Ni Trump ni Vox son los únicos empeñados en construir muros. Parece ser que esta tendencia se ha puesto de moda, aunque entre los vecinos de Bermudo Soriano no levanta tantas simpatías, sobre todo desde que en la mañana de ayer amanecieron con la imagen de verse apartados y aislados del entorno que les rodea.
Sin previo aviso o notificación, exponen,
Obimace trabaja en su barrio
construyendo, alrededor de todos los bloques de viviendas, un murete de unos 80 centímetros de alto que culminará con unas rejas. Esa ha sido, supuestamente, la respuesta de la Ciudad a las quejas expuestas por la inseguridad que acaece por la noche en el barrio. Una solución “inexplicable” para los residentes de Bermudo Soriano que consideran más “lógico” aumentar la presencia policial.
La indignación y la confusión alimentan el malestar en el barrio. “Estamos desesperados y no sabemos dónde acudir”, exponen. Desean con todas sus “ansias” paralizar un proyecto que está prácticamente finalizado y del que observan sólo les va a traer problemas. “En vez de solucionar uno, nos cargan con más”.
El muro comienza con la limitación del paso a las viviendas, “porque van a poner unas puertas con llave a las que solo tenemos acceso los propietarios”, y llega al cénit de la preocupación para los comercios que se sitúan en la plaza, “porque nadie va a poder pasar”, explican. Pero más allá, este aislamiento del mundo exterior sobre el que manifiestan sentirse “encarcelados”, ha vetado todos los accesos de los vehículos de emergencias y los de las personas con movilidad reducida. “Hay dos rampas y ya están tapadas por el muro”.
Califican esta incomprensible solución a sus problemas de “estar matando moscas a cañonazos” y exigen que se recule sobre los pasos emprendidos.