“En CCOO de Ceuta son mayorcitos y saben separar la política del sindicalismo”

El líder del sindicato, que visitará la ciudad el lunes, defiende la cuestionada labor por los desempleados que realiza su organización en Ceuta y habla en una entrevista con ‘El Faro’ de las posibles soluciones a los problemas locales.

El líder de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, cumplirá el lunes su palabra y, tal y como adelantó el pasado año en una entrevista con este medio, visitará la ciudad autónoma. En la segunda conversación con esta rotativa, habla de los problemas de Ceuta y sus posibles soluciones.
–El 5 de abril de 2009 ‘El Faro’ publicó una entrevista con usted en la que se comprometía a visitar la ciudad. Justo un año después cumple su promesa.
–Me hubiese gustado estar antes pero la vida a veces te impone otros ritmos. Estoy encantado de viajar a Ceuta. A parte de estar con el conjunto del activo sindicato, que tenemos varias actividades de órganos de dirección como el Consejo de la organización en la ciudad y una asamblea de delegados, hablar con las instituciones y conocer un poco más la ciudad, ya que hace muchísimos años que no voy.
–CCOO de Ceuta ha lamentado en muchas ocasiones la falta de apoyo de la Confederación Sindical, ¿cómo son las relaciones desde que usted dirige el sindicato?
–Muy buenas. Yo he tenido el privilegio de contar con el apoyo de los compañeros y compañeras de Ceuta, tanto en el proceso previo al compromiso confederal como en el Congreso. Desde la ciudad autónoma saben que tienen el compromiso y el respaldo de la dirección Confederal. Hace poco estuvo por ahí -por Ceuta- el secretario de Organización, ahora voy a ir yo y vamos a mantener relaciones muy estrechas. Aunque no estemos físicamente presentes seguimos con mucho interés la situación de una ciudad que vive el drama de la crisis en unas condiciones bien peculiares que la diferencia del resto de España. Por ello merece el máximo de atención y respaldo.
–Considera entonces que Ceuta debe tener una especial atención.
–Yo creo que sí pero no ya sólo del sindicato, es básica la atención que le presten las administraciones públicas. Pienso que se necesita mejorar muy sensiblemente la coordinación y la cooperación entre  la ambas administraciones, tanto las propias de la ciudad como las del Estado porque Ceuta requiere un plan de actuaciones integrales que van desde intervenciones en el terreno de la política hasta laborales y sociales, pasando por dinámicas sectoriales, fiscales y de otro tipo que permitan, no ya superar los efectos de la crisis, que es urgente, sino sentar bases de desarrollo sostenible para el futuro. Conviene no perder de vista que Ceuta ya desde la crisis padecía una situación de paro estructural más elevado que el resto de España.
–Según lo previsto, el lunes participará en la manifestación de los parados que se lleva a cabo cada día en la ciudad, ¿qué le parece este tipo de reivindicaciones?
–Me parece muy bien que la gente se movilice, no sólo en relación con su problema directo, que es necesario, sino también poniendo de manifiesto que hay una situación general que es la que conduce a esos dramas individuales sobre los que quien tiene responsabilidades debe poner atención. En este sentido me acercaré a esa concentración diaria de parados en Ceuta para mostrar lo que ya saben: la solidaridad, el respaldo y el apoyo del conjunto de la Confederación Sindical de CCOO.
–Dichas manifestaciones han sido muy criticadas por las administraciones públicas, especialmente por la Ciudad, que incluso habló de que se le está dando un uso político debido a que el secretario general de CCOO de Ceuta lidera un partido localista.
