes que tiene la UE y que cubren todos los puntos de vista: educación, juventud, inmigración, integración, lucha contra la discriminación, infraestructuras, medio ambiente y, sobre todo porque son muy importantes, los temas financieros, comerciales y presupuestarios que para la ciudad autónoma tienen una particularidad importancia.
–Como ha dicho, los fondos europeos tienen una vital importancia para Ceuta, ¿sabe cómo está la situación de la negociación de los futuros escenarios financieros?
–Lo sé porque soy el ponente del Parlamento Europeo para las próximas perspectivas financieras -por este motivo no pudo salir ayer hacia Ceuta al tener una reunión de negociación-. En cualquier caso tanto el ponente como los parlamentarios europeos del PP tenemos muy clara la necesidad de corregir lo que ya fue un error en 2006, que era incluir a Ceuta en las zonas de ‘phasing out’ y no mantenerlas en convergencia.
–¿En qué zona pretenden incluirla?
–Ahora está abierta una negociación compleja porque va a exigir menos dinero pero lo que queremos es insistir particularmente en la protección de aquellas zonas que tienen desventajas naturales. Para ello creemos que la mejor reivindicación es considerar a Ceuta y Melilla como zonas que necesitan una protección especial, ya sea con el carácter de ultraperiférica o entre aquellas regiones con especiales desventajas geográficas. Yo quiero ser optimista y pensar que podemos obtener para Ceuta y Melilla determinadas ventajas que no se consiguieron en 2006.
–Hábleme más de la negociación de 2006.
–En 2006 la negociación no consideró en ningún momento a Ceuta y Melilla como zonas específicas distintas de todas aquellas españolas o europeas que sobrepasaban el 90 por ciento de la renta media comunitaria, por lo que le aplicaron los mismos criterios de convergencia estadística que aplicaron por ejemplo en España a Asturias y Murcia, o a otras regiones italianas o alemanas, sin considerar que Ceuta es una zona que se iba a ver particularmente perjudicada por esa consideración de ‘phasing out’ que le hizo perder  unos fondos que en un sitio como Ceuta tienen más importancia cuantitativa que una región como Asturias o Murcia, con más capacidad de desarrollo y menos problemas específicos.
–¿Por qué se produjo así la negociación?
–Desde mi punto de vista porque nunca se quiso considerar la situación de Ceuta y Melilla como específica. Tal vez estaban incómodos con establecer una diferencia que hubiera significado una auténtica pelea en el Consejo por separar esas dos ciudades españolas del resto de las regiones de convergencia, pero yo creo que la primera obligación de un gobernante es defender todo el territorio nacional y, particularmente, los intereses de dos enclaves tan sensibles como Ceuta y Melilla.
Lo único cierto es que se optó por la solución más fácil: no decir nada e incorporarlo al resto de las regiones ‘phasing out’ como Asturias y Murcia. La pérdida de fondos para Ceuta aunque la compensaran con 50 millones para las ciudades autónomas, resulta que para el próximo periodo de programación que se haga a partir de 2013 ya partimos desde un suelo excesivamente bajo, si encima se pierden más fondos estructurales podría suceder que Ceuta y Melilla no los tuviera para el siguiente periodo, lo que sería particularmente grave. Otra de las alternativas que propone la UE es el incremento de los programas de vecindad, y para ésto se necesita un vecino que quiera colaborar, que están muy bien para países fronterizos del este con otros que tienen ganas de colaborar y que respetan todos los estatus diplomáticos. Como no es el caso de Ceuta y Melilla, es más difícil que éstas se aprovechen de estas políticas donde sí hay dinero comunitario.
Esta negociación debe ser específica para las próximas perspectivas financieras, y hay que tener el valor suficiente de poner encima de la mesa todos los intereses españoles en esta materia.
–Entonces, que no se consiguieran estos logros en 2006 se lo atribuye al Gobierno de la Nación y al PSOE.
–Claro, nosotros no gobernábamos por aquel entonces y el resultado es que se metieron a Ceuta y Melilla en una calificación de ‘phasing out’ donde, sinceramente, no deberían haber estado.
