En 2010 se registraron menos casos de tuberculosis en Ceuta

En el año 2010 la sanidad ceutí diagnosticó un total de 25 casos de tuberculosis frente a los 42 detectados en 209.

De esta forma, la incidencia (número de casos por 100.000 habitantes) bajó de 55,71 a 33,16, lo que supone una fuerte caída del 40 por ciento. A principios de la presente semana se habían detectado 3 casos en el 2011, con lo que, de mantenerse esta tendencia todo el año, se repetirían a la baja los datos registrados el año pasado.
El descenso de 2010 en más abrupto todavía si lo comparamos con los datos registrados en 2007, cuando se diagnosticaron 84 casos que representaban una incidencia de 111,41. En este periodo las cifras han descendido un 70 por ciento. Precisamente, en 2007 el alto número de positivos detectados provocó la creación del grupo de control de la tuberculosis del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (INGESA) en Ceuta. Tras cuatro años de trabajo, al que se añade la consulta del doctor José Sánchez en el ámbito de la Consejería de Sanidad de la Ciudad, las estadísticas muestran un claro retroceso.
Estos números se recogen en la línea de investigación microbiológica del INGESA que estudia desde 2004 la evolución de los microorganismos en la ciudad.
El doctor José López Barba del Hospital Universitario cuenta que “en el año 2004 comenzamos con una unidad de investigación para el estudio de la incidencia y la prevalencia en  muestras microbiológicas de aislados de microbacterias, ya fueron tuberculosis u otro tipo. Empezamos a recoger las muestras, los microorganismos que iban creciendo. Hemos hecho un estudio poblacional del origen de los pacientes, tanto étnico como social. Localización en la ciudad, tipo de microorganismo que se aislaba, la sensibilidad a los antimicrobianos, la edad de los pacientes, un estudio poblacional para ver qué tipo de tuberculosis teníamos, a qué tipo de estrato afectaba, y a qué tipo de personas”, dice.
El facultativo afirma que los datos acumulados desde el 2004 sirven para el seguimiento de la tuberculosis por parte del grupo de control de la tuberculosis del INGESA. Además, “se realizó junto con Melilla un programa conjunto para el control de tuberculosis a nivel del INGESA, y en esta línea estamos trabajando”.
López Barba comenta que, descontada la población extranjera, la incidencia de la tuberculosis en Ceuta estaría casi en la media española: “Tenemos una incidencia de aislamientos de tuberculosis más alta que la del resto de España, donde están algo por encima de los 20 casos por cada 100.000 habitantes. Podríamos pensar que estamos muy por encima pero tampoco es eso. Tenemos un tercio de positivos que no son de Ceuta, sino del norte de Marruecos, gente que pasa con la OPE o que están en el CETI”, resume.

Tuberculosis entre los inmigrantes

Los datos del antiguo Hospital Universitario de la Cruz Roja de Ceuta han sido incluidos en un reciente estudio sobre la tuberculosis en la población inmigrante de España: “Características diferenciales sociales, clínicas y microbiológicas entre los inmigrantes en España”. Los datos sobre el centro sanitario ceutí fueron aportados por el neumólogo Miguel Ángel Morales, quien en estos momentos no se encuentra trabajando en la ciudad.
El trabajo, publicado en enero del presente año, ha sido editado por la Fundació Institut Germans Trias i Pujol y la Universitat Autònoma de Barcelona. La financiación corrió a cargo del Programa Integrado de Investigación en Tuberculosis (PII-TB)  de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica.
El objetivo de la investigación era identificar las características diferencias de la tuberculosis en la población inmigrante con respecto a los nativos españoles.
El estudio se realizó entre el 1 de enero de 2006 y el 31 de marzo de 2007. 1.490 pacientes fueron incluidos en la población de estudio, 1.048 nativos y 442 inmigrantes (lo que supone un 29,7 por ciento del total estudiado). Según el análisis multivariante, algunas variables estaban significativamente asociadas con los casos de tuberculosis entre inmigrantes: menor edad, vivir en grupo, menor frecuencia de discapacitados y jubilados, menor frecuencia de presencia de enfermedad pulmonar, ingreso en atención primaria o emergencia, resistencia a los fármacos, abandono del tratamiento, menor frecuencia del consumo de alcohol o tabaco, y una pobre comprensión sobre la tuberculosis y su tratamiento.
Los investigadores llegan a la conclusión de que las diferencia encontradas en el análisis entre inmigrantes y españoles nativos evidencian la necesidad de introducir estrategias específicas en la gestión de la tuberculosis entre la población inmigrante.