De nuevo se repite la escena. De nuevo barcos pesqueros marroquíes en aguas españolas, de Ceuta, navegando sin prácticamente oposición, con libertad y sin restricciones. De nuevo se vuelve a producir la importante contradicción que vivimos en estos días: embarcaciones de
Marruecos pueden entrar en Ceuta -pese a que desde el Gobierno de la Nación se niegue que esto ocurra- pero no sus propios habitantes por la frontera terrestre. Las quejas de ceutíes que observan atónitos como suele ocurrir este tipo de situaciones no cesan. Este martes varios barcos, unos seis o siete, han sido grabados en la zona de
Santa Catalina. Por allí están faenando pese a que no pueden. Están muy cerca de la propia costa ceutí, en aguas caballas. Pero siguen asomándose y entrando, en un acto claramente ilegal ante el que no se pone fin. Y es que son ya varias veces las que propios ceutíes, que van con sus propias embarcaciones de forma legal por distintas zonas de Ceuta, han denunciado una situación que va contra la ley. Y en estas imágenes cedidas de este martes a nuestro periódico se ve claramente como estos barcos marroquíes no tienen ningún reparo.
Pese a la repetición de estos casos, siguen ocurriendo. Es una muestra más de la incursión de barcos de Marruecos en las costas locales que el Gobierno de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias obvia o,
como ha trasladó a Vox hace unas fechas en respuesta a una pregunta parlamentaria, carece de denuncias. Estas quejas, fuera del ruedo político, tienen que formalizarse ante la
Guardia Civil para que consten estadísticamente y el Ejecutivo tenga que reconocer esta práctica actuando en consecuencia. En realidad es un problema que falla desde la base, porque
el propio Gobierno de España ya aseguró que no tenían constancia de que se produjeran estas 'inmersiones' de barcos marroquíes a aguas de Ceuta. Pero a la vista está que fallan desde el Ejecutivo central. Los pesqueros siguen entrando y se produce el choque de realidades, la de una frontera totalmente cerrada -además ahora con Marruecos sin conexión por ningún tipo de viaje, salvo los de repatriaciones- con la de entradas de barcos del vecino país a aguas de España. Este martes ha tocado en Santa Catalina, además en una cantidad importante, al menos media docena, ante la indignación de ceutíes que siguen comprobando que la ley no se cumple para estas embarcaciones.