Nana Pure es el nombre artístico de Yolanda Fernández Calderón, una ceutí de 32 años que se está labrando una interesante carrera musical como DJ. El verano es un no parar para las personas que se ponen a los platos y vive con los horarios totalmente cambiados hasta el punto de que es difícil contactar con ella entre actuaciones, viajes y el necesario reposo que pide el cuerpo después del subidón que supone conectar con el público a través de la música.
Esta titulada como ingeniera de edificación, en 2019 dio un vuelco a su vida estudiando un máster de Producción Musical. “De pequeña hice cinco años de piano en el conservatorio, cosa que me ha ayudado mucho a la hora de entender mejor la música”, explica alguien que en dos años desde sus primeras pinchadas se ha hecho un hueco en la escena con un trabajo que define como “una retroalimentación de buen rollo”. Ahora mismo vive a medio camino entre Ceuta y Málaga y tiene claro lo que echa de menos cuando está fuera: “La familia, sentir el poniente en la cara y los pinchitos morunos”, afirma esta DJ cargada de energía.
–Si pinchas reguetón, no vas a tener problema. En mi caso, lo tengo bastante crudo. Por eso resido la mitad del tiempo en Málaga y desde allí me voy moviendo. El 98% de la oferta de los locales en Ceuta es de reguetón y te garantizo que somos varios los DJ’s caballas que no conectamos con ese estilo de música y nos tenemos que ver en la tesitura de cambiar de ciudad o dedicarnos a otra cosa.
"Llevo poco tiempo a los platos pero me tomo muy en serio mi trabajo: quiero hacerlo lo mejor que pueda"
–¿Cómo llegó a este ámbito?
–Pues llevo muy poquito tiempo. En febrero de 2020 tuve la oportunidad de estrenarme por primera vez en la Sala Spectra en Málaga, que ahora se llama The Club. De manera amateur, desde muy pequeña he tenido mucha curiosidad por la música… Me grababa cintas de cassettes y cedés como si fuesen sesiones en el orden que mi cabeza organizaba y si escuchaba el cedé entero y no me cuadraba, volvía a grabarlo con un nuevo orden para que tuviera coherencia. Es lo mismo que hago hoy en día.
–¿Por qué decidió dar ese vuelco profesional tras haber estudiado algo totalmente opuesto?
–Mientras terminaba el TFM de un máster de arquitectura que estaba estudiando, me levanté una mañana y dije “hasta aquí”. Comencé un máster de Producción Musical y DJ en octubre de 2019 y terminé a final de febrero de 2020. Dos semanas después nos encerraron en casa tres meses. No había locales abiertos, pero sí tenía tiempo tanto para hacerme con una buena biblioteca como para desarrollar habilidades. Al abrirse otra vez la veda, empecé a llamar a todas las puertas y estuve todo el verano trabajando en chiringuitos, de lunes a viernes como camarera y el fin de semana como dj… Creo que libré dos días en todo el verano.
–Considero que he tenido mucha suerte; empecé pinchando en chiringuitos como Sonora Beach Club, La Inopia o Yucas Mare y dos años después he tenido la oportunidad de pinchar en festivales como El Milanito en Valladolid, Sun&Snow en Sierra Nevada o Etnosur en Jaén. Lo de Etnosur fue un regalo. Por la tarde pinché como Nana Pure y, según tenía entendido, iba a pinchar en un camping por lo que me preparé una sesión mucho más íntima, con poca intensidad y bajos bpm (beats por minuto). Al llegar al puesto de información del festival y señalarme la torre en la que iba a pinchar se me hizo un nudo en el estómago y me puse blanca. Estuve improvisando, disfrutando, sudando y temblando durante dos horas. Después, por la noche, volví a actuar en el festival en el proyecto African Flamenco G’nawa, junto al bajista multidisciplinar Pepe Bao, al cantante y guitarrista marroquí J’bara, y junto al cantante senegalés Sidy Samb. Ese día se me quedará grabado en el corazoncito para los restos.
"Intento conectar con las personas y hacer que por un ratito se olviden de las miserias diarias"
–¿Cómo se afronta una sesión en directo?
–Llevo muy poco tiempo a los platos pero me tomo muy en serio mi trabajo. Siempre quiero hacerlo lo mejor que pueda y sepa, intentando hacer una composición coherente y con mezclas creativas. Impone mucho hacerlo sin saber qué tema vas a meter después y para tanta gente.
–¿Y qué siente cuando pincha?
–A ver cómo lo explico ¿Sabes esa sensación de cuando ‘haces match’ con alguien? Pues imagínate la sensación de hacerlo con varias a la vez. Dentro de todos los estilos con los que trabajo, siempre lo hago con música alegre y enérgica; conectar con las personas a través de la música y hacer que por un ratito esas personas intenten olvidarse de las miserias diarias, saquen las malas vibras junto a ti y te regalen sonrisas.
–¿Cuáles son sus influencias?
–En cuanto a estilos musicales el nu jazz, bogaloo, funk, disco o el house. Busco tanto música antigua como actual, me gustan los temas frescos, cargados de groove, con ritmo guasón y con voces potentes como las de Jocelyn Brown o Aretha Franklin.
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