–Yo creo que mis compañeros de Ceuta, que por otra parte tienen todo el derecho del mundo a participar en actividad política cuando lo consideren conveniente, son lo suficiente mayores y capaces de separar una actividad de otra. Este sindicato tiene acreditada su independencia, lo que pasa es que a algunos, a lo mejor, les molesta que la presencia de los parados en la calle ponga de manifiesto determinadas incapacidades. Más que quejarse, lo que deben hacer es poner en marcha esa mesa de diálogo social que mi sindicado viene reclamando desde el año 2005 y que seguramente de haber estado en funcionamiento, algunos problemas de la ciudad estarían resueltos o en vías de solución.
–El sindicato ha pedido un seguimiento más exhaustivo de la Inspección de Trabajo en contra del empleo clandestino, ¿de qué manera se puede atajar este problema?
–Lo hemos planteado desde iniciativas concretas. Creo que, a parte de intentar regularizar esa parte de la actividad económica que tiene mucho que ver con la situación de frontera que Ceuta tiene con la provincia limítrofe de Marruecos y configurarse con un espacio aduanero de particular atención dentro de la Unión Europea lo que permitiría canalizar y regularizar los flujos económicos que circulan a través de la frontera y que inducen también comportamientos en el conjunto de la economía de la ciudad, creo que es necesario a su vez realizar planes específicos de inspección, y ahí la Inspección de Trabajo y Seguridad Social tiene una función muy clara que cumplir: no se trata de perseguir a los trabajadores sino de erradicar determinadas prácticas fraudulentas que deterioran no sólo el mercado de trabajo sino también la economía global de Ceuta.
–Hace pocos días el Gobierno renovaba las bonificaciones a la Seguridad en varios sectores, entre ellos la industria, prácticamente inexistente en Ceuta. De esta manera CCOO dijo que el Ejecutivo había “incumplido” su promesa al no ampliarla al 50 por ciento y extenderla a todas las actividades.
–En determinadas actuaciones, cuando se hacen sobre las cuotas sociales, se deben tener en cuenta no sólo situaciones globales en el cómputo sino particulares. Conviene tener muy presente cuál es el perfil económico de Ceuta en este caso y cómo pueden impactar las medidas que se toman, sabiendo que por ejemplo más del 80 por ciento del paro se ha manifestado en el sector servicios sería imprescindible que todas las actuaciones de apoyo en este sentido tuvieran efecto allá donde se generan los problemas reales.
–En Ceuta tiene un gran peso el funcionariado pero el pequeño comercio se ha convertido en el único sector que no destruye empleo, ¿significa que estamos avanzando en otras actividades?
–Sería imprescindible intentar conseguir una diversificación del tejido económico de Ceuta. El lunes tendremos ocasión de hablar de estas cosas con más profusión. En la ciudad sería muy conveniente impulsar la actividad turística en general, que tiene que ver a su vez con el comercio. Para ésto se necesita una mejora de las infraestructuras, tanto físicas como tecnológicas, mejorar la situación del transporte público y, sobre todo, la conexión de Ceuta con la península. Hay una política de transporte que favorece precios abusivos que desintensivan la llegada de personas. Se podrían tomar actuaciones por ejemplo en relación con el turismo alrededor del IMSERSO que pudiera canalizar hacia Ceuta una parte de la actividad, u otras desde la garantía del suministro eléctrico o el uso racional del agua mejorando lo que es un problema estructural de la ciudad tanto en materia energética como de agua, que son bases fundamentales para ir sentando nuevos elementos de desarrollo económico en la ciudad. Teniendo en cuenta las particulares condiciones geográficas de Ceuta, la actividad de las administraciones públicas va seguir siendo básica y fundamental para el desarrollo económico y social de la ciudad y por ejemplo todo lo que tiene que ver con la ley de las personas en situación de dependencia o la prestación de servicios básicos como el sanitario, el educativo o de seguridad son fundamentales para la economía y el empleo.
–¿Mantendrá el lunes alguna reunión con miembros de la Ciudad Autónoma?
–No tengo ahora a la vista la agenda pero creo que sí. Considero que es básico que entre los sindicatos y las instituciones haya una conexión fluida.

