La Asociación Elín ha publicado el informe ‘Elín: un oasis en la frontera. 10 años de memoria experiencial en Ceuta (2010-2020).
El documento de 130 páginas recopila más de 40 testimonios en torno a la inmigración de personas venidas de diferentes países de África que comparten sus vivencias durante su paso por la ciudad autónoma, Marruecos y el cruce de la frontera del Tarajal además de las propias narraciones de miembros de la comunidad Elín a lo largo de una década.
Elín, que trabaja en Ceuta desde el año 1990, ha querido hacer documentar el decenio que va de 2010 a 2020 afirmando que este nuevo periodo se traduce en que “las actuales políticas migratorias europeas y españolas no garantizan la dignidad sagrada de la vida de toda persona”.
En este sentido, la asociación se remite a una serie de problemáticas que indica en contra de los derechos humanos como el acuerdo Schengen, la directiva de Dublín, los acuerdos bilaterales, Frontex, las repatriaciones, las vallas, las concertinas, los sistemas de vigilancia, las devoluciones en caliente, los centros de internamiento, etc…
Asimismo, en la introducción del informe, la organización no gubernamental recuerda el episodio ocurrido en la anterior década (concretamente en 2014) en el que 14 inmigrantes perdieron la vida “en una operación de control de fronteras directamente supervisada por las autoridades españolas”.
Para la elaboración del documento, Elín realiza un trabajo pormenorizado que se apoya en informaciones de distintos medios de comunicación, destacando la fuente de El Faro de Ceuta del que se recopilan noticias que han marcado la década.
“En estas páginas presentaremos un relato alternativo que ayude a deconstruir un imaginario colectivo plagado de prejuicios y estereotipos hacia las personas migrantes”, explica el prólogo de este informe antes de hacer tanto una pequeña introducción sobre la realidad socioeconómica de la ciudad autónoma como una radiografía de la inmigración en Ceuta a través de una cronología con las estadísticas y hechos más relevantes año por año.
Tras este preludio, el documento aborda “los rostros” del contexto migratorio ceutí haciendo el análisis de esas principales rutas y los países de los que han venido más personas a lo largo del periodo de 2010 a 2020.
El siguiente punto está centrado en la frontera con el subtítulo de “una tragedia invisibilizada” basándose para ello en testimonios en primera persona que han afrontado la cara más dura de la vida con esas travesías migratorias en busca de una vida mejor. Además, se hace una cronología de la valla de Ceuta desde 1991 cuando España se adhiere al Tratado de Schengen y se construyen las vallas fronterizas de Ceuta y Melilla con 2,5 metros de altura hasta las últimas actualizaciones de 2020-2021 relativas a esta infraestructura.
La entidad social aprovecha su dossier para detallar su presencia en Ceuta desde 1999 desarrollando las actividades que ha ido realizado esta asociación sin fines lucrativos y de carácter humanitario.
Para ello, va recogiendo testimonios, frases cargadas de fuerza en la que apunta al significado de Elín como una fuente de resilencia y uno de los pilares que encuentran personas venidas de países africanos a Ceuta “después de largas y duras rutas marcadas por la persecución, la deshumanización, la incertidumbre y el miedo”.
La asociación se enmarca en un contexto de compartir experiencias transformarlas en aprendizaje y fuerza para continuar hacia delante.
Los últimos puntos de la memoria recogen una serie de conclusiones como que existe un bloqueo a la libertad de circulación. Ante ello, la oenegé pone el acento en que el derecho al libre tránsito de los solicitantes de asilo está reconocido legalmente pero no en la práctica.
Se habla además de “vulneraciones de los derechos humanos” a través de casos concretos como las deportaciones de malienses en nigerianos en 2011; la llegada de la comunidad siria a Ceuta a partir del año 2012; la saturación del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) que desde el 2015 superó su capacidad de 512 plazas llegando a alojar hasta 8000 residentes; la protesta de los asiáticos de países como India, Sri Lanka o Pakistán; o el bloqueo a guineanos en 2020; además del polémico asunto de las devoluciones.
“A través de todo el recorrido de esta memoria creemos importante que estas experiencias sean un punto de partida que posibilite la creación de espacios similares más allá de Ceuta.
El valor fundamental en el que se basan nuestras vivencias es la igualdad dentro de la diversidad, reconociendo que cada persona tiene una riqueza no material que puede aportar al conjunto de la sociedad: todos podemos dar y recibir”, culmina el texto de Elín para llamar a la acción a la sociedad civil ante las injusticias sociales y los problemas a los que se enfrentan las personas en el mundo.
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