La ilusión es lo ultimo que se pierde. Es el recurso dialéctico al que nos aferramos cuando la cosa es casi imposible. Ningún padre aspira a que su hijo, de un metro de altura, juegue de pívot en la NBA. Puede ocurrir, pues sí, pero el padre tendría que ser el dueño del equipo. Es lo que le pasa a Ceuta y Melilla con el turismo.
Año tras año, las mismas noticias "vamos a Fitur, gastamos en publicidad, en un nuevo slogan; vendemos lo de las cuatro culturas, lo bonita, lo de acogedoras, las marineras". Todo muy recurrente y vendible, pero el turismo se limita al regreso de los inmigrantes a Marruecos, alguna visita familiar y para de contar. Tampoco hay que ser tan negativo, hay que buscar la parte positiva de este desaguisado. Si tienes un amigo que te cae muy gordo, pero tienes que quedar bien con él, lo invitas a venir a Ceuta. Quedaras como un excelente amigo, el campeón de los anfitriones, porque cuando vea el precio del barco se va a la Costa del Sol. Comentando con un compañero sobre las vacaciones, que dicho sea de paso, ha regresado mucho más gordo. Este me decía. "He estado en un todo incluido, esos de la pulsera y a comer hasta reventar. Siete personas, una semana, todo incluido, copas, helados, atracciones musicales, espectáculos, todo 2100 euros". Fue entonces cuando pensé ¿Para que invertir en promocionar Ceuta y Melilla?. Llegar a Ceuta le cuesta a esa misma familia 611 euros. Después tendrían que pagar el hotel, desayunar, comer y cenar siete personas.
Ahora los esfuerzos van dirigidos al turista marroquí, pero este sector es insuficiente y puede fallar, porque las grandes empresas empiezan a instalarse en el vecino país, porque las largas esperas que soportan no compensan lo suficiente y porque dependeríamos de la generosidad arancelaria que Marruecos pudiera imponer. Hace años, alguien apunto a la posibilidad de crear una Academia Militar, un Centro de adiestramientos de militares profesionales, una Academia de Policia. Esta idea, al parecer, fue perdiendo fuerza o simplemente no ha sido tomada como una buena posibilidad para el desarrollo para ambas ciudades. Sin embargo, lo tenemos todo, porque tenemos cuarteles que podrían adaptarse, terreno para hacer las practicas necesarias y, sobre todo, la aceptación de todos los caballas y melillenses a la iniciativa.
Esta idea posibilitaría el resurgir del turismo en ambas ciudades del norte de Africa, porque los familiares, las novias y amigos vendrían a pasar el fin de semana. Seria fácil llegar al turista con ofertas asequibles de alojamiento, billetes de barco y un día en el Parque Maritimo. Después cambiaríamos los slogan actuales por unos nuevos, como ¡Ceuta es atractiva, tu novio también, Ven a visitarlo!. Permitánme el chiste, pero con estos precios y la oferta turistas y de ocio, poco podemos hacer. Vender humo, pero ya esta todo inventando hasta el "Yo no soy tonto, no pago 611 euros por pasar el charco".
No trato de hacer una critica a nada ni a nadie, pero para avanzar debemos de ser conscientes de nuestras posibilidades e inconvenientes y dejar de creer en quimeras y, desde las certezas más absolutas, crecer y crear las mejores condiciones para que los que hemos decidido vivir en ambas ciudades españolas del Norte de Africa no tengamos que marcharnos por falta de recursos o de ideas que no dejan de ser sueños imposibles, entre ellos, atraer el turismo sólo y sin otro atractivo, que las propias ciudades hermanas de Ceuta y Melilla.
El Ejército de Tierra no ha querido pasar por alto la heroica acción de tres…
Un grupo de profesores interinos de Ceuta se ha pronunciado este domingo tras las recientes…
La magia de la Navidad ha llegado a Ceuta de la mano de Papá Noel…
La Asociación de Vecinos de Parques de Ceuta ha recibido con alegría y entusiasmo la visita, en su…
Los campos del Príncipe Tuhami Al Lal y Aiman Aomar de Ceuta han acogido este…
Ya lo dijo Don Miguel de Cervantes, en su famosa obra “Don Quijote de la…