Moumine Traore, uno de los fallecidos durante las redadas a inmigrantes en Marruecos, ha sido enterrado en Kenitra, ciudad situada al norte de Rabat.
Rodeado por otros compañeros de trayecto, otros subsaharianos que intentan llegar a Europa a pesar de las restricciones impuestas por Marruecos en las últimas semanas, ha recibido un humilde último adiós. El cuerpo de Moumine, nacido en Costa de Marfil, fue encontrado en una morgue. El joven, de 16 años, fue herido tras ser detenido en una de las redadas de las últimas semanas, cuando intentaba escapar de un autobús; más tarde se convertiría en la primera víctima mortal de las mismas.
El costamarfileño trabajaba en el mercado de Tánger, donde fue interceptado, ayudando a llevar bolsas de la compra. En las horas anteriores a su muerte su familia mantenía las esperanzas de encontrarlo con vida, aunque los peores augurios se han confirmado.
El compañero que le acompañaba en el momento de su fallecimiento no corrió mejor suerte. A pesar de que pasó por el hospital, donde estuvo durante varias horas gravemente herido, falleció finalmente. En los últimos días ha sido reconocido y la familia está llevando a cabo el procedimiento para enterrarle, según ha informado la activista Helena Maleno.