el pudridero y su ubicación en santa catalina

Cansino, insufrible, inefable, insoportable y muchos mas adjetivos se pueden aplicar a la situación que estamos viviendo en relación a la ubicación de nuestro nuevo pudridero de tetrápodos marinos. Se suponía que habría una nueva ubicación, pero ya no tenemos tan claro que nos vayamos a mover de nuestro lugar pues nos asaltan serias dudas sobre su conveniencia, y además, hay poderes empresariales, por encima del bien y del mal, que están bombardeando nuestro proyecto sin contemplaciones. El caso es que, con buen criterio, hace varios años se nos propuso una nueva zona cercana a la empresa que recoge los residuos de animales y que es también la que se encarga de recoger los cuerpos varados de cetáceos y tortugas marinas y llevarlos hasta el área del pudridero donde nos ocupamos de la primera parte del largo y laborioso proceso de estudio, limpieza, y colecciones que deberán redundar en la exposición pública para actividades educativas y formativas. Tanto la Consejería de Sanidad como la de Medioambiente estaban de acuerdo en este particular y lo más gracioso es que nosotros también lo estábamos, sin embargo el único escollo es el que ha venido presentando la empresa que gestiona la planta de transferencia, que está ocupando terrenos que no les corresponde, al menos esto es lo que se nos explica desde las consejerías de Medioambiente y Fomento. La situación se ha enrarecido mucho y lo que está meridianamente claro para nosotros es que el señor gerente de la empresa quiere quedarse con todo el espacio para sus actividades empresariales. En directo hemos soportado, unos más que otros, los malos humores del gerente a cargo de la instalación, el cual, por cierto, no ve ningún peligro en que un grupo de escolares visite las instalaciones pero se sube por las paredes al pensar que una empresa especializada de recogida de residuos y unos pocos trabajadores a cargo de nuestra asociación y enviados por el plan de empleo puedan sufrir terribles accidentes si transitan por su planta. Nosotros podemos entender muchas cosas, entre ellas la gran responsabilidad que tiene dirigir una instalación como la que gestiona ahora URBASER, y también el que esa planta, para su buen funcionamiento, necesite un espacio apropiado que ahora el gerente desea conquistar con la fuerza posiblemente de la razón práctica pero sin la consistencia burocrática que solamente puede obtener de los órganos competentes. Entendiendo esto, debe también comprenderse que nuestro proyecto es necesario desde otros puntos de vista, sin que lo económico tenga nada que ver en ello, y que la ubicación de la planta de transferencia es completamente inadecuada y debe salir de allí a la mayor brevedad posible pues como hemos estado explicando es algo afeante e inapropiada por su estética, sus ruidos, la contaminación que proporciona a los acantilados por la acción del viento y la peligrosidad de sus contenedores que ya han volcado en más de una ocasión. Pero también entendemos que la salida de la planta de transferencia no está relacionada directamente con la reubicación de nuestro pudridero y por ello continuaremos en nuestra lucha.
El parque cultural del Monte Hacho necesita de urgente atención y sería muy bueno que las autoridades políticas se plantearan que usos territoriales desean desarrollar en nuestro querido monte. Para nosotros, que siempre hemos defendido la integridad y esencia del promontorio, está bien claro que los usos industriales no son apropiados en este territorio. Desde nuestro punto de vista, la planta debería salir del Monte Hacho antes de que la obra del parque se concluya. Se nos hace difícil imaginarnos la obra del parque terminada soportando los hedores de la EDAR, la inapropiada estética de la rotonda y del edificio del crematorio y todo esto conectado con pasarelas sobre la balsa de lixiviados y la montaña de desechos con conexión directa a la planta de transferencia con los inconvenientes antes mencionados. Llegados a este punto, observamos, como perplejos ciudadanos, la descoordinación entre el equipo de gobierno, y parece que ningún acontecimiento de los que estamos relatando los hace reaccionar y despertar de su nubecita de poder. Nosotros nos preguntamos si no sería mejor dejar las cosas como están y priorizar las actuaciones a realizar por parte de la administración de la Ciudad Autónoma. Vamos a exponer un orden de prioridades que entendemos más lógico en relación al enfoque de la recuperación de la zona del antiguo vertedero y sus aledaños: no recepcionar la EDAR hasta que no cumpla con las condiciones mínimas exigidas en el pliego y siempre y cuando se cuente con el personal apropiado para esta difícil y compleja gestión de las aguas fecales; preparar la entrada al actual cementerio y al antiguo vertedero transformando profundamente la rotonda y el edificio del actual crematorio y oficinas del funcionario jefe de cementerios; trasladar la planta de transferencia; llenar de contenido ambiental la sirena de Punta Almina y por último culminar el parque de Santa Catalina con todos los deberes previos realizados. Está claro que nuestra forma de ver el proyecto no tiene porqué ser coincidente con las autoridades políticas responsables ni con los técnicos, pero al menos sí reconocerán que las expectativas que han intentado crear con este espacio no se van a ver cumplidas a corto ni medio plazo pues de los planos a la realidad hay una distancia insalvable. Nosotros percibimos que se trata de un proyecto de obra sin remate ni coherencia con las prioridades que exige la zona y que está condenado a estar ubicado en un espacio asimétricamente organizado. Ahora bien, también es cierto que quizá lo que se desea es crear un centro ordenado (la zona de vertedero recuperada) a partir del cuál seguir expandiendo las influencias benéficas de la recuperación integral de todo el área. Sin bien esta última visión más optimista y previsora a largo plazo, no invalida la integración de nuestro pudridero en el parque de Santa Catalina. Tal y como está en la actualidad nuestro infecto terreno pleno de cadáveres y de barro resulta del todo impresentable pero reformado, reducido, cubierto y con la limpieza de un pavimento de hormigón conforme a nuestro proyecto, se convierte en un atractivo para el nuevo parque. Por este motivo, a día de hoy no vemos que tengamos que cambiar de ubicación al pudridero sino acondicionarlo como está previsto para evitar olores desagradables y visiones poco edificantes. Si la EDAR, la planta de transferencia y todo lo demás que está en la zona son compatibles con el parque de Santa Catalina también lo es nuestro pudridero reformado, en este nuevo espacio los olores estarán minimizados y los cuerpos en descomposición bajo cota y no a la vista. La idea es que sea visitable y que en el espacio apropiado se muestre el trabajo con las osamentas (curado de los huesos), los trabajos preliminares y las colecciones para estudio y exposición, en definitiva será un atractivo más en el parque de Santa Catalina. Esta propuesta es consistente con las otras (interpretación del medio marino, ruta de los cetáceos,…..) en las que estamos colaborando con la Consejería de Fomento y con su proyecto de parque. De hecho, queremos exponer algún esqueleto de ballena al aire libre en el futuro parque. Nuestra colaboración con la consejería en estos temas está bien contrastada pero ha llegado el momento en el que deben reflexionar y plantearse la reubicación de nuestro pudridero en el área del antiguo vertedero, lo cual eliminará problemas e incrementará los atractivos del mencionado espacio para el esparcimiento ciudadano. Definitivamente, mientras la planta de transferencia continúe en el lugar actual nuestra instalación debe quedar integrada en el espacio del futuro parque de Santa Catalina, además saldrá mucho más barato y proporcionará un espacio más que visitar en el entorno recuperado.