Como “una situación de emergencia” excusaba el Gobierno de la Ciudad la elección de Dragados para acometer las obras en el talud sobre el ‘José Benoliel’. Una decisión que, según afirmaba el portavoz del Gobierno, Jacob Hachuel, es competencia de los servicios técnicos. “Esto se debe a una situación de emergencia decretada por el presidente de la Ciudad, que avalaba el decreto de emergencia, ya que existía riesgo para las personas y para los bienes, y de no acometerla los males podrían haber sido irreversibles y hasta catastróficos”, exponía.
Asimismo advertía a Ciudadanos que dejase de “jugar con las cifras” después de que el partido naranja acusase al Gobierno de “adjudicar a dedo las obras” y argumentarlas en “que se ha producido entre las mismas partes implicadas en el desacuerdo económico que lleva años prolongando la finalización de la obra de la Estación del Ferrocarril”.
Hachuel negaba “categóricamente” dicha afirmación. “No habría un técnico en su sano juicio que pudiera firmar ninguna certificación ni informe en base a ese argumento de Ciudadanos”, expresaba el portavoz del Gobierno.
Ciudadanos denunciaba hace unos días que el contrato de cuatro meses de ejecución y un presupuesto de 700.000 euros “parece indicar la existencia de un proyecto que en lugar de licitar han preferido adjudicar directamente aprovechando las últimas lluvias y en este punto es inevitable pensar en las diferencias económicas existentes entre la Ciudad y la empresa adjudicataria para reanudar las obras de la Estación del Ferrocarril. Frente al millón y medio exigido por la empresa, el Gobierno sólo ofrecía 663.000 euros”.
De la misma forma, ponían en entredicho que dicho contrato se haya efectuado ahora y no el pasado abril, cuando se produjeron los desprendimientos. La explicación de la Ciudad para ello es que han sido las últimas lluvias torrenciales las causantes de esos corrimientos de tierra. “Se vio que aquello podía ir a más y tener unas consecuencias más importantes”.