La Delegación del Gobierno aseguró ayer que la Benemérita realiza controles por las inmediaciones de la planta de tratamiento de residuos y que éstos son los únicos que se pueden llevar a cabo en la zona. Una declaración que se produce 24 horas después del último accidente protagonizado por uno de los camiones de la planta y en una jornada en la que la presión de inmigrantes continúa. En grupos de entre tres y cinco, los subsaharianos emprenden camino hacia la planta del Hacho, intentando colarse en alguno de los camiones a los que llegan entrando por la parte trasera de las instalaciones, tras bordear el acceso que comienza en el cementerio. Tras el espectacular accidente del pasado martes la presión de los subsaharianos no es que continúe, sino que, por contra, ha aumentado. Este medio fue testigo de los intentos de acceso de, al menos, una veintena de clandestinos.