En defensa de la Comgeceu

Atacar gratuitamente a la Comandancia General parece haberse convertido en la nueva experiencia existencial de algunos iluminados cuando no se dan cuenta de que están tirando piedras contra su propio tejado, no en vano la Comandancia General pertenece al Ministerio de Defensa y a su frente está una ministra con carné del PSOE, detalle este que parece habérsele olvidado a una Delegación del Gobierno que ayer no dudó en hacer público en algunos medios su malestar con Defensa -que sepamos, no ha existido desmentido alguno, a esto se dedican ahora como pollos sin cabeza en la Plaza de los Reyes-. Los militares que pertenecen a la Comandancia General de Ceuta están deseando recibir órdenes de su cadena de mando para implicarse aún más en la ayuda a las autoridades civiles. Esto parece ser que se les olvida a quienes replican con una pataleta de niño malcriado por no haber obtenido hasta la última chuchería solicitada.

Habrá que recordar que nuestros militares llevan tres semanas vigilando las vías públicas con una sección de 30 hombres, ayudan a la Guardia Civil en la vigilancia del perímetro con 40 profesionales rotando de manera permanente durante 24 horas y sin fecha de terminación del operativo desde principios de esta semana, montaron las instalaciones de los dos polideportivos para que se alojaran en los mismos tanto los inmigrantes marroquíes que estaban en el puerto como los inmigrantes transfronterizos que no pudieron regresar a su país y se encargaron de la custodia y transporte de todo el material que vino para el Ingesa a bordo de un helicóptero del Ejército de Tierra. Esto parece no ser suficiente para algunos que, de forma tan bajuna, no han dudado en ‘filtrar’ lo que no es más que un auténtico despropósito.

Si alguna petición emanada de la Ciudad o de la Delegación del Gobierno no ha sido atendida no ha sido por culpa de la Comandancia General, en todo caso será así porque no ha sido visto por parte de la cadena de mando. Si hubiera sido responsabilidad de la Comandancia General de Ceuta a buen seguro que hubieran respondido de manera inmediata. Por tanto, que nadie se crea con el derecho a poder pisotear a unos hombres y mujeres que están acostumbrados a la realización de misiones mucho más complicadas y que están orgullosos de que ahora están prestando sus labores en beneficio de los españoles en general y de los ceutíes en particular.

Que la Ciudad Autónoma se pueda quejar de que el Ministerio de Defensa no ha sido solidario con Ceuta por la petición que se le hecho de material destinado a las caracolas que servirán de alojamiento a los MENA en la zona propiedad de Maquinarias Hidalgo es normal, porque la institución municipal se está comiendo todos los marrones que se están produciendo. Y además, en este caso concreto, retrasará el traslado de estos menores que están hacinados en ‘La Esperanza’ debido a que se ven en la obligación de realizar una compra con carácter de urgencia y eso siempre lleva su tiempo.

¿Pero que se queje la Delegación? No, eso no es normal. Resulta que lleva callada todo este tiempo porque supuestamente la delegada del Gobierno no puede comparecer y ahora, ¿por arte de magia?, aparece visualizado un ‘malestar’ demasiado curioso para que ellos se hagan los sorprendidos. ¿Cuando la delegada pueda hablar negará en público que la Delegación está molesta con Defensa pretendiendo dejar tirados a los medios de comunicación que lo han publicado?... capaces son.

Están tirando piedras contra su propio tejado. No protestan, aunque sea por la puerta de atrás, contra otros departamentos ministeriales, pero sí contra el Ministerio de Defensa y terminan dañando la imagen y el honor de más de 3.000 profesionales del Ejército de Tierra, desde el comandante general hasta el último de los soldados. Sin embargo, mira hacia otro lado en la polémica de los polideportivos, desoyendo la petición de la Ciudad Autónoma. Un problema de seguridad que cada día es mayor y que cualquier día terminará con una verdadera tragedia... entonces será el momento de pedir responsabilidades. Ahí no protesta porque el Ministerio del Interior le ha dicho que no, que el marrón se lo coma una vez más la Ciudad Autónoma. Atacar a Margarita Robles sí, pero a Marlaska no.

Déjense de ‘cuentos chinos’ y le recomendamos que estas alturas no se hagan los sorprendidos, desde hace tiempo se reconoce de lejos a los que gustan de este tipo de ‘artimañas’.

Son especialistas.