El SUP denuncia el uso “por la cara” de los policías para “pedir la factura”

El Sindicato Unificado de la Policía Nacional (SUP) ha denunciado el ‘nuevo servicio’ que se le está encomendando a la Policía Nacional “por la cara”, tras convertirla en una especie de ‘controlador’ encargada de pedir la factura de la bolsa de la compra a todo aquel que quiera cruzar la frontera hacia Marruecos.

Lo que menos se esperaba el SUP es que esta medida fuera arropada por el jefe superior del CNP, Pedro Luis Mélida, que, en declaraciones a El Faro, justificaba estas funciones en el requerimiento formulado por Marruecos para obtener colaboración.
“Este es un tema fiscal, que debería hacerlo la Guardia Civil y no la Policía, a la que ya la tienen machacada en la frontera, trabajando en condiciones tercermundistas. En 2005 nos tuvimos que comer el Biutz y ahora esto. Nos extraña que el jefe superior no nos haya defendido y trague”, denuncia Jesús González Miaja, secretario provincial del SUP, quien recuerda que se están produciendo situaciones esperpénticas como, por ejemplo, que la Policía Nacional no pueda ni acercarse al perímetro fronterizo porque es ‘coto privado’ de la Benemérita pero si se producen incidentes con subsaharianos, sí se les reclama su ayuda.
El sindicato, que ha recogido el malestar de los policías, denuncia que no solo se les obliga a tener que mirar las bolsas de mercancía y solicitar facturas, sino que también tienen que estar regulando el tráfico de la rotonda del Tarajal “porque la Guardia Civil ni aparece aunque se les llame”, añade. “Ahora, después de todo lo que tenemos que hacer, también mandan que los policías pidan facturas”, criticó enfadado.
El SUP reclama que, al margen de acuerdos políticos como el de marras (que ha sido alcanzado por la Delegación del Gobierno con Marruecos, respondiendo a la labor de contención migratoria con la colaboración en el control sobre la mercancía), cada fuerza de seguridad tiene que tener claro cuál debe ser su competencia. “Hay que exigir que cada uno haga lo que tiene que hacer. Los acuerdos que se alcancen nos parecen perfectos, en eso no nos vamos a meter, pero no puede basarse en ordenar a la Policía que haga trabajos que no son nuestros”, sentencia González.
El sindicato no descarta estudiar medidas de presión si la postura se mantiene ya que la situación, argumenta, es “insostenible”. Esas medidas de presión serían acordadas entre los policías para rechazar lo que, consideran, no tienen que hacer.
“Carmen Echarri ceuta
El Sindicato Unificado de la Policía Nacional (SUP) ha denunciado el ‘nuevo servicio’ que se le está encomendando a la Policía Nacional “por la cara”, tras convertirla en una especie de ‘controlador’ encargada de pedir la factura de la bolsa de la compra a todo aquel que quiera cruzar la frontera hacia Marruecos. Lo que menos se esperaba el SUP es que esta medida fuera arropada por el jefe superior del CNP, Pedro Luis Mélida, que, en declaraciones a El Faro, justificaba estas funciones en el requerimiento formulado por Marruecos para obtener colaboración.
“Este es un tema fiscal, que debería hacerlo la Guardia Civil y no la Policía, a la que ya la tienen machacada en la frontera, trabajando en condiciones tercermundistas. En 2005 nos tuvimos que comer el Biutz y ahora esto. Nos extraña que el jefe superior no nos haya defendido y trague”, denuncia Jesús González Miaja, secretario provincial del SUP, quien recuerda que se están produciendo situaciones esperpénticas como, por ejemplo, que la Policía Nacional no pueda ni acercarse al perímetro fronterizo porque es ‘coto privado’ de la Benemérita pero si se producen incidentes con subsaharianos, sí se les reclama su ayuda.
El sindicato, que ha recogido el malestar de los policías, denuncia que no solo se les obliga a tener que mirar las bolsas de mercancía y solicitar facturas, sino que también tienen que estar regulando el tráfico de la rotonda del Tarajal “porque la Guardia Civil ni aparece aunque se les llame”, añade. “Ahora, después de todo lo que tenemos que hacer, también mandan que los policías pidan facturas”, criticó enfadado.
El SUP reclama que, al margen de acuerdos políticos como el de marras (que ha sido alcanzado por la Delegación del Gobierno con Marruecos, respondiendo a la labor de contención migratoria con la colaboración en el control sobre la mercancía), cada fuerza de seguridad tiene que tener claro cuál debe ser su competencia. “Hay que exigir que cada uno haga lo que tiene que hacer. Los acuerdos que se alcancen nos parecen perfectos, en eso no nos vamos a meter, pero no puede basarse en ordenar a la Policía que haga trabajos que no son nuestros”, sentencia González.
El sindicato no descarta estudiar medidas de presión si la postura se mantiene ya que la situación, argumenta, es “insostenible”. Esas medidas de presión serían acordadas entre los policías para rechazar lo que, consideran, no tienen que hacer.
“Después de estar machacados, con menos personal, en una situación de tercermundismo total en la frontera... se nos obliga a realizar labores de competencia fiscal y hasta controlar el tráfico... ya solo nos falta que a los agentes nos pongan a cargar bultos”, lamenta el sindicalista.
Los que están haciendo directamente estas labores de control, que comenzaron la semana pasada, son los efectivos de la UIP que por la mañana están fijos en el Biutz y por las tardes se les manda al Tarajal. No obstante también el resto de agentes terminan siendo encomendados a dichas labores si resulta necesario.
Mélida recordaba a este medio en declaraciones publicadas el pasado sábado, para enojo de los policías, que “hay un paso de mercancías que es el Biutz y funciona hasta las 13.00 horas”, así que se controla que “por el Tarajal no se puede salir con paquetes” permitiéndose solo la marcha “con una bolsa de mano”.Después de estar machacados, con menos personal, en una situación de tercermundismo total en la frontera... se nos obliga a realizar labores de competencia fiscal y hasta controlar el tráfico... ya solo nos falta que a los agentes nos pongan a cargar bultos”, lamenta el sindicalista.
Los que están haciendo directamente estas labores de control, que comenzaron la semana pasada, son los efectivos de la UIP que por la mañana están fijos en el Biutz y por las tardes se les manda al Tarajal. No obstante también el resto de agentes terminan siendo encomendados a dichas labores si resulta necesario.
Mélida recordaba a este medio en declaraciones publicadas el pasado sábado, para enojo de los policías, que “hay un paso de mercancías que es el Biutz y funciona hasta las 13.00 horas”, así que se controla que “por el Tarajal no se puede salir con paquetes” permitiéndose solo la marcha “con una bolsa de mano”.

