La etapa en el poder de Pedro Sánchez ya tiene fecha de punto y final o consagración definitiva: las elecciones generales que serán el 28 de abril. El presidente del gobierno ha anunciado la convocatoria este viernes, apenas ocho meses y medio después de llegar al cargo con una moción de censura. Aunque anunció que la convocatoria de elecciones sería su prioridad, ha sido una cuestión que ha demorado durante este período hasta que el Congreso ha tumbado su proyecto de PGE y la situación ha sido insostenible. Su supervivencia política ha tenido un límite y las reacciones de los partidos de la oposición no se han hecho esperar. Los líderes locales de los partidos con representación parlamentaria han mostrado actitudes contrarias aunque coinciden en que abrazan los comicios con ilusión y grandes expectativas de cambio.
El primero en mostrar su “satisfacción” ha sido el grupo popular. Tanto la recién nombrada diputada, Kissy Chandiramani, que con esta convocatoria de elecciones y la consiguiente disolución del Congreso, pasa a ser la más breve de la historia, como el portavoz del Gobierno, Jacob Hachuel, se han referido al proyecto de presupuestos y la inviabilidad de continuar con la inestabilidad social que atraviesa el país. “Era previsible. Todo es el resultado de la moción de censura”, apostillaba Chandiramani. Por su parte, Hachuel, celebraba esta convocatoria para Ceuta, “la gran perjudicada por unos presupuestos que para esta ciudad eran nocivos”. Para los populares se abre ahora un panorama esperanzador en el que se sitúan nuevamente en la Moncloa. “Estamos ahora en una prórroga de los presupuestos del pasado año, cuando se forme el nuevo gobierno, en el que deseamos fervientemente que el PSOE vuelva a tener la fuerza necesaria para ser el principal partido de la oposición, algo que hace muy bien, ya se pondrán en marcha todos los mecanismos para aprobar los PGE”, opinaba Hachuel.
De celebración también se encuentra el partido naranja, donde han recordado que la convocatoria de elecciones es el objetivo que perseguían el pasado junio cuando retiraron su apoyo a Rajoy. “Era necesario porque el Congreso no reflejaba el reparto político que hay en la sociedad”, ha señalado el portavoz de Ciudadanos, Javier Varga. Lamentan que este anuncio llegue tarde, porque “se han perdido nueve meses en afrontar los verdaderos problemas de nuestro país” , pero a la vez muestran su alegría. “Es lo que pedíamos el pasado domingo en Colón”. Precisamente, el líder nacional del PP, Pablo Casado, animaba a extrapolar a esta campaña y al futuro gobierno ese “espíritu de Colón”. Sin embargo Ciudadanos prefiere mantenerse ajeno y no se ‘moja’ en que el pacto andaluz pueda tener un reflejo a nivel nacional. Varga, se remite a la capacidad de su partido para pactar, pero antepone que Ciudadanos concurrirá con su propio proyecto, “la alternativa al bipartidismo, los ERE y el Gürtell. No es momento de hablar de Franco ni del aborto, nosotros apostamos por una sociedad del siglo XXI europeísta”. Un panorama “alentador” el que se abre ahora para el partido naranja que afronta “con ilusión”, y en el que lanzan un mensaje a los ceutíes. “Curiosamente Ceuta ha experimentado durante esta legislatura las políticas populares y socialistas, y ninguno se ha tomado en serio ni ha afrontado con rigor los problemas de la ciudad. Si los presupuestos del Partido Popular fueron malos, los del PSOE han sido peores. Los ceutíes tienen que valorar lo que hemos padecido durante esta legislatura y que el mejor proyecto procede de Ciudadanos”.
El sentimiento festivo desaparece en la izquierda que no atraviesa sus mejores momentos después de que se hayan bloqueado “los presupuestos más sociales y democráticos de nuestra historia”, opina el portavoz de Podemos Ceuta, Ramón Rodríguez. Sin embargo la formación morada se muestra “ilusionada” porque se abre ahora una contienda en la que tienen claro y bien marcado cual es su objetivo a vencer: “Una derecha bicéfala, producto de laboratorio de la FAES, cuyo peligro es la capacidad de transmitir un sentimiento de involución”.
A Podemos estas elecciones no le pilla desprevenido “porque venimos preparándonos desde hace tiempo”, aunque las líneas que marcarán esta carrera a las nacionales las establecerán el próximo domingo. Una reunión en la que las lista a la autonómicas, que ya está confeccionada, es susceptible de cambios.
Rodríguez le resta importancia a que la inminencia de elecciones generales llegue en un momento tan crítico para su formación. El portavoz ceutí no considera que los morados atraviesen una situación complicada, “es un partido que está en plena evolución y la única complejidad se va a producir en las urnas”. Con ello, afrontan los comicios del 28 de abril con un proyecto sólido que se vertebra “en el feminismo, la democracia, la parte social y la plurinacionalidad”, todo ello asentado, ha dicho, “en el sentimiento del 15-M y el 8-M” frente al “espíritu de Colón” que pretende extender la derecha. “A nadie se le escapa la foto del domingo. No le tenemos ningún miedo y estamos preparados para combatirla para luchar por una sociedad progresista y moderna”.
Cierra las filas de la izquierda el Partido Socialista que dirige su discurso, al igual que en el caso de Podemos, “a frenar y derrocar a la ultraderecha para evitar retroceder al pasado”, asevera su portavoz, Manuel Hernández. Ha recordado que sus adversarios responden a políticas de “radicalidad, conflictos y recortes”. Los socialistas son la opción al progreso y la modernidad, ha recordado Hernández, y la apuesta “para construir una sociedad más justa y moderna en la que cabemos todos”. El portavoz socialista ha puntualizado que el Gobierno de Sánchez “ha comenzado a reconstruir el estado del bienestar que el Partido Popular ha aniquilado durante los últimos siete años”, y por ello se presentan como la fuerza idónea “para seguir avanzando”.
Por su parte, CSIF se ha adelantado a las reacciones de los agentes sociales y ha manifestado que defenderá las demandas salariales y las mejoras de condiciones de los empleados públicos, ante el anuncio electoral.
El sindicato considera que el Gobierno debe cumplir con la agenda de mejoras que reclaman el conjunto de las empleadas y empleados públicos, tras los “sacrificios realizados durante la crisis económica”.
Ante la situación creada con el rechazo a los Presupuestos Generales del Estado para este año y el anuncio de las elecciones para el próximo 28 de abril, CSIF va a intensificar su interlocución con el Gobierno y los diferentes grupos parlamentarios para que, de aquí a la celebración de los próximos comicios, se apuren todas las opciones y en todo caso se marque una agenda clara para mejorar las condiciones laborales y salariales en las administraciones públicas.
En este sentido, CSIF apelará a la responsabilidad de Gobierno y los diferentes grupos parlamentarios para que, dentro de los plazos previstos, se aprueben decretos que permitan llevar a cabo medidas ya acordadas como la oferta de empleo público, o la ampliación del permiso de paternidad a ocho semanas en 2019.
“Y es que, si hoy está garantizada la subida salarial de 2019, no es por el ‘brindis al sol’ realizado por el Presidente del Gobierno en su rueda de prensa, sino por la presión ejercida por los empleados públicos que empujó al Ejecutivo a aprobar un decreto en materia de retribuciones que, ni más ni menos, suponía aplicar los acuerdos firmados en 2018”, advirtieron.
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