El titular del
Juzgado de lo Penal número 2 de Ceuta ha dejado visto para sentencia un juicio por delitos de lesiones, así como de resistencia seguido contra el llamado I.A., quien ha sido conducido por la Policía al estar en
prisión. El
Ministerio Fiscal solicita la pena de 2 años por cada uno de los 5 delitos de lesiones con los que se le relaciona, así como 6 meses más de cárcel por un delito de resistencia. Además 2 meses de multa a razón de 5 euros diarios por cada uno de los 3 delitos leves de lesiones. El Ministerio Público solicita que una vez cumplidas las dos terceras partes de la condena, el acusado sea expulsado del país por un periodo de 10 años. Los hechos a los que se ha hecho referencia en este juicio ocurrieron en agosto de 2020 cuando las
naves del Tarajal servían como
albergue provisional para los marroquíes que habían quedado bloqueados en la ciudad y se produjo una pelea multitudinaria. Los testigos señalan que estaban jugando a la pelota y que siempre se producían “muchos piques” entre los acogidos. Todos indican, menos un vigilante, que el acusado fue el que, haciendo uso de un palo, propinó golpes causando diferentes heridas a 8 personas. Una vez llegados los agentes, se resistió a su detención con patadas y braceando. El acusado, por su parte, niega todos los hechos y señala que él fue el agredido. No reconoce que hiciera algo más allá de “defenderme de los ataques”. Asimismo relató que nunca cogió un palo para agredir a nadie y que cuando llegó la Policía estaba en el suelo sufriendo agresiones y no contó con la ayuda de nadie. Por último, ha detallado que en ningún momento se resistió a la detención. La versión del acusado cuenta con el apoyo, a medias, de uno de los testigos, el vigilante que prestaba servicio en el lugar, quien ha declarado que vio cómo un grupo de “unas 15 personas” estaban agrediendo al acusado y fue cuando intervino. Al separar, el acusado huyó a la carrera y minutos después volvió con un palo y empezó otra pelea multitudinaria, momento en el que ya se contó con la presencia de la Policía Nacional. Las testigos de la Cruz Roja han declarado que ellas vieron cómo el acusado “con un palo” agredió a las víctimas, pero detallaron que no vieron si el acusado se resistió a su detención.