En busca de una segunda oportunidad

Al menos cuatro familias de la asociación Autismo Ceuta ya han recibido la noticia.

Para el próximo curso sus hijos, hasta ahora matriculados en centros normalizados, serán escolarizados en el colegio de educación especial de San Antonio. Es la misma lucha por la que ya pasó su presidenta Mercedes Berlanga hace un tiempo. “Pelear contra la administración es muy duro, muy cansado, al final desistes”. La prioridad para los padres de niños autistas es que reciban una educación lo más integrada posible con otros alumnos, que compartan experiencias y horas de clase con ellos, “pero es casi imposible a partir de una determinada edad porque los colegios son reacios a ello ”. Esto ocurre entre los 5 y los 7 años.
Estos días en los que el proceso de escolarización está abierto, a los padres ya les han comunicado que los niños deben acudir a un centro especial en el futuro. “Pensamos que esa debe ser la última opción, pero hay otras” , se adelanta Carolina Seguín, también madre de niño autista. Esas alternativas pasan, por ejemplo, por la apertura  de aulas específicas en los colegios, “que ahora nos dicen que están obsoletas cuando solo en Madrid hay 127”, lamenta Mercedes Berlanga,  o por un cambio a otro centro normalizado con integración.  
Estas aulas son un “paso intermedio” para la integración y permiten una educación inclusiva .  Si transcurrido otro curso académico, el niño no parece adaptarse “y solo entonces”,  los padres asumirían su matriculación en un centro de educación especial. “No dudamos de que la atención que reciban en este tipo de colegios sea la adecuada, todo lo contrario, sé por mi experiencia personal, que el equipo pedagógico que atiende a los niños es muy profesional y afectivo”, añade la presidenta de la asociación, “pero mi deseo es que Daniel pueda estar en un colegio ordinario, porque incluso los educadores del centro especial me dijeron que el niño debería retornar a un colegio normalizado”.
“Hay que darles todas las oportunidades que se pueda, son niños extremadamente sensibles”, añaden los padres en alusión a una Administración educativa a la que le critican que arrojen la toalla demasiado pronto y no les presten la atención que debieran. Madres como Mercedes y Carolina dedican “todo su tiempo” a mejorar la situación de sus hijos. “Hacemos un tremendo esfuerzo, con logopedas y todo tipo de terapeutas, por eso creemos que los niños merecen que el sistema les de una segunda oportunidad”.
Pero esa batalla va a ser larga. Hace unos días, los padres han recibido la llamada de los orientadores, (la primera del curso en algunos casos) para decirles que propondrán la escolarización en el centro de educación especial tras realizar una valoración del alumno “sin pedirnos autorización o ni siquiera decírnoslo”. Esto ha sucedido en los colegios Valle Inclán, Juan Morejón y Lope de Vega.  La asociación está recibiendo quejas por el hecho de que la Administración educativa esté llevando a cabo este tipo de procedimientos a espaldas de los progenitores. “Ni siquiera nos dejan tener un copia del expediente o de cómo se ha realizado la valoración”.
Por este motivo, algunos padres ya han solicitado formalmente al director provincial de Educación, Cecilio Gómez Cabrera, que también se tenga en cuenta su opinión como progenitores a la hora de decidir sobre la escolarización del niño. “En nuestro caso ya hemos dicho que estamos completamente en desacuerdo”, explica otra de las madres, que prefiere permanecer en el anonimato y que ya ha entregado en la Dirección Provincial del MEC la valoración de otros especialistas, logopeda y psicólogo clínico, que atienden a su hijo. “X. (omitimos su nombre por expreso deseo de los padres) ha manifestado importantes avances en su desarrollo y lingüístico y comunicativo. Tiene muy buenas capacidades de aprendizaje”, indica la logopeda Verónica Choclán en el informe que los padres de este niño han remitido al ministerio. Tanto es así que esta especialista manifiesta que, sin duda, sus avances demuestran que el niño tiene derecho a una educación inclusiva e integradora. “Todos los profesionales que atendemos a X. coincidimos en este derecho y estamos de acuerdo en que el alumno debe continuar en un centro integrador”.
Miguel tiene 7 años, suma, lee y escribe y cada mañana va contento a su colegio. Sus padres se dieron cuenta de que algo pasaba cuando con dos años y medio el niño no reaccionaba cuando lo llamaban “y sin embargo sí que respondía a otros estímulos, como los dibujos animados”. De inmediato comenzaron las idas y venidas a los especialistas hasta dar el diagnóstico: Autismo, “el trastorno neurológico más grave”.
Autismo Ceuta está prácticamente empezando, apenas lleva dos años y ya tiene asociadas a una veintena de familias, aunque estima que hay aproximadamente un centenar de personas con el denominado Trastorno del Espectro Autista en la ciudad. Por ello ha abierto un perfil en las redes  sociales (Autismo Ceuta en Facebook) con la intención de contactar de más familias ceutíes en las mismas circunstancias. Y es que hoy más que nunca, la unión hace  la fuerza.

Con la Administración hemos topado

“No nos vamos a quedar de brazos cruzados”, explica la familia de uno de los niños afectados por este traslado forzoso de matrícula. Los padres están a la espera de que se les notifique la resolución del expediente de escolarización del menor para ponerse manos a la obra. Pese a ser conocedores de que el no “siempre es la respuesta”, mantendrán la esperanza. Una vez que dispongan de la notificación, el siguiente paso será recurrirla ante la Dirección General de Evaluación y Cooperación Territorial “y de ahí al contencioso administrativo” si el recurso no prospera. “Ni siquiera nos han dado un trámite de audiencia”. El objetivo de estos padres es que el niño cambie de centro, “pero a otro colegio normalizado e integrador”.

Queja al Defensor del Pueblo

Autismo Ceuta se ha puesto en contacto con la asociación SOLCOM, para la solidaridad comunitaria de las personas con diversidad funcional y la inclusión social, cuyo gabinete jurídico ya ha advertido a la asociación ceutí que la decisión de escolarizar a estos niños en educación especial “podría vulnerar sus derechos” y que habría que estudiar cada caso individualmente para saber hasta dónde llegar con una actuación judiciales. Otra de las acciones que se propone Autismo Ceuta es presentar una queja ante la Oficina del Defensor del Pueblo por el procedimiento empleado desde los centros educativos para decidir la matriculación de sus hijos en otros colegios sin haber informado previamente a los padres.