Comienza el Ramadán, dando pie a la celebración de charlas, actividades varias en las mezquitas y fiestas en familia. Comienza también el periodo en el que la clase política lanza sus tentáculos sobre los musulmanes. Es normal, la búsqueda de votos tiene eso. Lo que pasa es que este año resulta excesivamente crispante y molesto que se repita la misma presencia institucional de todos los años como si no hubiera pasado nada. Y me explico. Se ha producido un asunto gravísimo en nuestra ciudad: que tres españoles ceutíes hayan muerto en Siria, lo es. Se siguen produciendo asuntos gravísimos, con la introducción de ideas radicales en aquellos círculos que pueden resultar más manejables: los jóvenes. Esto está generando mucha preocupación en la ciudad, o al menos lo está generando entre las personas que se preocupan por el futuro de esta ciudad, entre aquellas que no tienen el cerebro dividido en parcelas y piensa que esta historia no le salpica porque no es moro. Toda esta situación no puede pasarse por alto porque sí. La clase política no puede jugar a ‘pasearse’ por el mundo musulmán sólo para lo que le conviene, es decir, para inaugurar cuatro bombillas (por cierto, pregunto, ¿las han colocado en Poblado Regulares?, ¿o la colocación de las bombillitas también tiene que ver con lo políticamente correcto que sea un presidente vecinal?), para acudir a alguna que otra mezquita (espero que esta vez las féminas del equipo de don Juan no se pongan minifalda y pañuelo para no hacer el ridículo más espantoso) o para celebrar la finalización del Ramadán sin enterarse muy bien de lo que está pasando.
Decía ayer Vivas que comienza un mes importante en la ciudad y llamaba a la convivencia e integración entre todos. El primero que se tiene que creer su mensaje es él y su equipo de Gobierno, quienes todavía no han abierto el pico sobre lo que está pasando y a los que no veo muy interesados en asuntos que afectan a toda la ciudad. ¿Quién controla las mezquitas?, ¿estamos asistiendo al inicio de una crisis entre las comunidades islámicas?, ¿sabemos hoy por hoy qué está sucediendo en algunos templos concretos?, ¿por qué hay partidos políticos que están empezando a confundirse con nuevas asociaciones islámicas?, ¿qué quieren controlar?
No podemos jugar a la foto, a lo que nos interesa (cuatro asistencias, unos pasteles y aquí no ha pasado nada). Como se es valiente en otros terrenos hay que serlo en este, precisamente porque es algo básico para el futuro de Ceuta, ése al que tanto le gusta aludir la clase política.
Este Ramadán es importante y de la misma manera debe serlo la actitud de una institución que no debe caer en los juegos que hasta ahora han primado, porque cuando los adultos terminan creyendo que los demás somos meros peones manipulables salen los sarpullidos. Y algunos son demasiado peligrosos. Conteste a todas sus dudas, así ganaremos en tranquilidad.