Martínez Delgado descartó un modelo de planta incineradora por “inviabilidad económica”, espera un apoyo de la Administración central para el compostaje y aboga por un plan de prevención que reduzca la producción de basura.
La Fundación del Instituto para la Sostenibilidad de los Recursos comienza hoy la primera de sus tres reuniones con agentes sociales y de la administración para consensuar un plan de gestión de residuos. Su presidente, Carlos Martínez Orgado, señaló algunas claves del proceso de estudio.
–¿ Cuál es el concepto detrás de la Fundación ISR?
–La Fundación ISR es una entidad privada que está constituida por un centenar de miembros, de los que la mitad son procedentes de las administraciones públicas y la otra mitad del ámbito privado. Tiene además un grupo de expertos mundiales independientes. La fundación trabaja en todo lo que tiene que ver con la sostenibilidad, desde las cuestiones de cambio climático a temas de agua o de residuos. Trabajamos básicamente buscando las mejores soluciones, no somos una organización de denuncia sino de búsqueda de soluciones intermedias para actores que puedan tener discrepancias.
–¿Cómo se va a desarrollar este proceso que van a mantener con la Administración y los agentes sociales?
–Este tipo de procesos los hemos realizado en un gran número de comunidades autónomas españolas, siempre con buen éxito en el intento de encontrar el denominador común. Lo que vamos a hacer es repasar las líneas maestras de lo que puede ser un plan de gestión de residuos como el que quiere hacer la Ciudad Autónoma para los próximos diez años. No vamos a discutir cada frase del plan sino el marco donde se desarrollará el plan. Se estructuran las reuniones en las que una primera parte personas invitadas exponen experiencias que puedan ser relevantes en los temas que se van a tratar y la segunda mitad es un debate abierto de todos contra todos, donde los ponentes serán un invitado más a los debates.
–Supongo que las especificidades de Ceuta serán clave a la hora de hablar del modelo.
–Sin duda, pero no sólo en el caso de Ceuta, en cualquier caso. Las soluciones ambientales en materia de residuos son necesariamente un traje a medida dentro de una filosofía común que marcan las directivas europeas y las diferentes estrategias. En el caso de Ceuta, para nosotros debe tratarse de manera análoga a una isla.
–¿Y en ese caso qué ejemplo podría seguir Ceuta?
–Las líneas que hay en común con un territorio insular es la falta de terreno, la sensibilidad del territorio y la necesidad de utilizar opciones muy contrastadas. No es muy útil hacer grandes experimentos, la basura se genera todos los días y la ciudad necesita una solución para todos los días. Pero si ya es difícil hacer experimentos en un territorio como el peninsular, en uno insular está fuera de lógica plantearse experiencias mundiales.
–Descartar la incineración como ha hecho la Ciudad, ¿es una buena opción?
–Diría depende. Insisto en que cada solución es un traje a medida, en el de Ceuta no tiene mucha viabilidad por su propia dimensión. Estamos hablando de una población de unos 75.000 habitantes que generan unas 40.000 toneladas de residuos y que, en un horizonte de 2020, la normativa te obliga a que la mitad de eso sea reutilizado. Así que tenemos una base de diseño de 20.000 toneladas, una incineradora no es viable económicamente. Y no por poco, necesitaríamos una cantidad cinco veces mayor. El debate si las incineradores son buenas o malas aquí huelga porque nadie quiere poner una.
–¿Y el compostaje? Es la medida presentada por los ecologistas pero siempre ha contado con la dificultad del traslado de los residuos.
–Estamos hablando del final de la película. Hay cuestiones periféricas que son importantes, ahora mismo se está redactando una ley española de residuos que transponga la directiva europea. Ahora mismo hay un artículo en el que se pueden llevar los residuos a coste cero a la Península. Con la ley anterior, nadie pensó que se pudieran trasladar residuos reciclados como puede ser el compos. Ha pasado en ciertos territorios insulares que la Administración central no se hacía cargo de un producto reciclado, algo que desde mi punto de vista es un disparate.Lo normal es que en la próxima ley ese traslado a coste cero se contemplara para la basura en masa y para las materias secundarias que se hayan podido obtener de ella. Habrá que dimensionar las soluciones para ligar los procesos que se vayan a desempeñar con las posibilidades de utilización de esta materia secundaria.
–En Ceuta se producen 587 kilos por habitante, ¿qué se puede hacer con esto?
–Lo primero es incluir un plan de prevención dentro del de residuos que se vaya a redactar. La directiva te lo exige, y un programa de prevención bien hecho te puede suponer una reducción de entre el 7 y el 17 por ciento del total de residuos generados. Eso no se consigue haciendo simplemente un brindis al sol, hay que trabajárselo poniendole mucha energía y esfuerzo.