En verano se cuece mucho amor

En pleno ecuador del verano los protagonistas del papel couché no dan tregua a la indiferencia. Parejas como Iker Casillas y Sara Carbonero, Shakira y Piqué, Puyol y Malena Costa, Guti y Noelia López siguen con su relación viento en popa a toda vela, y nunca mejor dicho porque a todos ellos les hemos podido ver disfrutar de nuestras maravillosas playas, especialmente en las de Ibiza y Mallorca.
Aunque las imágenes que vemos cada día de estas parejitas de tórtolos evidencian el amor que se profesan, ninguno de ellos se plantea pasar de forma inminente por vicaría. Ir a cenar a los restaurantes más "in" de las grandes ciudades, acudir a los conciertos más codiciados de estrellonas como Bon Jovi y hacer turismo en países tan exóticos como Brasil, son planes a los que sería imposible resistirse y ellos lo siguen al pie de la letra. Hacen bien porque tienen tiempo, dinero y sobre todo amor, mucho amor...
Pero quien por fin se casa es la Duquesa de Alba, es para alegrarse y no lo digo porque a mi me vaya algo en el asunto, sino más bien porque no asistiremos más al aburridísimo debate sobre si Cayetana se casa o no se casa con Alfonso. Me apasiona el mundo del colorín pero ya llevamos más de cuatro años con la misma serenata y una tiene un límite. En febrero la pareja ya firmó las capitulaciones matrimoniales y hace unos días que la aristócrata repartió su suculenta herencia entre sus seis hijos, unos ciento diez millones de euros contantes y sonantes para cada uno, aparte claro está, del patrimonio en bienes inmuebles, una cantidad nada desdeñable que ha tranquilizado los ánimos de los vástagos de doña Cayetana, hasta tal punto que por fin han dado su brazo a torcer y han anunciado que irán a la boda de su madre, ¡aleluya!.
El enlace de la Duquesa y el funcionario será la boda del año, de hecho desbancará a la tan sonada unión de los duques de Cambridge, al menos en nuestro país, porque si hay algo seguro es que el acontecimiento acaparará muchas portadas de revistas y diarios nacionales y rellenará innumerables horas en los programas de radio y televisión, sin duda el punto mediático estará muy presente en este bodorrio.
Los preparativos ya están en marcha, el enlace podría celebrarse en septiembre en el Palacio de Dueñas y según publicaba "La otra Crónica" del mundo, la luna de miel la pasarían en Tailandia, es este uno de los destinos favoritos de muchos recién casados. El vestido de la novia suele ser el secreto mejor guardado, pero en este caso las apuestas recaen sobre Victorio y Lucchino, grandes diseñadores sevillanos y amigos de la contrayente.
Doña Cayetana y Alfonso Díez nunca perdieron la ilusión de ver cumplido su deseo; "me envidian porque no tienen un hombre tan guapo y simpático como Alfonso al lado", decía la Duquesa en una entrevista a "Vanity Fair" hace unos meses.  A ella siempre le dio igual el "qué dirán" y obvió las críticas que le llovieron por estar con un hombre veinticinco años más joven, ¿quién dice que para cuestiones del corazón la edad es importante?, sea lo que sea, aplaudo a la duquesa que una vez más hará lo que le salga de la peineta y olé.
¡Felicidades Duquesa y por Dios cásese!, miedo me da que cambie ahora de idea, pero no creo, porque si algo hay que reconocerle a Cayetana es que es una romántica, ella ha luchado frente a todo el planeta, empezando por sus propios hijos, que veían con escepticismo su relación con Alfonso Díez.
¿Y qué le vamos a hacer si en verano se cuece tanto amor?, lástima que para algunos con la caída de la hoja llegue la desidia sentimental absoluta.