El grupo presenta hasta siete alegaciones al proyecto, pide que se abra un debate público sobre su conveniencia y que se estudie la cimentación de los edificios bajo los que irá el túnel.
El grupo ecologista Septem Nostra presentó ayer hasta siete alegaciones al vial que enlazará la Estación de Embarque con la frontera del Tarajal. Entre ellas se recoge la necesidad de plantear “un debate público” ya que consideran que el “costoso proyecto” no supondrá una solución al problema del tráfico en Ceuta. Este debate se debe producir “con la máxima difusión y la mayor participación ciudadana posible, en el que los promotores de este proyecto acepten la decisión que suponga un argumento de mejor calidad”.
También señalan la ocupación del dominio público hidráulico (un espacio en los márgenes que tiene restricciones de ocupación) del arroyo de Benítez, por lo que propone su liberación y deslinde antes de evaluar cualquier impacto medioambiental. Además, el PGOU califica el terreno del arroyo como zona verde por lo que “resulta difícil compatibilizar esta consideración con el trazado de un gran vial que ocupa buena parte del arroyo”.
En la tercera objeción que plantean señala que “el estudio de impacto ambiental no se hace la más mínima mención al hecho de que el trazado del enlace puerto frontera afecta a un espacio declarado monte de utilidad pública, concretamente al denominado “Monte Benzú, de Ingenieros y sin denominación especial”, declarado como Monte de Utilidad Pública”. Según está definición el artículo 14 de Ley de Montes declara que el dominio público forestal son “inalienables, imprescriptibles e inembargables” y en cuanto a sus usos, éstos deben ser “respetuosos con el medio natural”.
Otra de las advertencias que hace la asociación ecologista en sus alegacioneses el estado de los cimientos de varios edificios antiguos de Los Rosalespor los que discurrirá el tunel. Propone que se realice un estudio monográfico sobre su estado y posibles afecciones debido a que “los sistemas de cimentación obsoletos no fueron diseñados pensando en la posibilidad futura de instalar bajo ellos un túnel de grandes dimensiones”.
Otro de los puntos a los que refieren las alegaciones es el impacto paisajístico que produciría el nuevo enlace que supondrá un movimiento de 1.457.735, 55 de metros cúbicos de tierra. Para Septem Nostra “la transformación de la imagen de la ciudad va a ser permanente e irreversible, cuando nuestro paisaje es uno de nuestros principales valores ambientales, culturales y e identitarios. La cicatriz que va a provocar en el paisaje tendrá una gran repercusión, sobre todo en una ciudad caracterizada por su escasa superficie. Una vez más se plantea una actuación fuera de escala que no atienda las dimensiones de Ceuta”.
En la quinta alegación, la asociación ecologista alude a “la desaparición de un cauce natural de agua”, que pasaría a estar ocupado por el vial, “cuyo encauzamiento de manera artificial a través de una tubería, no garantiza la correcta evacuación al mar del gran volumen de aguas pluviales que caracteriza a la estación húmeda de Ceuta”.
Por último, se recogen varios defectos en la estructura viaria. En particular señala un ramal que enlaza con Padre Feijoo por su extremo occidental y con el inicio del nuevo vial junto a la glorieta por su extremo oriental con un solo carril que “entronca en ambos extremos con sentidos opuestos, lo cual resulta ilógico e inviable”.