“¿Que tengo que estar llorando esperando a que me llamen para decirme que mi madre ha fallecido?”, así comenzaba su denuncia hace unos días en El Faro de Ceuta Inmaculada, cuya madre de 89 años llevaba ingresada en el Hospital Universitario de nuestra ciudad desde el miércoles, día 2, por la noche tras decirle que era positivo en Covid-19.
Estaba indignada porque nadie de Ingesa le informaba del estado de salud de su madre y preocupada por si sobrevivía a esto, cómo la cuidarían en su casa en la que ha vivido los últimos nueve años y de los que cinco llevaba sin salir porque estaba impedida. El coronavirus lo pilló sin salir del hogar.
Hay llamadas que a nadie le gustaría recibir. Una de esas es la que recibió este pasado jueves sobre las 22:45 horas Inmaculada. La familia Rodríguez Bermúdez perdía a su puntal: Encarnación Bermúdez López había fallecido. “No es porque sea mi madre, pero es que es verdad que era muy buena con todo el mundo. Ha sido siempre el puntal de la familia y en los peores momentos nos animaba a todos a seguir. Incluso hasta el último momento estuvo pendiente de todos”, lamentó su hija.
‘Encarni’, como la conocían en la barriada O’Donnell, jamás imaginó que en su 89 cumpleaños se desataría el caos. El 13 de marzo comenzaba la crónica de una pandemia no anunciada. Era una mujer fuerte que nació ese mismo día pero en tiempos difíciles, allá por el año 1931.
Una “pionera de su época y una estudiante aventajada” que realizó los dos años de Bachiller en uno. “Quiso ser comadrona. Le gustaban mucho los niños, pero en aquella época a su padre no le parecía bien que tuviera que salir de noche”, contó Inmaculada. Entonces cambió de rumbo, pero sin perder mucho el norte. Se inclinó por estudiar Magisterio.
“Pionera de su época”, buena maestra, excelente cocinera y “una madre maravillosa”
Madre de cinco hijos que enviudó joven tras perder a su marido, Luis Rodríguez Moreno, justo después de la muerte de su primer hijo, el tan conocido chirigotero ‘El Fleki’. Un peso, el de toda una familia, con el que comenzó a cargar sola. Pero este revés de la vida no fue bastante y perdió hace unos nueve años un segundo hijo: el también conocido por ser “el profesor particular de matemáticas José”.
Desde entonces, ‘Encarni’ se fue a vivir con su hija Inmaculada y ahí ha estado hasta hace unas semanas. Una madre, esposa, abuela y bisabuela noble, buena y bondadosa, que a pesar de ser tan castigada por la vida “nunca perdió su carácter trabajador, afable y dicharachero”. La pérdida de dos de sus hijos y su marido no pudieron con ella, pero la neumonía provocada por el coronavirus sí. Con sus manos tuvo que seguir adelante para construir la familia que ahora deja para que vuelen solos.
“Ella nos consolaba a nosotros en lugar de nosotros a ella. Fue una buena consejera y una buena pediatra. Nos enseñó muy bien a criar a nuestros hijos y tal es así que hasta el último momento hemos estado consultándole ya que nunca perdió su memoria a pesar del paso de los años y de los sufrimientos que le ha dado la vida. Incluso continuaba aconsejando a sus nietos y bisnietos en los estudios”, continuó su hija.
Otra de sus pasiones como buena madre era la cocina, donde también sacaba sobresaliente. “Nos ha deleitado a toda la familia con las comidas que hacía y traspasándonos muchas de sus recetas tradicionales”. Esas comidas y celebraciones familiares en las que ‘Encarni’ era la “gran matriarca” ahora pasarán a ser un dulce recuerdo. Para su familia no ha muerto ni pretenden recordarla con lágrimas en los ojos. Será una de las primeras páginas más bonitas de la historia de esta familia y una brisa de aire fresco que aún les hará seguir adelante. Una mujer inteligente, fuerte, luchadora y cuyas amarguras nunca se reflejaron en su rostro pues “nunca perdió la sonrisa”.
“Fue buena esposa, hija, nuera y maravillosa madre. Por eso siempre ha sido querida por sus familiares, vecinos, amigos y conocidos. Nunca la dejaremos de querer y nunca la olvidaremos”, intentaba concluir Inmaculada al tiempo que no podía evitar emocionarse al recordar que no pudo acompañarla en sus últimos suspiros de vida.
Excelente maestra: “Alquiló un piso en Doctor Marañón, donde fundó el Colegio Sagrado Corazón de Jesús”
“Tal fue su vocación, que alquiló un piso en la calle Doctor Marañón, donde fundó el Colegio Sagrado Corazón de Jesús que luego con los años tuvo que traspasarlo para dedicarse en cuerpo y alma a la crianza de sus hijos, a los que nos inculcó desde temprana edad los hábitos de estudio”, continuó su hija. Hoy en día no queda nada de aquel colegio.
En esa misma época, al mismo tiempo que criaba a sus hijos amamantó a un niño, al que le salvó la vida. “Tal es así que la familia de ese niño la consideró desde entonces su madre de leche”, relató Inmaculada.
A mi madre querida: sobreviviste a una repùblica, a una dictadura y a una democràcia , pero te fue imposible combatir este maldito virus , te faltaron las fuerzas, no te olvidamos, TE QUEREMOS MAMÀ
Que gran mujer, la recuerdo siempre con una sonrisa, haciendo crucigramas y esas torrijas tan buenas que hacía. Desde luego tienes un sitio privilegiado en el cielo Encarnita ,junto a tus seres queridos
DEP. Mi más sentido pésame a la familia.
Esa sonrisa eterna...
DEP, Nuestros padres, abuelos , que tanto han sufrido en esta vida de penurias nos abandonan y sin un referente imposible de reemplazar. Tomemos nota y conciencia y miremos por ellos . Animo y un abrazo a la familia.
l La conocí como vecina de barriada y era muy buena persona, que Dios la acoja en sus brazos . D.E.P. ENCARNI.
Descanse en Paz
Sus hijos y marido la habrán recogido y acompañado en el nuevo camino.
Cuando leí sobre un nuevo fallecimiento lo sentí al igual que todos los fallecimientos me llegaron al alma pero hoy, leyendo ésta pequeña biografía, me siento más unida porque yo tampoco olvidaré la fecha en que comenzó el horror, yo también nací un 13 de marzo treinta años más tarde
Mi más sentido pésame a la familia
Todo mi afecto y apoyo a sus hijos/as y familia extensa, y en especial, a Vd. ( Inmaculada) que ha sido una gran hija en el cuidado de una madre que lo merece todo.
Es un momento de gran dolor en estas circunstancias excepcionales pero tenga por seguro, que se lleva lo más grande, el amor de su madre y el ejemplo de mujer luchadora que será su referente para toda la vida.
Seguramente que Da. Encarnación continuará su vocación con aquellos angelitos que tuvieron que abandonar la vida terrenal en su tierna infancia y fundar otro colegio.
Que descanse en paz.