El delegado del Gobierno, Nicolás Fernández Cucurull, ha anunciado esta tarde que el paso de mercancías del Tarajal II se abrirá este próximo lunes, pero que ni la Policía Local ni la Policía Nacional controlarán las colas en el interior de los polígonos y que esa responsabilidad recaerá en los propietarios de las naves que estarán obligados a contratar vigilancia privada. Además, existe el compromiso con Marruecos de que únicamente se admitirá la entrada diaria de 4.000 personas, las mismas que a través del nuevo paso entraron el primer día de la apertura. El máximo responsable de la Administración General del Estado en Ceuta apuntó dos soluciones a largo plazo para la solución de este problema. Por un lado, limitar el número de personas que entren cada día a Ceuta sin visado y luego poner en marcha los acuerdos entre la Administración General del Estado y la Ciudad Autónoma para limitar el negocio del bulto. Su intervención en la rueda de prensa comenzó con un histórico sobre la excepción en el Tratado de Schengen para la entrada de ciudadanos de la provincia de Tetuán en Ceuta sin necesidad de visado, pasando por la apertura del Biutz hace 12 años y siguiendo por una reunión en la Secretaría de Estado de Seguridad para que Ceuta contara con unidades permanentes de los GRS de la Guardia Civil para el control de los porteadores por la tarde cuando pretendían salir por el Tarajal I. Narró el reparto de competencias para la puesta en marcha del Tarajal II y además explicó que las razones de los problemas que se produjeron a partir del segundo día se debieron a que hubo más entradas de las previstas por el nuevo paso y que quienes pasaban los bultos por la tarde se dieron cuenta de que lo podían hacer por la mañana. También se refirió al cierre de la conocida como ‘escalera de la muerte’, indicando que le parecía bien su cierre el segundo día porque lo primero es la seguridad de las personas, pero indicó que no había tanto peligro como cuando murieron las dos porteadoras en el año 2009. En una serie de apreciaciones al final de su intervención vino a criticar, sin dar ningún tipo de nombres, a quienes le habían llamado “inepto”, a los que calificó de indocumentados. Ademas comentó que había llegado a la Delegación en el momento en que le había tocado recoger la cera, “cuando ya no había ni vela y estoy dispuesto a quemarme por Ceuta”. Por otro lado, criticó a los partidos políticos, en especial al PSOE, al que indicó que había tomado decisiones en el pasado en el tema del negocio del bulto que habían sido equivocadas y que ahora traía esas consecuencias.