Una paisana mía, de 19 años, vio la forma fácil y sencilla de solucionar su penosa situación y no se le ocurrió cosa más recurrente que profanar la confianza de su abuela y robarle todo el efectivo que tenía y las joyas de toda la vida. Cuando la abuela regreso de Alcalá, adonde había ido de visita por unos días, se encontró con el armario de dos candados, donde escondía sus ahorros, viciado y vaciado, por lo que interpuso la correspondiente denuncia , en la Comisaria de policía. No puedo dejarme de imaginar la cara de la anciana, cuando los policías- que realizaron la investigación- le dijeran que el autor del robo no era otro que su propia nieta, que vivía a cuerpo de Reina , con caja fuerte incluida, spa y masajes a tutiplén, en un hotel de lujo en la capital, dándose la buena vida y el lote total con su pareja, un joven de unos 23 años , que le ayudó , muy gustosamente, en todo el proceso.
El imputado por el doble atropello de Sevilla en el que fallecieron dos mujeres de 26 y 30 años, ha recordado que el semáforo estaba en verde, que no vio cruzar a las chicas, porque el tráfico era “muy denso” a esas horas nocturnas y que Él y el niño de Del Nilo, habían visto un partido del Sevilla, en el que se habían tomado dos cubatas de ron , cada uno. También ha discernido, lo que hace el tiempo y la soledad , que su madre le tenía prohibido coger el coche, que le quitó las llaves del bolso , sin que ella lo supiera y que no estaba enterado de que le habían quitado el carnet de conducir. Mira por donde, el taxista que salió en prensa que lo perseguía, para decirle que había atropellado a dos personas y se había dado la fuga y que se interpuso entre la libertad y el , lo único que le dijo , cuando consiguió que parase su coche, fue;
-El semáforo estaba en verde y ellas dos se han cruzao sin que tú tenga curpa, chavá.
No envidio el trabajo policial de desenmarañar los hilos, ni de buscar las declarativas de los testigos, mucho menos el de jueces y tribunales, que tienen que sopesar lo que se hizo y con qué intención se hizo, lo que sí les diré es que a veces, algunas muchas, este mundo me parece loco, la gente sin vergüenza, capaz de saltar de lado solo para salirse con la suya, algunos desparpajotados y otros- simplemente- idiotas.
Es indudable que educamos , no nosotros, sino la televisión ,los videojuegos, los corrillos en el instituto y las revistas, en que hay que ser más delgados, porque estamos más guapos, no más sanos, en gastar más, aunque no tengamos ni para llegar a fin de mes, en que nuestros hijos sean iguales que los demás, cuando deberían gozar con sentirse únicos y diferentes, contentos consigo mismos, y sobre todo, educamos a salirnos con la nuestra, no a base de codo o esfuerzos, sino a costa de lo que sea. La mayoría se ha acostumbrado a sacar la lengua y arrastrarse, para conseguir dar un paso más o trepar y la espalda se nos está encorvando y cualquier día de esos que los ayuntamientos fumigan en previsión de plagas de cucarachas- en cuanto llega el mayor calor -nos veremos tirados en la calle, panza arriba y a cuatro patas, recogidos por los basureros municipales y sin saber qué hemos hecho mal.
Pero mientras, robaremos, no a la abuela, sino a Dios padre y a su hijo, pegaremos al maestro o al médico, jorobaremos al vecino y criticaremos al que sea, tomaremos cubatas de ron con los amigos y saldremos en el coche de mamá, sin carné , sin importarnos a quién atropellemos , porque siempre se puede salir con fianza, y si no que nos quiten lo bailao, que la abuela no necesita, ni las joyas , ni el dinero y nadie sabe lo bien que se está con 19 años y el novio , haciendo el amor irrefrenablemente en el spa del hotel, con masajes incluidos y a pensión completa.