Casi todos en Ceuta han escuchado hablar sobre ese misterioso hombre que todos los días recorre la ciudad, incluidos los montes. Se ha dicho de él que era un ermitaño, que vivía en la montaña y además se abastecía de su propio huerto.
Todos han oído hablar de él, pero muy pocos lo conocen. Es por ello que FaroTV salió a buscarlo para conocer su historia.
Se llama Luis Fernández y aunque resulte una sorpresa para muchos, vive en Ceuta, es el mayor de seis hermanos y está casado, tiene dos hijos, dos nietas y un nieto.
Encontramos a Luis por la zona de Loma Margarita, inconfundible, tal y como lo habían descrito numerosos ceutíes hasta que dimos con él. Con sus pantalones cortos, su mochila y su cómoda ropa para un paseo agradable, además de su pelito blanco, otro rasgo destacable.
Luis sabía que lo estábamos buscando, habíamos recorrido casi tantos kilómetros para dar con él como este andarín recorre todos los días.
Sabe de buena mano que es conocido como si de un ermitaño se tratara y no le sorprende.
Luis Fernández nos ha contado su historia. “Yo todos los días me levanto a las seis y media o siete menos cuarto, ahora que entra el invierno, aunque en verano lo hago a las seis”, explica.
Su recorrido comienza por el Morro, sigue por avenida Reyes Católicos, continúa por la zona del Mercadona, el cementerio de Sidi Embarek, rodea el Quemadero, sube dando la vuelta a La Legión, asciende por García Aldave, donde descansa un poquito y disfruta del paisaje, además de saludar a todos los ciclistas y viandantes.
Tras esta parada continúa hasta Benzú y por la costa llega hasta el centro de la ciudad, y desde aquí vuelve a casa, hasta el polígono.
“Yo conozco a toda Ceuta, pero de ir andando, después por la calle no conozco a nadie porque no me quedo con las caras, nos saludamos pero no me quedo con las caras”, revela Fernández entre risas.
Y el dato que dejará a todos con la boca abierta es que…. Luis Fernández vive en la ciudad, a pesar de que muchos creían que vivía aislado en la montaña.
“Lo que pasa es que la ciudad la dejo para cuando estoy ya harto de andar”, añade Fernández.
Fernández nunca sale sin su mochila. ¿Qué esconde este ermitaño de ciudad en ella? “Guardo los secretos. Papel, lápiz, documentación, normalmente llevo fruta, mi gorrita para cuando hace sol, mi móvil, que es el que me marca todos los kilómetros, también llevo mascarillas y una bolsa porque de vez en cuando cojo alguna flor para sembrar”.
Fernández asegura que sus salidas son para divertirse, y que además siempre lleva papel y boli para apuntar contactos de nuevos amigos que le ofrece su caminata. Y como no podría ser de otra manera, el agua nunca puede faltar.
Además, Fernández se inspira en la naturaleza y de vez en cuando escribe poesías que envía a una de sus hermanas.
Luis Fernández cuenta que este hábito lo hace “por todo un poco” pero más bien por salud. “Trabajando me levantaba a las seis, seguí con esa rutina y ya llevo seis años. Me dice la gente que no envejezco, aunque yo creó que sí, tengo ya 70 años”, dice con un tono simpático.
A este andarín le encantaría ser un verdadero ermitaño y vivir en la montaña, pero “la mujer no quiere, no hay quien la saque de aquí, no puedo con ella y tampoco me la quiero llevar”, dice riéndose.
“La naturaleza me encanta, la montaña me da vida. Cuando cojo toda la parte de la costa, pues la playa también me gusta y cuando llego a Benzú me doy mi baño. Voy preparado con mi ropa y mi toalla para cambiarme”, relata este peculiar ciudadano de Ceuta.
Admite Fernández que sus caminatas le han ofrecido amistades que se han consolidado hasta salvarlo de apuros.
“Yo animo a todo el mundo a que salga a andar por la mañana, no hace falta que sea a las seis, puede ser a las ocho y media. También he conocido andando a personas de 80 años, pero es la juventud a la que parece que no le gusta salir a andar”.
Luis anima a todo el mundo a andar y no miente al decir que el primer día puede hacerse pesado y aburrido, pero “de eso nada. Cuando lleve tres días le encantará. Yo llevo ya seis años enganchado a la naturaleza, al andar y a disfrutar de la vida, es que me encanta”, concluye Luis Fernández.
Este encuentro ha sido muy agradable y enriquecedor. Es un hombre con una vitalidad y energía envidiables, además de presentar unos gemelos pulidos y un morenazo que muchos quisieran, todo esto natural, gracias a sus salidas matutinas que lo han hecho famoso en toda Ceuta.
Ahora, todos aquellos que querían conocer la historia de ese misterioso hombre pueden encontrarla aquí, en El Faro de Ceuta.
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