Encarnita, por J.D.Benedicto

Encarnación Guerrero Herrera nació en un pueblo de Murcia el día dos de abril de 1938, o sea que ha cumplido 80 años de edad. Vino a Ceuta para conocer nuevos pueblos de la mano de su tia María, encontrando trabajo bordando durante unos años en una casa muy céntrica de esta villa después de unos pocos de años que fue aquella incursión en esta tierra española, sigue aquí y afincada de por vida sino cambia en el futuro. Pero después de más de sesenta años en este pueblecito creo que no saldrá de aquí.

Conoció a un conocido de este medio José Benedicto Núñez, que durante muchos años estuvo trabajando como linotipista y luego de fotocomponedor, y se casaron allá por el año 1962 en septiembre, y tuvieron en común, cuatro preciosos hijos, tres varones y una hembra de los cuales tres de ellos todavía están aquí viviendo, uno le gustó la península y se afincó en Tarragona.

Fueron muy felices hasta que le sorprendió a su marido la muerte hace tres años y pico y se quedó ella como matriarca de la familia y como misión principal actualmente del cuidado de uno de los nietos más pequeños que tiene actualmente cinco años.

La energía que desprende esta mujer es tan evidente que durante la semana va dos veces al gimnasio en la zona del puerto donde está el centro asesor de la mujer, siendo una de las más longevas del grupo pero con más actividad de todas. Además también dos veces a la semana está recibiendo clases de sevillanas.

Durante toda su vida lo que le ha gustado ha sido confeccionar trajes que fue una de las cosas que le enseñó su madre y gracias a ello hace pocos años fue elegida la reina del carnaval de Ceuta, con una fantasía diseñada por ella donde representaba las estrellas del cielo, que a parte del buen diseño, buena confección, buena elección de las materias primas, también influyó la buena percha que tenía y tiene esta mujer madura pero que sino se le pide el documento nacional de identidad le deberíamos de dar a simple vista una edad muy inferior a la que tiene actualmente, son unos genes muy especiales y que tienen la facilidad de vulnerar y alterar el tiempo en ella, llevó con orgullo su reinado durante un año hasta que fue nombrada otra sustituta.

Activa como las haya esta mujer nos durará mucho en este mundo ya que tiene esos nervios que no la dejan de estar quieta ni un segundo.

A pesar que los médicos siempre están diciéndole que debe de tomarse la vida con más calma. En los años ochenta tuvo de tomar la decisión de dejar las labores de su hogar para tener que ayudar a traer el dinero a la casa, ya que su marido después de un montón de años de trabajo infatigable se quedó de buenas a primeras en la calle, así que tuvieron que tirar del carro con la previa venta de una finca que tenían en un pueblo de Málaga que era donde la familia de ella se encontraban por aquellos día.

Alquilando primero un local en el mercado de la barriada de Erquicia dedicándose a la venta de frutas y verduras que lo llevó junto a su hijo mayor y posteriormente comprando un local en la barriada Juan Carlos primero donde estuvieron tanto ella como su marido durante muchos años defendiendo un comercio dedicado a lo que un supermercado tiene hoy en día es decir de todo.

Ella sacaba tiempo para todo ya que por esa época tenía a una niña pequeña de corta edad pero le daba igual ella era capaz de llevar todo eso y mucho más con lo trabajoso que es una casa con cuatro niños, sin faltar de nada a cada unos de ellos.

Es decir un diez a esta trabajadora nata que de la noche a la mañana salió de su casa a la calle para dar de comer a su prole.

Hoy en día ya he dicho que se dedica a cuidar al nieto menor pero tiene siempre los ojos puestos en todos los demás, no olvidándose de los cumpleaños, santos y cuando se encuentran malos, etc., una polvorilla como se dice hoy en día.

Pero lo principal es el corazón que tiene que no le cabe en el pecho. Todo lo que tiene de guapa lo tiene de bondadosa, espléndida, cuidadosa. En fin que es la mejor madre que he tenido y tendrán sus hijos por siempre.