El apoyo de la confederal

Ignacio fernández toxo ha demostrado su apoyo a los comisionistas ceutíes y, en general, a los trabajadores de la ciudad autónoma en numerosas ocasiones. El líder de CCOO se muestra agradecido por el apoyo que recibió de sus compañeros de Ceuta en el anterior Congreso, en el que sustituyó a José María Fidalgo. Las diferencias entre este último y la secretaría general que dirige Juan Luis Aróstegui se mostraron en diversas ocasiones durante el mandato de Fidalgo, especialmente cuando la Confederación Sindical no apoyó a los comisionistas ceutíes en la polémica sobre la supuesta trama de espionaje militar a civiles.
Las relaciones con la Confederación Sindical volvieron a la normalidad cuando Toxo se hizo con la secretaría general en un Congreso en el que los ceutíes le mostraron su apoyo.

“La reducción de la OEP pone en peligro los servicios fundamentales”

El Gobierno central aprobó el pasado martes en el Consejo de Ministros un recorte del 86,8 por ciento de la Oferta de Empleo Pública. Los sindicatos rechazaron de inmediato esta medida ya que entienden que puede afectar tanto al empleo como a la calidad de los servicios fundamentales prestados a la ciudadanía. En la entrevista con este medio, el líder sindical de CCOO critica esta nueva actuación del Ejecutivo y descarta que se abarate el despido, enviándole un mensaje al Banco de España para que les dejen trabajar.
–El Gobierno ha aprobado una Oferta de Empleo Pública con un recorte de casi el 87 por ciento, ¿qué opina CCOO?
–Primero supone incumplir el compromiso pactado con mi sindicato y otros en la Mesa General de la Función Pública. Además va a tener efectos negativos sobre el empleo de forma global pero, sobre todo, puede tener unos efectos demoledores sobre la calidad de los servicios que el Estado está obligado a prestar a la ciudadanía. Y si ésto es malo para el conjunto de España, pensando en la península, pues imagínese usted el efecto que puede tener en el caso de ciudades como Ceuta. No se puede achicar hasta extremos insoportables el empleo público poniendo en riesgo servicios que son fundamentales.
–En la actualidad se vuelve a hablar de abaratar el despido, aunque la vicepresidenta De la Vega ha descartado, por el momento, esta posibilidad, ¿que opina CCOO?
–Ésto no está en la agenda del diálogo social que estamos negociando, lo que pasa es que hay una institución, el Banco de España, y un señor, su gobernador, que parece que quiere ocultar su propia incapacidad para actuar en el sector en el que tiene responsabilidades, que es el financiero, y corregir la situación del mismo desviando la atención hacia otros puntos, en este caso, recurrentemente hacia el mercado de trabajo. Hace mucho ruido, afortunadamente no está en la mesa de negociación y usted no me preguntaría por este asunto si el Banco de España no hubiese hecho algunas afirmaciones. Que nos dejen trabajar en paz y que se dediquen a arreglar la parte de las cosas de las que son responsables.
–En  cuanto a la actual situación de crisis económica, ¿cuando cree que podrá España comenzar a crear empleo?
–La evolución del futuro depende de muchos sectores. Algunos son de orden externos en relación con la crisis financiera internacional, otros tienen que ver con el comportamiento de la economía en la Unión Europea porque nuestro país es altamente dependiente de las economías centrales, y otros con nuestros esfuerzos. En este sentido no invita al optimismo, por ejemplo, el plan de austeridad aprobado por el Gobierno, que creo que puede retrasar la salida de la crisis. Aún así, nosotros vamos a seguir trabajando desde el diálogo social y la negociación de los convenios colectivos de las empresas para intentar anticipar en lo posible la salida de la crisis y evitar que persista la destrucción de empleo. Pero creo que España tiene dos reformas urgentes y prioritarias: una es la reforma del sistema financiero, porque podemos hacer muchas cosas en muchos campos pero mientras que el crédito no fluya nuevamente con normalidad a la economía productiva a través de las empresas y las familias todo lo que hagamos puede quedar en papel mojado en otros campos; y por otra parte una profunda reforma fiscal que dote de mas capacidad financiera a las administraciones públicas en un momento como el actual, imprescindible para dinamizar la actividad económica, y ésto es incompatible con un objetivo de déficit público de 3 por ciento en el año 2013.