El titular del Juzgado de lo Penal número 2 de Ceuta dejó visto para sentencia un juicio por un delito de falsedad documental. El acusado, A.B., no compareció a la vista a pesar de estar citado en forma por lo que el Ministerio Público pidió la celebración del juicio en ausencia. La Fiscalía tras escuchar la versión de una de las agentes de la Policía Nacional siguió con su escrito inicial en el que solicitó la pena de 12 meses de prisión, así como una multa de 12 meses a razón de 15 euros diarios con responsabilidad civil subsidiaria en caso de impago. Asimismo, el Ministerio Fiscal interesó la suspensión de la pena privativa de libertad por un periodo de 3 años, con prohibición de residir o acudir a Ceuta.
Los hechos a los que se hizo referencia en este juicio ocurrieron el 11 de marzo del año pasado. Sobre las 11:50 horas, el acusado se encontraba en la estación marítima de Ceuta con la intención de embarcar a Algeciras con un DNI de una tercera persona. La agente de la Policía Nacional a la que le entregó el documento se percató de inmediato que no era él, ya que “físicamente se veía que era otra persona”. En ese momento, la agente procedió a introducirlo en una de las cabinas para comprobar a través de la huella dactilar su identificación, quedando demostrado que el DNI que portaba era de otra persona.
Este hecho es muy habitual en la estación marítima de Ceuta, ya que muchos inmigrantes intentan burlar el control con documentos de terceras personas para poder acceder de manera fácil a la Península.
Por otra parte, el titular del Juzgado de lo Penal número 2 de Ceuta dejó visto para sentencia un juicio por un delito de robo con violencia. El acusado, L.A., se enfrenta a la pena de 2 años de prisión, pena solicitada por el Ministerio Fiscal, mientras que la Defensa reclamó la libre absolución de su representado al no quedar acreditado a su juicio los hechos.
El suceso al que se hizo referencia en este juicio ocurrió entre el 5 y 6 de octubre. La víctima, menor de edad, denunció al acusado por unos supuestos intentos de robos ambos días.
El 5 de octubre el menor explicó que se dirigía a una tienda cercana a su domicilio cuando el acusado le pidió dinero y viendo la negativa de este, le propinó un empujón. Un día más tarde señaló que se encontraba “jugando al fútbol” en la barriada y el acusado, de nuevo, se le volvió a acercar para arrebatarle su teléfono de móvil. El menor se negó y huyó rápidamente a su casa.
El acusado, por su parte, niega esta versión y además alude que el tío de este menor de edad le agredió rompiéndole el brazo. Añadió que debido a su discapacidad, un grupo de jóvenes en el que se encuentra el denunciante, le insulta y le menosprecia diariamente inclusive arrojándole piedras.
Una versión que la víctima no desmintió, aunque dijo que no era él y sí sus amigos.
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