Una vida dedicada a la
música, su pasión. El flamenco le recorre las venas, ya que le viene de familia. La guitarra es su musa. Una compañera inseparable con la que ha visitado cientos de lugares alrededor del mundo. Su estilo es único. Bebe de artistas relevantes de este panorama musical, como Camarón de la Isla o Paco de Lucía. Él se considera fan número uno. Ellos ya no están, pero Tomatito (Almería, 1958) los tiene en el recuerdo ya que ha trabajado mano a mano con ambos. Encima de los escenarios. Cómplices, amigos y excelentes profesionales. Esos sueños de joven se hicieron realidad. Al igual que esta tarde Ceuta vivirá el sueño de tener presente al almeriense en el Teatro Auditorio del
Revellín gracias a la LI Edición del Festival de Flamenco. El son de su guitarra sonará acompañado de otros artistas más. Entre ellos, su hijo. Este arte universal resonará por toda la ciudad autónoma.
–Una vida como la suya tiene para escribir varios libros. A los 16 años empezó a tocar con Camarón de la Isla, pero, ¿lo suyo viene de familia o se lo encontró el flamenco por sorpresa? –Siempre he estado pegado a una guitarra. Desde pequeño me atrajo, nadie me la impuso. Además, solo hay que ver que siempre he estado rodeado de artistas. ‘Miguel el Tomate’ fue muy abuelo y el ‘Niño Miguel’, mi tío. Además, mi padre también hacía música, pero en casa.
–¿Cómo hizo Camarón para contar con usted en sus conciertos? –Camarón solía ir a la Taberna Gitana de Málaga donde yo me crié. En uno sus conciertos, parece que le faltó el guitarrista y para cubrir esa baja, le recomendaron que fuese yo. Esto fue un sueño porque era muy fan de él. También lo era de Paco de Lucía.
–¿Qué le diría a ese niño de 16 años, sabiendo todo lo que le esperaba por delante? –Que he tenido mucha suerte, la vida me ha sonreído en ese aspecto. El niño que fui no se lo creyó hasta muchos años después. Empiezas en este mundo como si se tratase de un juego y cuando te das cuenta, ya eres mayor y con muchas responsabilidades.
"Estoy agradecido por todos los premios recibidos, pero sinceramente no pienso mucho en ellos"
–El fallecimiento del artista se convirtió en un duro palo para usted. ¿Superó la pérdida de Camarón? –No. Lo pasé mal. Me hice solista por esto, por la desgracia que me supuso. Incluso me replanteé si dejar la guitarra y meterme en otro oficio.
–Más de 30 años en los escenarios, cuenta con premios Grammy, el Max de Artes Escénicas, el César de Francia, entre otros. ¿Cómo se asumen todos estos reconocimientos? –Estoy muy agradecido por todos estos trofeos, pero no pienso mucho en ellos. Pienso en el día a día, en el concierto que tengo hoy en Ceuta. Un
reconocimiento es bonito y agradable, pero lo que realmente tienes que demostrar es el trabajo diario, continuar con las mismas ganas. La vida es otra cosa más allá que los premios.
–Hablamos de premios, pero ni decir que también compartió con Frank Sinatra y Elton John. –Aún lo recuerdo como si fuese ayer, aunque esto ocurriera en el año 1993. Esto fue una experiencia espectacular.
–Ha llevado su música a lugares como Estambul, Moscú, Nueva York, Tokio, Abu Dhabi... ¿Cómo es el público que lo recibe? –También he estado en Rumanía y a Tokio suelo ir todos los años. Al público no suelo diferenciarlo porque cuando vienen es porque saben qué es lo que se van a encontrar.
–A la vista queda que el flamenco es un lenguaje universal. –Universal y no menos importante, Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
"Mi idea es acabar el nuevo disco a final de este año y lanzarlo el próximo para comenzar a moverlo"
–¿Qué opina de quienes defienden que el flamenco debe mantenerse en su estado puro? –En este tema no quiero entrar, no me gustaría opinar. Pero en 1979 lancé ‘La leyenda del tiempo’ junto a Camarón. A él le dijeron de todo menos bonito porque el disco marcó entre el flamenco y la fusión con el rock andaluz, el jazz y otros estilos. Incluso metimos instrumentos que no se estilaban en el mundo de este arte. En una entrevista ya dijo Camarón que no pasaba nada por esto, que dentro de 20 años ya entenderían sus palabras. Al final se ha salido con la suya.
–José Mercé en una entrevista dijo que le gusta Rosalía, pero que lo que hace no es flamenco. ¿Cómo percibe el talento de esta artista? –Me gusta porque gracias a ella, quizás, gente que no conocía el flamenco, ahora sabe a qué suena. Esta artista ha hecho bien. Ella alude en una de sus canciones a Camarón de la Isla y personas que no tuvieran idea de quien fue este artista ahora puede que lo escuchen gracias a esta alusión. Esto mismo ocurrió con él, que gracias a sus discos, se pudo saber quiénes fueron ‘La Niña de los Peines’ o Manuel Torres. Estos fueron gente del flamenco antiquísimo, que aún perduran en el tiempo y se siguen escuchando.
–¿Colaboraría con Rosalía? –Claro que sí, ¿por qué no? Además, ella es muy amiga de la familia, de mi hijo José. Ellos hablan de vez en cuando y yo estaría encantado si en algún momento le hace falta. Pero vamos, ella no lo necesita porque tiene mucho talento.
–Y de cara al futuro, ¿pensamiento de lanzar nuevo trabajo? –Sí, ahora mismo estoy preparando un nuevo disco de flamenco. El último fue ‘El Concierto de Aranjuez’ (2019).
–¿Contará con colaboraciones? –Por supuesto. Siempre pongo la voz de Camarón y en algunos casos fragmentos que nunca antes se le ha escuchado. Ni en sus discos.
–¿Para cuándo tiene previsto ver la luz? –Mi idea es dejarlo acabado a finales de este mismo año y publicarlo en 2023. A partir de entonces, lo empezaré a mover.
–¿Qué se encontrará el espectador en la LI Edición del Festival de Flamenco de Ceuta? –Un espectáculo increíble. Recordaremos a grandes artistas como lo fueron Paco de Lucía o Camarón de la Isla, quien ya estuvo en esta ciudad. Además, no vengo solo, sino que me acompañan otros cantaores, entre ellos mi hijo Jose ‘El Tomate’.