Final feliz en
la búsqueda de Rafael García, el anciano de 83 años que desapareció este martes en Ceuta. El hombre ha sido encontrado durante la madrugada por voluntarios de Protección Civil. Los efectivos habían activado la búsqueda una vez que la familia denunció su desaparición y el hombre ha sido encontrado con vida, y en buen estado de salud, en un monte cercano a su casa, en Loma del Pez, a donde había ido a "despejarse", según comentó la familia del desaparecido. Protección Civil encontró a Rafael gracias a la ayuda de perros especializados en estos casos, guías caninas K9. Además, este cuerpo, una vez realizado el trabajo, también ha agradecido la colaboración a la Policía Local de Ceuta, a Policía Nacional, a la Guardia Civil, al Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento (SEIS) y al 061.
Según explican, el anciano se había despistado cuando se le encontró en torno a las 3.00 horas de la madrugada, después de estar unas 12 horas desaparecido. Su familia dio la voz de alarma la tarde de este martes. En el momento en que salió de su casa, Rafael únicamente llevaba cuatro paquetes de tabaco y el mismo número de mecheros. Ni documentación, dinero o teléfono móvil. Iba vestido con un pantalón de chandal azul y una camisa de manga corta blanca con rayas.
“Hemos vuelto a nacer y me faltará vida para agradecer todo lo que han hecho”
Han sido doce horas de pesadilla pero finalmente la familia de Rafael García puede sonreír después del final feliz que ha concluido con su localización. “Está bien, se encuentra algo desorientado por todas estas horas allí. A las siete y cuarto de la mañana lo dejamos en casa comiéndose una tortilla francesa”. Son las palabras de la hija de Rafael, Encarnación, quien desde el primer minuto de la desaparición de su padre inició, acompañada de familiares y amigos, una desesperada búsqueda para encontrarlo.
“Nos ha dicho que lo sentía, que no sabe por qué se fue, pero que empezó a andar por la subida del arroyo Benítez y cuando encontró un sofá se sentó porque estaba cansado”. Fue ahí donde lo localizaron, a pocos metros de su domicilio y precisamente en uno de los pocos lugares que no se había recorrido. “Empezamos a bajar, pero no se nos ocurrió llegar hasta el final porque pensamos que mi padre no iba a bajar por esa cuesta. Incluso compañeros de trabajo descendieron algo, pero no hasta el final que es donde se encontraba”.
Pese al agotamiento de estas terribles horas de angustia, Encarnación y su familia respiran aliviados ante la feliz noticia. “Estamos muy contentos, hemos vuelto a nacer y me faltará vida para agradecer todo lo que han hecho para encontrar a mi padre”.
Tras esos momentos tan difíciles, Encarnación tiene un recuerdo para Policía, Guardia Civil, Protección Civil y, en general, todos aquellos que han participado en la búsqueda. “Muchísimas gracias a todos los que han colaborado, me han llamado y se han preocupado por él. Me faltan palabras para agradecer todo lo que han hecho”.