La responsable de Medio Ambiente de los socialistas ceutíes, Nuria Miaja, volvió ayer a poner en el punto de mira a Acemsa al advertir, fotografías en mano, que la empresa municipal está colocando tuberías de la red de abastecimiento del Plan Cinco –de reposición de instalaciones antiguas– “por toda la ciudad” junto a cableado eléctrico “con los riesgos que ello conlleva”. Miaja, que ha presentado un escrito ante el Servicio de Industria denunciando este hecho, compareció “tras haberme reunido hace meses con el director de Acemsa, que me reconoció la existencia de deficiencias en el Plan Cinco pero que no ha corregido a pesar de haber transcurrido tiempo suficiente”, señaló, para explicar que por ello decidió mantener una segunda reunión, en este caso con la consejera de Fomento, Susana Román, para exponerle lo que considera “graves incumplimientos” por parte de la sociedad municipal de normativas estatales y locales. Explicó Miaja que las tuberías de agua son de cobre “que es el mejor conductor de la electricidad” y deberían estar separadas un mínimo de 30 centímetros en paralelo de conducciones eléctricas, según se refleja en el Código Técnico de Edificación, algo que según ella, no se está produciendo“en la mayoría de las barriadas”, con el consiguiente riesgo para los usuarios si se rompiera el aislamiento del cable eléctrico.
El PSOE responsabiliza directamente a Acemsa aunque se trata de instalaciones privadas, “ya que el ciudadano a través de este Plan Cinco lo único que negocia es el plan de pagos y Acemsa contrata la obra”. Fuentes de la Ciudad consultadas por El Faro han subrayado que es “prácticamente imposible” que el cableado eléctrico, “con una sobreprotección para 1.000 voltios” rompiera su aislamiento y que en el supuesto de que esto ocurriera “saltaría el diferencial, que es la protección de todo el sistema”. Las mismas fuentes han negado además que este tipo de situaciones se hayan generalizado y explican que la Empresa de Alumbrado y Acemsa trabajan desde hace tiempo en los “contados casos”que se han detectado “para reducir los riesgos”. Además han recordado que se trata de instalaciones privadas, “que no siempre está detrás Acemsa” y que en todo caso, la empresa municipal “paga la obra y la financia a cinco años a las comunidades de vecinos, que son las encargadas de darles el visto bueno a los trabajos”.
“Se me ha acusado de querer un minuto de gloria y de buscar la crispación política”, se quejaba la socialista, “pero lo cierto es que hemos esperado meses antes de salir a la luz pública y denunciar”, matizó Miaja, que criticó además que Acemsa no cumple otras especificidades del Código Técnico de Edificación, y tampoco del reglamento de suministro domiciliario de agua. Como ejemplo expuso que las tuberías tienen 16 y no 20 milímetros de diámetro interior, algo que “rebaja su capacidad de carga, exige más gasto de energía y genera más ruidos”. En otros casos las tuberías de cobre tocan el mortero o agua, algo que tampoco está permitido, o que no están cubiertas de una capa protectora de la radiación solar, lo que hace que se deterioren antes. En su opinión, la empresa municipal se está convirtiendo “en la pesadilla de muchos ciudadanos” y no solo por los problemas del pago de facturas, sino por el Plan Cinco, “que era una idea que parecía todo beneficios, pero que se ha convertido en un calvario para usuarios e incluso para la propia empresa”.directamente a Acemsa aunque se trata de instalaciones privadas, ya que el ciudadano a través de este Plan Cinco lo único que negocia es el plan de pagos y la financiación, pu