Diez mil kilómetros son muchos metros, y en ellos caben muchas similitudes pero también muchas diferencias, las que caben en un océano y un par de continentes. Eso es lo que ha encontrado el entrenador de fútbol Iván Chaves en los casi cinco años que lleva viviendo y trabajando en Perú. Chaves ha regresado a España, tras más de un año para renovar su licencia de entrenador UEFA, algo que los 600 entrenadores españoles, que ostentan esta titulación, han de hacer cada tres años. Iván Chaves se vio en la obligación de realizar el viaje pese a lo elevado del precio del billete de avión, dado que en caso de no hacer esta renovación, perdería su acreditación para entrenar fuera de España, y para recuperarla debería regresar de Perú, entrenar a un equipo de categoría nacional durante un año, y tras eso esperar un contrato desde Perú para entrenar para poder volver a ser entrenador UEFA. Ante tal tesitura, a Iván no le quedó más remedio que hacer oídos sordos al precio del billete, hacer las maletas y presentarse en Las Rozas, para el curso de 15 horas de formación que establece la Federación Española de Fútbol, donde coincidió con ‘lo mejorcito de cada casa’: “estaba sentado delante de Fernando Hierro y Alcorta, y yo me sentí como Fernando Redondo, esperando a ver si me pasaban la pelota”. También tuvo la oportunidad de asistir a la charla que impartió en seleccionador nacional Luis Enrique, de quien destaca su cercanía, “cuando le vemos en una rueda de prensa de la sensación de ser un tipo seco, pero luego en persona encantadora”. Pero no fue Luis Enrique el entrenador que más sorprendió a Chaves fue Javi Gracia, al que describe como una persona muy humilde.
Para obtener esa titulación de Nivel III que le dio acceso a la de UEFA. Hay una historia, y no poco curiosa. Desde que Iván recuerda, su deseo era ser entrenador pero por unas cosas o por otras no se ponía a ello, y cuando lo hizo, se dio cuenta de lo difícil que se ponía hacerse con el último paso, el III, dado que en Ceuta no se impartía este curso. Pero por cosas que pasan, siendo jefe de estudios del comité de entrenadores de la federación ceutí, hubo de desplazarse a Madrid, donde coincidió con Gines Melendez, entonces director nacional de entrenadores, al que sorprendió haciéndole la petición del curso de máximo nivel para Ceuta, y Meléndez dio su visto bueno, aunque no queda claro si éste se había percatado al 100% de lo que había solicitado Chaves, porque cuando llegó el momento, ya con los alumnos para el Nivel III inscritos en Ceuta, la española no daba el visto bueno, pero ante la presión de los muchos entrenadores inscritos para llevarlo a cabo, a la española no le quedó más remedio que ceder. “Muchas veces mis compañeros del curso me recuerdan que gracias a mí se hizo el curso en Ceuta”. Pero la renovación de su licencia UEFA no es lo más interesante que tiene que transmitir Iván Chaves. Cantolao es un ‘casa’ futbolísticamente hablando en Perú. Es el primer club que le dio la oportunidad de trabajo en el país sudamericano, y a donde siempre vuelve. En estos cinco años que Chaves está en Peru ha tenido muchas veces que empezar de ‘cero’ porque “esto no es tan fácil como la gente se piensa”. El mundo del fútbol es tan diferente como parecido a diez mil kilómetros de distancia. Mundo de intereses personales y económicos, donde si ‘no tienes padrino no te casas’. Y pese a tener un ‘hombre’ al otro lado del Atlántico Iván Chaves ha visto como se le cerraban las puertas, pese a ser un ‘profesor’ muy valorado por sus alumnos. Algo constatable para aquellos que le sigan en redes sociales.
Muchos clubes son en los que ha estado Chaves en estos cinco años. También pasó por la Federación Peruana, donde ha constatado que el fútbol de categorías en Perú sigue siendo el del niño que juega en el calle, algo que se ha perdido en Europa. Ahora Iván disfruta de unos días en Ceuta, ciudad que siempre tiene en mente y de la que le emociona hablar, donde comparte momentos con su familia y amigos antes de regresar a Lima, y de nuevo cargarse de paciencia esperando que le llegue esa oferta definitiva que le suponga el espaldarazo necesario para hacerse con un ‘nombre’ en el país que le ha ‘adoptado’ por matrimonio, pero mientras llega diciembre y el nuevo ciclo, seguirá siendo el ‘profe’ Iván Chaves, el español.