El Tarajal: un caos de ‘gomazos’ y masificación

Ver ayer tarde la frontera del Tarajal era como toparse con otro Biutz. La salida hacia Marruecos quedaba colapsada por la gran cantidad de personas que hacía cola, con sus bolsas, para poder salir hacia el vecino país. Tenían que abrirlas delante de los agentes de la UIP y enseñar la factura para que los policías pudieran comprobar que no se trataba de porteadores encubiertos. Y claro, toda esta situación generaba nervios entre las dos partes que terminaban a ‘gomazos’, con los consiguientes gritos de los presentes. Los policías se veían desbordados intentando controlar la situación encomendada mientras que cada vez era mayor el número de hombres y mujeres que, con bolsas en la mano, querían pasar. Y en todo este panorama, un caos de tráfico, con personas agolpadas en la rotonda y vehículos que no respetaban ni la prioridad del resto. Se vivieron escenas de mujeres que enseñaban la factura y no se les dejaba pasar a pesar de que, tal y como mostraron a este medio, portaban una plancha y una bolsa con cuatro alimentos. Estaba claro que no era porteadora, pero la rechazaron. Lo mismo sucedió con un hombre que tuvo que marcharse de la frontera al no poder pasar. Esto está sucediendo desde la semana pasada en la que la administración central informó de este cambio de control en el paso fronterizo.