–La Ciudad Autónoma pretende tener una presencia permanente en Bruselas a través de la oficina de Murcia para mantener informado tanto al Gobierno como a los empresarios de las ayudas europeas. ¿Qué le parece esta iniciativa?
–Siempre positivo, pero doblemente positivo en cuanto lo que se plantea es la economía de medios y la modestia. Yo llevo muchos años en Bruselas y he visto fracasar grandes embajadas regionales creadas con muchos menos y al final resultaban ser más una oficina de propaganda para determinadas comunidades autónoma. Lo que ha hecho Ceuta ha sido hacer una economía de escala y aprovechar para tener presencia donde hay que tenerla: en Bruselas, con unos medios modestos adecuados a los tiempos que se viven pero tener información de primera mano.
Las oficinas cumplen una gran labor por muchos motivos. Primero son la conexión, en este caso, entre el Gobierno de la Ciudad Autónoma y Bruselas, y por otra parte funcionan como una manera de mover a los propios diputados europeos a que conozcamos la realidad y la problemática, en este caso ceutí, para poder arrimar todos el hombre para solucionarlos. Muchas veces los programas se solucionan con iniciativas prácticamente personales de los diputados europeos. Por tanto, si ésto va a servir para que el Gobierno de Ceuta esté más encima de los diputados europeos me parece una iniciativa perfecta.
–Hablemos ahora de la labor del PP en el Parlamento Europeo, ¿de qué manera contribuye al desarrollo de Europa?
–Desde nuestro punto de vista lo más importante ahora, y creo que por ello el PP europeo ha ganado la mayor parte de las elecciones europeas celebradas en 2009 en parte de los Estados miembros, es hacer una respuesta coherente y común a la crisis económica. También es el objetivo fundamental del PP español contribuir desde Europa a solucionar la situación de crisis y la falta de crecimiento en el empleo, lo que se hace a través del presupuesto comunitario y de las diferentes políticas que Bruselas va aprobando cada año. El PP es particularmente activo en todas aquellas políticas que buscan el incremento de la competitividad y la salida de la crisis con el aumento del empleo. Hay una batalla ideológica profunda dentro del Parlamento Europeo con un Grupo Socialista que intenta aplicar las mismas políticas que han llevado a la crisis económica general en Europa y, particularmente, en España. Después de las últimas elecciones europeas, la batalla política en el Parlamento está muy está muy establecida entre el Grupo Socialista y el Popular en cuanto a las recetas para salir de la crisis.
–¿Qué es lo que se habla en el Parlamento de la situación económica española?
–Que es muy preocupante para todo el mundo en cuanto a que el tamaño español hace que cualquier crisis en la deuda española en el exterior causa unos problemas de inestabilidad muy grandes en el euro. Incluso en los nuevos planes de rescate que se están empezando a elaborar en la UE  la situación de España tiene una consideración especial porque el mecanismo de rescate europeo no tiene previsto en estos momentos rescatar unos niveles de deuda tan grande como los españoles. Ésto podría dar lugar a que si se quieren mantener a todos los países en la zona euro se establecieran dos tipos: aquellos con una mayor salud financiera y otros con una menor. Si eso se produce así y España queda en ese segundo grupo de países tendríamos mucho más difícil financiar nuestro desarrollo en los años futuros. Por tanto, vivimos unos meses decisivos para el futuro económico y financiero español y nos tememos en el PP que no estamos en las mejores manos para llevar adelante estos meses.
–¿Prevé, entonces, que en algún momento habría que salir al rescate de España?
–Todos pensamos que no sea necesario pero vivimos día a día. Comentábamos ayer en el Parlamento que nunca jamás los diputados habíamos estado tan pendientes de una subasta de bonos: ayer -por el pasado miércoles- la portuguesa y hoy -por ayer- la española. Cuando existe tanto interés por las subastas de bonos es que realmente la preocupación se extiende. Hemos salvado esta primera bola de partido y esperamos que se pueda seguir salvando en el futuro pero sería engañar a la ciudadanía decirle que no existe un alto riesgo de problemas financieros para España en los próximos meses.