El Zapatazo

Reducción de las retribuciones del personal del sector público en un 5% de media en 2010 y congelación en 2011. Suspensión de la revalorización de pensiones en 2011. Eliminación de la jubilación parcial. Reducción de gastos de farmacia. Disminución de la Ayuda Oficial al Desarrollo. Reducción de más de seis mil millones de inversiones públicas. Ahorro adicional de más de mil millones de euros en las Entidades Locales.....Y todo ello a la semana de haber anunciado que había "brotes verdes" en nuestra economía. ¿Qué ha podido pasar en tan poco tiempo para que Zapatero dé un "zapatazo" de este calibre a los parados, empleados públicos, pensionistas, personas dependientes, y demás colectivos de este país?, ¿será sólo el principio de algo mucho peor?.
La contestación es difícil. Si acudimos a los manuales de teoría económica, dependiendo de quién los lea, y de los prejuicios de los que parta, dará respuestas diferentes. Lo cierto es que nuestro actual déficit público está entre los más altos de Europa (por encima del 11% del PIB). Sin embargo, nuestra deuda total no es de las más altas. Por ejemplo, a finales de 2009 estaba en torno al 50% del PIB, mientras que Alemania y Francia superaban el 70%, Reino Unido el 80% y Grecia e Italia el 100%. Aunque esto no justifica que el gasto deba de aumentar sin control. Pero las reacciones reales de la economía a variaciones del gasto público, nivel impositivo o cantidad de dinero en circulación, son difíciles de pronosticar. De ahí el tremendo ridículo que hacen los políticos continuamente anunciando medidas, que pocos días después la propia realidad desmiente. Es lo que le está pasando a Zapatero.
Independientemente de las culpas que tenga el gobierno de Zapatero en la situación actual, que las tiene, fundamentalmente por haber negado de forma tan pertinaz la realidad de una crisis que se nos venía encima, lo cierto es que, leyendo con atención algunos análisis de expertos en la materia, a propósito de lo que está sucediendo con las bolsas europeas, se puede concluir que también hay un desmedido deseo de determinados inversores americanos e ingleses por que el dólar recupere el lugar preeminente en las finanzas internacionales, que el euro le había arrebatado en los últimos tiempos. Esto explicaría la huída precipitada, e inesperada, de inversores en euros hacia valores más seguros en dólares y en oro, lo cual ha provocado formidables caídas de las bolsas europeas. También la corriente de opinión fomentada desde los centros de poder anglosajones, proponiendo la ruptura de la zona euro como salida a la situación actual.
En un magnífico artículo de Paul Krugman en las páginas de economía del Diario El País de la pasada semana, se comparaba la economía de Grecia con la de California. La diferencia, según él, estaba en que California disponía de un Estado Federal que la iba a rescatar de su situación, mientras que Grecia estaba en una Unión Europea con múltiples problemas, infinidad de nacionalismos, intereses distintos, y carente de un gobierno con suficiente capacidad decisoria para salir de la situación. Evidentemente en un contexto como el actual, agravado por los problemas de la crisis financiera internacional, la huída de capital extranjero perjudica, sobre todo, a los países más débiles, es decir, a los de mayor déficit público (España, Portugal, Irlanda y Grecia). De hecho, si el Banco Central Europeo no hubiese salido en defensa de los bonos soberanos de estos países, comprándolos para así evitar la pérdida de valor, la situación sería mucho más trágica.
Por tanto, lo que pretende Zapatero, ahora, es recuperar la confianza de los mercados. Para ello anuncia un ajuste durísimo, en línea con lo que ya se ha hecho en otros países, aplaudido por muchos, fundamentalmente por la Patronal y el FMI, pero utilizando, como siempre, a los sectores más débiles. Y ello a pesar de que él, y los que le dan clases de economía por las tardes, saben bien que estas medidas no van a tener un efecto importante sobre la economía española, pues en pocos meses estaremos en la misma situación. Sólo bastará una subida de tipos de interés para absorber gran parte de la disminución del déficit público. También porque esto retraerá el consumo, lo cual podría ser mucho más perjudicial en un momento como el actual.
Es decir, que se sigue parcheando y sin atacar el problema de fondo, pues solo andamos escuchando la voz de los especuladores, pero no nos fijamos en que lo que nuestro país necesita para salir de la crisis es un cambio de patrones en los esquemas de desarrollo económico. Y sobre todo, fluidez del crédito para que familias y pequeñas empresas puedan funcionar.
Esperemos que después de esto, y para poner contentos a los "mercados", no nos vengan con lo de la reforma laboral, el recorte de las pensiones y la privatización del sistema sanitario. Algunos ya piden a las claras la privatización de todo el sector público. Al final, Zapatero ha optado por lo más fácil. Bajar el sueldo a los empleados públicos y restringir otros derechos sociales. Antes lo hizo Aznar, que también congeló el sueldo a los funcionarios. El problema no son las medidas en sí, sino que siempre nos toque a los mismos. Parlamentarios, Grandes fortunas, especuladores, banqueros, asesores, ministerios inútiles, embajadas en el extranjero de Comunidades Autónomas.....no tienen nada que hacer en la crisis. Y Rajoy pidiendo que no se le dé dinero para formación a los sindicatos. Menudo país tenemos. Veremos si ahora también piden huelga general, como antes, los que aplauden el "zapatazo".