Ante la tardanza de la Nacional, los agentes locales decidieron ir delante para ver qué pasaba
En esta ocasión no han sido los bomberos los que han sido apedreados por los vándalos que llamaron al teléfono del 1 1 2 para que acudieran a apagar un fuego y luego tenderles una emboscada, sino que los apedreados han sido los miembros de un coche patrulla de la Policía Local que se adelantaron para cubrir a los mencionados bomberos.
Los hechos se produjeron minutos antes de las 17.00 horas cuando se recibe una llamada telefónica en el 1 1 2 donde se especifica que en la zona de Arcos Quebrados conocida como ‘El transformador’ estaban ardiendo unos rastrojos. En ese momento se telefonea a Bomberos, pero los integrantes del servicio ya se esperan algo raro, porque no hay forma de localizar a la persona que ha telefoneado para confirmar el incendio. Tal y como se ha decidido en la última reunión donde estuvieron los mandos del Cuerpo Nacional de Policía y de la Policía Local se activa el protocolo. A la vez que se dirigen hacia Arcos Quebrados las unidades de Bomberos, igualmente se da conocimiento de esta circunstancia a los dos Cuerpos de Seguridad. Cerca del lugar de los hechos quedan citados y llegan tanto Bomberos como un zeta de la Policía Local, mientras que la unidad de la Policía Nacional se retrasa. Entonces, reciben el aviso de que han visto a unos jóvenes echando basura a los rastrojos para que ardiera con más fuerzas. Ya saben entonces que van a ser apedreados y que sufrirán una emboscada.
Viendo que pasaba el tiempo y no llegaba el vehículo del Cuerpo Nacional de Policía que es el encargado de dar cobertura a los Bomberos, según el protocolo que en su día firmaron tanto la Ciudad Autónoma como la Delegación del Gobierno, los dos agentes de la Local hablan con el responsable del vehículo del SEIS y deciden adelantarse para ver si era posible actuar y hacer frente a las llamas. Sin embargo, no habían llegado todavía al lugar cuando resulta que les lanzan piedras desde varios lados.
Inmediatamente abandonan y se repliegan, volviendo a donde se encontraban los bomberos, llegando en esos momentos los policías nacionales. El responsable de la dotación del SEIS explica que, desde su punto de vista, no merece la pena actuar y exponerse al apedreamiento, dado que el fuego tampoco revestía de una peligrosidad fuera de lo normal y que se extinguiría solo. Tanto Policía Local, como Bomberos al igual que la Policía Nacional deciden abandonar el lugar y regresar cada uno a sus quehaceres.
Una semana entera de emboscadas Los primeros días del año no fueron nada buenos para los integrantes del Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento (SEIS). Desde casi a la vuelta del lunes días 2 comenzaron los avisos de fuego en una zona de chatarrería en Arcos Quebrados y nada más llegar comenzaba la lluvia de piedras contra los funcionarios. En el caso de la Policía Nacional, en más de una ocasión les dijeron que no podían acudir. El día más grave fue cuando coincidió con la cabalgata, los bomberos no tuvieron más remedio que refugiarse en el interior del vehículo para salvar su integridad. Los comunicados sindicales tardaron días en llegar.
Una reunión de los responsables Nada más comenzar el año y a petición del consejero de Gobernación, Jacob Hachuel, hubo una reunión de los máximos responsables de la Policía Nacional y de la Policía Local. En realidad, era el primer encuentro del superintendente de la Local, Sebastián Vega, con el jefe supuerior y el segundo comisario para analizar la situación del apedreamiento a los bomberos. Recordemos que según el protocolo que se firmó en su día, concretamente en el año 2010, entre la Delegación del Gobierno y la Ciudad Autónoma de Ceuta, la Policía Nacional era la encargada de dar custodia a los bomberos a la hora de apagar fuego en todos los alrededores de la barriada Príncipe Alfonso que es donde sufrían y siguen sufriendo estas emboscadas. Una situación que nunca se perdió en el tiempo.