El pasado domingo día 25 de julio, sus Majestades los Reyes dieron continuidad a una tradición de la Corona. Don Juan Carlos I y Doña Sofía viajaron a Santiago de Compostela para, en representación del pueblo español, renovar la ofrenda al Apóstol Santiago, esta tradición, instaurada por Felipe IV en 1643. Fue en una solemne concelebración eucarística presidida por el arzobispo de Santiago de Compostela. Después de la lectura del Evangelio, Su Majestad el Rey realizó la ofrenda al Apóstol Santiago, seguido de una palabras a todos los asistentes y al pueblo español. Yo que me considero monárquico, preste especial atención a las palabras de su Majestad D. Juan Carlos I, en las cuales se pudieron escuchar mensajes muy claros para todos, en especial quiero resaltar un párrafo que me sorprendió al mismo tiempo que me alegro, ya que pude comprobar como nuestra monarquía esta sensibilizada con los problemas de nuestro país, con mucho tacto manda un mensajes al gobierno, comunicarles que no están de acuerdo con las actuaciones sobre la ampliación de autogobierno de ciertas comunidades autonómicas. Las palabras del Su Majestad D Juan Carlos I dirigidas al apóstol fueron: "Te pido que fomentes todo aquello que nos une y nos hace más fuertes, que ensancha el afecto entre nuestros ciudadanos, que asegura la solidaridad entre nuestras Comunidades Autónomas, y que hace de España la gran familia unida, al tiempo que diversa y plural, de la que nos sentimos orgullosos. No es tiempo de desánimo sino de mucho trabajo y dedicación; tiempo de rigor y de grandes valores éticos, para reemprender juntos, con solidez y planteamientos integradores, el camino de progreso, empleo y mayor bienestar. Es hora de redoblar esfuerzos animados por la confianza y la esperanza que los españoles debemos tener en una España que, en los últimos decenios, ha sabido sobreponerse a las dificultades y resolver los problemas con la entrega de todos y en el marco de nuestra Constitución".
Zapatero ha vuelto a engañar y a sembrar la discordia en Cataluña, como se ha vuelto a demostrar tras la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatut, el presidente del Gobierno dice una cosa y su contraria, un día dice que acata la sentencia y al siguiente vuelve a sembrar la discordia y la separación entre los catalanes.
El problema actual de los ciudadanos ya no es si votan a una opción política o a otra, sino la necesidad de cambio que se percibe en la sociedad española tras el proyecto político "ruinoso" de Rodríguez Zapatero, mientras que el Presidente del Gobierno conciben el poder como un instrumento para instalarse permanentemente en él.
El Gobierno socialista ha tirado la toalla en su capacidad de hacer frente a la crisis de paro que está viviendo nuestro país, la alta tasa de paro juvenil, por encima del 40 por ciento, el doble de la media europea, hay que reivindicar un plan especial de empleo para los más jóvenes. Los más jóvenes necesitan que se impulsen políticas claras que generen empleo para ellos, políticas que faciliten la movilidad, que permitan la emancipación, que favorezcan el bienestar y, sobre todo, la igualdad de oportunidades para todos los jóvenes de nuestro país. Zapatero no quiere reconocer la existencia y el drama de millones de jóvenes sin oportunidades en España y por ese motivo ofrece propuestas de escaparate que en su letra pequeña se demuestran insuficientes, pero con las que él cree que cumple con la juventud. Una vez más queda demostrado el grado de improvisación y de falta de modelo educativo concreto de Zapatero y sus ministros. Zapatero impone sus ocurrencias y los jóvenes sufren las consecuencias. Mientras que el Partido Popular aumentó durante su mandato el presupuesto para juventud un 17,8% en 2003 y un 5,4% en 2004, el Gobierno ahora deja de lado las políticas para los jóvenes españoles, a los que tiene completamente olvidados.
En España hay 835.000 parados menores de 25 años según los datos oficiales. Un formidable ejército de energías confinadas en la inactividad, de ilusiones rotas y de proyectos en 'stand by' a la espera de que mejore la situación, circunstancia que también influye por sí misma en el optimismo necesario para encarar cualquier crisis económica. La dimensión del problema es abrumadora. Una de cada cinco personas en desempleo no ha accedido aún al mercado de trabajo o su experiencia en el mismo es mínima, cuando una gran parte de esos jóvenes tiene una formación y una capacidad de adaptación a las nuevas tecnologías y circunstancias sociolaborales muy superiores a la de las generaciones precedentes
Todo esto es la herencia del Presidente del Gobierno Rodríguez Zapatero y todo su equipo del Partido Socialista Obrero Español, en su afán de permanecer en el gobierno a toda costa, esta dejando tras de si un reguero de jóvenes preparados y capaces que no encuentran una salida profesión, por el abandono de políticas de creación de empleo para los jóvenes, este gobierno esta dejando que su juventud se marchite en un total olvido y desinterés por los políticos socialistas.
Hace pocos días Zapatero celebró sus diez años al frente del Partido Socialista Obrero Español, tendría que haber hecho balance a esos diez años al frente de la gran familia socialista, se habría dado cuenta de todo lo mal que lo esta haciendo a este país.
Pensando en el futuro de los jóvenes, lo mejor que puede hacer Zapatero es marcharse y convocar elecciones anticipadas, no esperar a ver que ocurre en las elecciones autonómicas catalanas para tomar una decisión electoral según los resultados de las mismas.
Quiero terminar este artículo con una frase de (John F. Kennedy), con la cual se puede demostrar la poca inteligencia de Rodríguez Zapatero. "Un hombre inteligente es aquel que sabe ser tan inteligente como para contratar gente más inteligente que él".