Entrevista a Claudio Tinoco, el maestro puesto en libertad

El pasado jueves abría el Pasacalles del colegio Ciudad de Ceuta; el primero, encabezando un Carnaval dedicado a las Olimpiadas, sin pensar que poco después vendrían a detenerlo tras interponerse una denuncia en su contra. A partir de ahí, el bloqueo. A partir de ahí, el momento de no llegar a comprender qué está pasando, de intentar asimilar por qué le detienen, por qué le llevan a dependencias policiales y por qué termina encerrado en un calabozo privado de libertad, alejado de su familia, de sus compañeros de trabajo y de su vida.

Así cambió, en cuestión de momentos, la de Claudio Tinoco, maestro del ‘Ciudad de Ceuta’. Así cambio, de manera brusca y radical, como llegan esas cosas que uno nunca espera. Hoy Tinoco se encuentra en libertad mientras en los juzgados sigue el procedimiento judicial para esclarecer qué hay detrás de la denuncia interpuesta contra su persona por un presunto delito de abusos sexuales. En esta entrevista con FaroTV, después de recobrar –o al menos intentarlo- cierta normalidad, quiere agradecer el apoyo mostrado por sus compañeros de profesión, por amigos, familiares e incluso personas que no conoce pero que quisieron respaldarlo.

-¿Cómo se encuentra después de todo lo ocurrido, de su puesta en libertad?

-Contento, sobre todo por la familia, porque ha sido más de un día muy duros. Todo ha sido súper rápido, sin tiempo a pensar en nada. Ha sido de estar trabajando en el centro con los niños, de estar en un pasacalles y fueron a detenerme por presunto abuso de menores. Ha sido todo muy duro, muy rápido. Es bastante complicado asimilarlo. Lo estoy intentando ahora porque he pasado, en 24 horas, de dormir en una cárcel de 3 metros por uno y medio a dormir con mis niñas y mi mujer en la casa. Ha sido todo muy brusco.

-Esa misma mañana estaba en el pasacalles del colegio, en primera línea…

-Estaba disfrazado, primero con mis compañeros… Fue un estado de shock, no te lo esperas, dices… ‘qué he hecho, si solo hago mi trabajo, dar clases de Educación Física’. Y me acusan de un delito… que no sé, no sé por dónde viene, qué he hecho… Soy un delincuente, me miran como un monstruo, un depredador, un degenerado… Es un poco estado de shock, pasar de ser muy feliz, de tener una familia que te quiere, dos niñas, una mujer, una familia genial y amigos… a sacarte de mi plaza que me la saqué recientemente, era mi vocación y siempre he pensado en conseguirlo. Y cuando lo consigo, me salen estas acusaciones que te rompen todos los esquemas. De ser súper feliz a ser la persona más hundida del mundo.

- Mientras estaba en el calabozo, en cuestión de horas salió gente a la calle para apoyarle…

-Sí, yo no tenía ni idea porque estaba incomunicado, mi abogado me comentaba que se estaba liando una gran movilización fuera de compañeros y amigos. Y eso me daba fuerzas porque lo estaba pasando bastante mal, eso de que te esté ayudando gente que me conoce o que menos, eso ayuda mucho.

-¿Ha podido ver después algunos de esos vídeos?

-Sí, no tengo todavía mi teléfono móvil porque lo están estudiando, pero a través del móvil de mi mujer he visto todo, cómo se ha ido moviendo, a través de whatsapp, mensajes de distintos colegios, vídeos de apoyo… Todo esto… Lloras de alegría y emoción porque ves que tanta gente te apoya.

-Y que esa gente estaba también el viernes, a las puertas del Palacio de Justicia, confiando en que saliera en libertad…

- Sí, estaba familia, amigos, gente que me daba la enhorabuena. Te sientes respaldado y muy querido. Es de agradecer.

-Ahora el procedimiento judicial sigue su curso y toca esperar…

-Sí, esperar que se aclare todo porque esto es un proceso que tardará meses y a esperar que todo se aclare, que todo sea definitivo y se acabe todo.

-Sobre todo, ante esas denuncias tan delicadas, para un maestro que está en contacto con los niños, ¿cómo se vive esa indefensión?, porque hay un temor que puede quedarse en la subjetividad de cada uno que le puede afectar para seguir trabajando después de esto.

-Son cosas que no se pueden olvidar porque se pasa fatal. Ha sido muy fuerte lo que he vivido, intentas que vuelva a su normalidad, con el tiempo todo irá a mejor. No sé, veo súper injusto que alguien me acuse de un delito y a partir de ese momento el protocolo a seguir es que te ponen las esposas, te acusan de un delito que es presunto abuso de menores y te tratan con un protocolo como si eres un delincuente más hasta que se demuestre lo contrario. Es súper injusto porque por las palabras de una persona tengamos que vivir lo que hemos vivido. Lo que yo he vivido, lo que Jose está viviendo porque lleva más días (se refiere al otro maestro detenido que sigue en prisión), te meten en un calabozo, te tratan como un delincuente sin hacer nada.

-Esa palabra tan escuchada: vulnerabilidad, en las concentraciones de docentes. ¿Os sentís así?

-Estamos totalmente vulnerables. De hecho cuando me enteré de la detención de mi compañero Jose, que también es amigo, dije a mis compañeros que estábamos indefensos, que en cualquier momento una persona podía hacer una denuncia y por el mero hecho de trabajar con niños estamos expuestos a que nos detengan. Y así ha sido, lo dije el martes y el jueves me estaban deteniendo.

Es lo que decimos todos, que estamos vendidos, cualquier persona que trabaja con niños está vendida. Que habrá casos que sí, otros que no… pero vendidos estamos. El procedimiento creo que no es el que se debe seguir, me podrán quitar el pasaporte, el DNI, dejarme incomunicado en la casa pero que me encierren en un calabozo hasta que haya un pre-juicio en el que vean que hay o no indicios es traumático y pienso que eso se debe arreglar porque no es justo para personas inocentes como yo, como José seguro… No es justo, nada justo. Es lo que hay que cambiar, no solo para el cuerpo de maestros, incluso un médico pediatra, personas que trabajan por la tarde con niños en fútbol, baloncesto lo que sea… estamos expuestos a que seamos denunciados porque alguien diga que hemos abusado. Que sepa todo el mundo lo que puede vivir por el hecho de trabajar con niños, el protocolo debe cambiar porque no es justo.

-Queda algún mensaje que transmitir después de todo lo vivido…

-Sí, dar las gracias a todas las personas que se han movilizado en apoyo a mi persona, por el trato de la Policía Nacional y Local a pesar de hacer el protocolo que debían seguir porque me han tratado muy bien la verdad. Y exigir un apoyo de todos: sindicato, Ministerio, cuerpo docente para que esto no siga ocurriendo. Dar mi apoyo también máximo a la familia de Jose Rojas, que lo está pasando fatal porque lleva más días. Lo han tenido que mandar a una cárcel de Algeciras porque aquí dentro no tuvo la suerte de tener el juicio que he tenido yo, las acusaciones son distintas. Lo han tenido que mandar fuera porque los presos estaban metiendo caña y por su integridad física lo han tenido que mandar fuera. Me alegro mucho de que el lunes tenga otro juicio, espero que quede en libertad y le doy apoyo incondicional a su familia que lo está pasando fatal, debe ser un infierno para ellos.