El hombre que fue encontrado sin vida en la tarde previa a la Nochebuena, cuyo cuerpo fue rescatado por los GEAS de la Guardia Civil de Ceuta, ha sido enterrado en el cementerio de Sidi Embarek. Ha sido imposible conocer su identidad, dado el avanzado estado de descomposición que presentaba. No consta denuncia sobre desaparecidos y llevaba al menos 3 semanas muerto.
A primera hora de la mañana de este viernes se le ha dado sepultura tras el traslado del cuerpo por parte de la Funeraria Al-Qadar. Ha tenido un entierro digno, se ha rezado por él y se le ha despedido quedando para siempre sus restos en Ceuta, al lado de otros tantos enterramientos de personas fallecidas en nuestras costas de los que nunca se ha conocido su historia.
En el caso de este varón no se ha podido siquiera saber si se trata de un subsahariano o de un magrebí. La Guardia Civil cree que es un inmigrante ya que no consta denuncia previa de desaparición en Ceuta ni tampoco han recibido comunicación de Marruecos. Las pruebas de ADN podrían determinar su identidad si algún familiar se persona en Ceuta. De momento se cierra este triste capítulo de una historia más amplia de desaparecidos y muertes en el mar.
Lo que queda descartado, por el tiempo estimado que llevaba muerto, es que se trata del súbdito argelino reclamado por sus familiares después de que contactaran por última vez con él el 2 de noviembre, cuando decidió cruzar a nado desde Castillejos a Ceuta. La rapidez que se ha tenido en facilitar su entierro tiene que ver mucho con el estado en que se encontraba el cadáver y la inexistencia en Ceuta de depósitos para guardar los cuerpos más tiempo a la espera de facilitar una identificación previa. Ya se han dado varios casos en los que aparecen familiares reclamando cuerpos que ya han sido enterrados.