Juan Bravo, el flamante diputado en potencia del PP, nos cuenta que entre las propuestas del partido de don Mariano está ayudarnos en esa gran mentira que denominan conciliación familiar. Nos dicen que entre sus propuestas está la de que las jornadas laborales terminen a las 18.00 horas para que así podamos disfrutar el resto del día con nuestros hijos. En serio, para que se rían de mí a la cara siempre hay tiempo. Hacerlo en campaña puede tener hasta su gracia. Lo que pasa es que los currantes estamos demasiado quemados como para aguantar semejantes tonterías. El flamante diputado en potencia repite lo que su partido le dice. Él no tiene la culpa. Hace su trabajo, es decir, ‘vendernos’ que nuestras vidas van a ser mejores porque vamos a poder vivir en familia mejor de lo que lo hacemos ahora. Los astrólogos nocturnos de la televisión también nos cuentan que vamos a ser más felices e incluso nos adelantan los engaños que vamos a sufrir. Es su trabajo, como el del flamante diputado en potencia. Ni él ni los astrólogos nocturnos tienen la culpa. Se dedican a lo que se dedican y lo sabemos. Lo grave es que el PP, el mismo que ha rebajado nuestras condiciones laborales a lo más bajo que se podía rebajar, avale este tipo de mensajes. El partido del ‘nos hemos comido todo’ o del ‘estamos así porque hemos sido vagos’ nos dice que va a trabajar para que nuestras jornadas se ajusten a esas soñadas seis de la tarde. Primero deberá trabajar en conseguir que seamos muchos los que tengamos un sueldo a final de mes para después pensar cómo vender a los empresarios la viabilidad de esa posibilidad después de haber ‘fabricado’ la mejor arma para los despidos.
No, no nos tomen por tontos; no prometan por un lado lo que niegan por el otro; no jueguen a este tipo de mensajes porque escuecen, sobre todo entre los miles y miles de padres/madres trabajadores que tenemos que combinar la realización del trabajo con el crío al lado y a lo sumo lo vemos por las noches para darles un beso en la frente.
La conciliación es un tema tabú en un sistema dominado por machos al poder en el que la mujer pierde enteros en el momento en el que decide ser madre o en el momento en que tiene capacidad de concebir. Entonces, en ese sistema de machos crecido a las faldas de partidos como el PP que ahora promete lo que no puede, la mujer se convierte en un problema porque la palabra conciliación empieza a causar dolor de oídos. Ni usted mismo se cree lo que dice convocando ruedas de prensa después de las 18.00, ¿quién se las va a cubrir?