Hoy estaría Ceuta entera esperando con ansia a la hermandad del Encuentro. El
‘Novio de la Muerte’ de La Legión retumbaría en el corazón de cada ceutí y se apreciarían las primeras lágrimas de emoción de los devotos. Pero, desgraciadamente, el
COVID ha impedido, otro año más, que la hermandad del Encuentro, una de las más queridas de nuestra ciudad, recorra cada rincón de nuestras calles. Otro año la resignación entre hermanos. No queda otra que tener paciencia y fe, y esperar que el año que viene podamos volver a ver las imágenes por Ceuta y que la plaza de África se llene de ceutíes buscando el mejor rincón para estar perfectamente colocados y no perderse ni un detalle.
FaroTV ha estado en la iglesia
Nuestra Señora de África con Andrés Peña y Ángel Sotomayor, capataces del Nazareno y la virgen de la Esperanza respectivamente. Segundo año consecutivo que el virus ha impedido que las imágenes estén en la calle, y eso hace que la ilusión se desvanezca después de un año trabajado. “Por desgracia son dos años seguidos sin poder salir y no es nada bueno porque después hay que volver a empezar. Es lo que nos ha tocado vivir y mucho peor los que han sufrido la enfermedad e inclusive con la muerte. Nosotros nos haremos con las circunstancias y veremos el año que viene qué ocurre”, ha explicado Sotomayor.
El
Martes Santo es uno de los días más esperados por los ceutíes. Muchos son los ciudadanos que esperan cada año con ganas ver la hermandad del Encuentro por las calles de Ceuta y eso se podía comprobar ya que horas antes la plaza de África se empezaba a llenar. “El Martes Santo es un día especial. Te puedo decir que llevo más de 30 años llevando el paso y una vez que se recoge recibo llamada hasta de Venezuela. La gente lo ve de todo el mundo y ahora más fácil con las redes sociales. Es un día muy importante para los ceutíes y para todo aquel que lo sigue”.
La responsabilidad de llevar el paso hace que Sotomayor no disfrute como quisiera. Solo se relaja cuando ya han vuelto a templo y comprueba que todo ha salido correctamente. “Si te digo la verdad, no disfruto mucho. Disfruto más cuando hemos regresado y veo que todo ha salido bien. Antes de salir le pido que todo salga bien, que no se haga daño nadie que es lo más importante. Entonces una vez que está dentro es cuando me quedo tranquilo al comprobar que todo el trabajo está bien hecho y hasta el año que viene si dios quiere”.
Por otra parte, Andrés Peña lleva siendo capataz de Nuestro Padre Jesús Nazareno desde el año 2002, aunque antes había sido costalero de la cofradía. Eso sí, Peña reconoce que lo llevaba mucho mejor cuando era costalero, ya que siendo capataz es demasiada responsabilidad. “No tengo ninguna duda, prefiero ser costalero antes que capataz. Empecé con 16 años, la edad autorizada para salir, lo hice por una promesa y desde entonces disfruté mucho saliendo debajo del paso. El problema es que vas cumpliendo años y tienes que dejar el palo por distintas lesiones. La cofradía me dio esta oportunidad y se lo agradezco. Es un trabajo distinto, una responsabilidad muy grande, porque todo recae en ti y eres los ojos de los costaleros”, añade Peña.
Andrés, desde su experiencia, cree que a pesar de que los costaleros lleven dos años sin estar debajo del paso, no supondrá un trabajo extra cuando se puedan volver a meter, sino que lo cogerán con mucho más ilusión. “Creo que no. Incluso si cabe saldrán con mucha más ilusión después de dos años. Los costaleros, empleando términos coloquiales, están muy enmonados como estamos todos. Pienso que no porque los costaleros: unos con fe, otros con devoción, con ilusión…cada uno está muy concienciado y se preparan. Ojalá se coja con ganas porque en Ceuta hay algunas cofradías que no están todo lo bien que se tiene que estar de costaleros y esto sirva para la costalería el año que viene, si se puede, se coja con más ganas”.
El año pasado durante la Semana Santa tuvimos que estar confinados. Este año, al menos, se puede visitar y celebrar los cultos de cada hermandad. Un respiro para los fieles que alivia las ganas de ver sus imágenes por las calles de Ceuta.
“El año pasado fue tan de repente que no hicimos ni cultos. Este año por lo menos nos quitamos esa espinita pudiendo visitar todas las capillas de todas las cofradías. No olvidemos que los cultos es una situación muy importantes para las hermandades, estamos durante todo el año trabajando y tenemos la Semana de Pasión, pero debemos ser cofrades todo el año y seguir los que nos lleva la religión cristiana sobre nuestros pasos”, detalla.