Por tercera noche consecutiva, la
Policía Nacional ha repelido un nuevo ataque en Arcos Quebrados, en Ceuta. Los agentes han soportado el lanzamiento de piedras mientras garantizaban la seguridad en la zona para facilitar la intervención de
Bomberos sobre un contenedor de basura en llamas.
Una emboscada que ha vuelto a repetirse en la noche del viernes al sábado y que obligó a los policías nacionales a protegerse con cascos, escudos para parar las piedras y emplear material antidisturbios con fines disuasorios y para que cesase el apedreamiento, según han explicado a este periódico efectivos conocedores de esta actuación. La que ya se conoce como ‘táctica del contenedor’ ha atraído una noche más a la Policía Nacional y al Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento de Ceuta (SEIS) hasta Arcos Quebrados. En este punto negro por los vertidos de todo tipo de residuos, se ha instalado un contenedor metálico para el depósito de basuras. Como ocurre desde hace al menos tres noches, una serie de personas prenden fuego a las bolsas y Bomberos se desplaza hasta el lugar para apagar el incendio escoltados por las fuerzas de seguridad. Los agentes del Cuerpo Nacional son los que se están llevando la peor parte puesto que son los que abren camino para el acceso de los bomberos hasta el contenedor y, por tanto, la lluvia de piedras cae sobre ellos en primera instancia. El SEIS ha indicado que, por fortuna, en la última noche no hubo que lamentar daños en su dotación.
Una solución para poner freno a estas emboscadas
Al igual que ocurría antes de la colocación de este contenedor de basura en Arcos Quebrados, cuando los residuos ardían sobre el suelo donde era abandonada por los incívicos, ahora se quema dentro del contenedor. Solo las autoridades competentes, ya sea desde la Delegación del Gobierno o la Ciudad Autónoma, pueden poner freno a estas emboscadas nocturnas mediante la ‘táctica del contenedor’ con las medidas que consideren oportunas.
Rastrojos en Loma del Pez
En el parte de incidencia de esta madrugada, también figura una quema de rastrojos en la Loma del Pez que, en esta ocasión, las labores de extinción se desarrollaron con normalidad.